En las últimas semanas han salido a la luz imágenes de precandidatos a la Presidencia en situaciones que los ciudadanos han señalado de populistas y fingidas: desplazándose en sistemas de transporte masivos o comiendo platos típicos en las plazas de mercado de las ciudades que visitan.

Ello debido a que aunque actos como esos solían generar cierto impacto en comicios pasados, hoy, según expertos, producen rechazo en el electorado, que además considera que los políticos están alejados de la realidad y desconectados de las problemáticas reales del país.

Por las críticas de las redes sociales han pasado varios de los aspirantes a ocupar la Casa de Nariño que ya empezaron a recorrer las ciudades del país. Le sucedió a Alejandro Gaviria, también a María Fernanda Cabal y no se salvaron los miembros de la Coalición de la Esperanza.

En cuanto al exrector de la Universidad de los Andes, a finales de septiembre publicó una foto comiendo sancocho de pescado en la galería Alameda, de Cali. Y luego repitió en el mercado de Bazurto, en Cartagena, donde también consumió platos típicos y compartió con los comerciantes y residentes del sector.

Una foto similar se le hizo viral al exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry, quien está recolectando firmas para oficializar su candidatura presidencial.

Gustavo Petro, el jefe de la Colombia Humana, causó controversia cuando publicó un video en sus redes sociales bailando con una mujer indígena en una plaza pública del país, donde se refirió a la clase alta de Bogotá como los “yupis”.

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Y en el mismo escenario virtual, la senadora por el Centro Democrático María Fernanda Cabal apareció haciendo halagos de una panadería de Mariquita, Tolima, tras un regalo que recibió de los dueños del lugar.

El caso más reciente y que igualmente desató polémica en Twitter fue el que mostró a Jorge Enrique Robledo, Juan Fernando Cristo y Sergio Fajardo sentados en un bus de Transmilenio, tomándose una foto ellos mismos.

Además del viaje en el bus rojo, el exgobernador de Antioquia, a su llegada a la Plaza del Rosario para un encuentro con jóvenes, se sentó en el puesto de un lustrador, quien paradójicamente le sacó brillo a unos zapatos deportivos que calzaba ese día.

Lo cierto es que en medio de esas publicaciones de los políticos, diversos internautas han mostrado su descontento con la difusión de esas imágenes.

Entre los comentarios se encuentra el de la periodista Mabel Lara, quien afirmó en Twitter: “Tan bonitos que se ven los candidatos en las galerías, barrios y poblaciones más pobres de Colombia. Me generan ternura, ya no me indignan, cumplen perfecto el libreto; lo malo y aburrido es que ya nos sabemos el final de la película: no vuelven más nunca por allá”.

De igual forma, la periodista y presentadora Mónica Rodríguez, expresó: “Me da mucha pena decir esto (bueno no, no me da). Pero esta es la forma de hacer política que nos aburre, es falso y oportunista. Por eso cada vez confío menos en toda esa gente. No les creo”.

Según expertos, el populismo siempre ha sido una estrategia que mueve fibras en el electorado, sin embargo, este año está siendo más rechazado que antes.

De acuerdo con el analista político Carlos Andrés Arias, las campañas electorales de los actuales precandidatos han venido fallando, suponiendo que esto es un manual de tácticas y hechos de opinión para destacar y hacerse ver populares.

“Lo que deben hacer es no fingir ser de un nivel socioeconómico diferente al que eson. Por ejemplo, a Alejandro Gaviria nadie le cree que tome changua en plazas públicas; sí lo hace, pero en otros restaurantes. Tampoco nadie le cree a ninguno de ellos que tomen transporte urbano”, manifestó.

El analista particularmente destacó el caso de Juan Manuel Galán, quien siempre se transporta en sus camionetas de seguridad, pero aunque no apareció en la fotografía, sí se supo que iba en el mismo bus que sus compañeros de la Coalición de la Esperanza.

Por otro lado, el docente e investigador de la Universidad del Rosario Carlos Charry, advierte que “lamentablemente lo que ya empezamos a ver es que esta campaña va a estar cargada de acciones populistas, de ‘fake news’ y especialmente de mucho juego sucio, tanto a niveles de Senado de la República y Cámara de Representantes, como a nivel presidencial, es decir aprovechando las caídas de los opositores”.

A estos elementos, Alberto Valencia, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad del Valle, añade que “la variedad de recursos será la regla” en campaña, y prevé que los candidatos utilizarán todos los medios posibles a su alcance, “sin ningún criterio de carácter ético, estético o de conveniencia. La pelea está demasiado dura”.

Ahora bien, frente a cómo deberían actuar los aspirantes a cargos públicos para tener una campaña inteligente, los observadores políticos le apuntan a una buena comunicación, a una identidad definida y a construir objetivos claros.

Es así como el analista político John Mario González explica que lo importante es la autenticidad y sobre todo la seriedad.

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“A los candidatos les falta más ahondar en las propuestas. Es necesario ser muy serios en las ideas que se necesitan para sacar adelante el país”, destacó.

La evaluación que hace González también lo lleva a afirmar que en algunos casos los políticos caen en prácticas populistas por ser el camino fácil y por no saber entender ni dimensionar los problemas del país.

“Deberían auscultar muy bien sus apoyos políticos y mejorar sus equipos de trabajo, a efecto de que, sí son elegidos, tengan capacidad de manejo y lograr una gobernabilidad de manera rápida, además de no temer al debate y de no repetir lo que consideran más sonoro para el oído de la gente”, explica el experto.

De la misma manera, Arias expresa que se debe incluir y manejar un lenguaje que sea cercano con el electorado, pero sin querer imitar o ser como este.

“Ese afán de conectarse con el pueblo por recomendaciones de estrategas de campañas, que pueden saber mucho de publicidad, pero en comunicación política se mueven valores como lo simbólico, que representa el candidato en términos humanos y sus acciones, diferente a lo que algunas campañas están intentando vender como un producto”, plantea el analista.

Sin embargo, Valencia admite que no hay una serie específica de cánones de lo que los candidatos deben o no hacer.

“Eventualmente, cualquier recurso es bienvenido, recordemos que en algún momento el reloj que le regaló ‘Tirofijo’ a Pastrana fue un factor fundamental de su éxito y el video de una señora hablando de ‘Juanpa’ para referirse a Juan Manuel Santos, también tuvo un efecto”, asegura el analista Valencia.

Por su parte, Carlos Charry asegura que la ciudadanía también tiene la tarea de evitar o sancionar estas actividades populistas y “exigirles a los candidatos que hablen de sus propuestas, no de lo buenas personas que son o de las malas personas que son los contrincantes” en la contienda electoral.

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Detalles

Si bien la campaña electoral por la Presidencia solo se inicia oficialmente en diciembre, ya es común ver a varios precandidatos en visitas a las regiones, haciendo actos en plazas o ejecutando estrategias para ganar popularidad.

El docente de la Universidad del Valle Alberto Valencia predice que, debido al complejo panorama político, las estrategias de campaña que utilizarán los políticos van a ser más diversas que en los años anteriores.

De otro lado, la Fundación Pares ha registrado 62 hechos violentos en el marco de la campaña preelectoral, dejando un total de 79 víctimas. Antioquia y Valle son los departamentos con más casos.