Juan Camilo Camacho es un joven soñador de 19 años, nacido en la vereda Miravalle, ubicada en zona rural del municipio de Yumbo, y desde que cumplió la mayoría de edad hace parte del grupo de trabajo de AsoMiravalle Norte. “Las oportunidades en esta vereda son muy escasas, casi que nulas, gran parte de sus habitantes solo espera cumplir la mayoría de edad para migrar a Cali o a otra ciudad con más ofertas de empleo, o incluso realizar actividades ilícitas”, expresa con preocupación.
Este joven de tez morena y un afán latente por salir adelante desempeña labores de nutrición de plantas de cannabis en cosecha, poscosecha y producción, comanda personal y es el encargado de designar las labores en Asomiravalle Norte. “Juan Camilo tiene un plan de trabajo establecido semana a semana, además de ser el responsable de que todos cumplan sus labores, tiene un rol importante como coordinador de campo de acuerdo a la trazabilidad y estandarización que exige el ICA (Instituto Colombiano Agropecuario)”, enfatizó Carlos Martínez, gerente de producción de AsoMiravalle Norte.
Con la aprobación en Colombia de cultivos de cannabis medicinal en el año 2016, AsoMiravalle Norte se convierte en la primera asociación de pequeños y medianos productores de cannabis medicinal en obtener, en el 2018, la licencia de cultivo de cannabis, producción de grano y semilla, producción de derivados y fabricación de productos industriales.
Está empresa ubicada en la Vereda Miravalle, corregimiento de San Marcos (Yumbo), saca provecho del clima templado y de los invernaderos bautizados con los nombres de varios de los socios del proyecto. “Acá todos somos familia; en el momento está constituida por 16 familias beneficiadas directamente y más de 10 indirectamente; actualmente también es generadora de empleo para 8 mujeres cabeza de familia y 7 hombres, entre jóvenes y adultos, pero esperamos llegar a muchas más”, indicó Martínez.
Fedesarrollo señaló que el sector del cannabis en Colombia genera en promedio 17,3 empleos agrícolas formales por hectárea y podría generar 7.772 para el año 2025.
Como él, Olga Inés Restrepo, madre cabeza de hogar, es otra de las beneficiadas con estos cultivos; “este proyecto para nuestra comunidad es lo mejor que nos ha podido pasar; como mujer rural, le ha dado empleo a muchas mujeres de mi comunidad y se ha convertido en una oportunidad muy valiosa, porque no solo nos dan el sustento para nuestras familias, si no que también nos han capacitado, convirtiéndose para nosotros en una mata sagrada”, destacó.
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Para Olga, el cannabis medicinal ha cambiado su vida y con gran orgullo menciona que estos cultivos además de aportar al mundo salud y bienestar en el ecosistema, son una de las industrias que más mano de obra requieren y espera que este proyecto se expanda por toda Colombia para generar más oportunidades de empleo y acabar con el tabú de esta planta.
Para 2025 AsoMiravalle norte busca generar 296 empleos directos en la vereda, y expandir sus cultivos para lograr exportar a diferentes partes del mundo, dejando en alto el Valle del Cauca como una de las pioneras en impulsar este sector.
Según un estudio de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo) el sector del cannabis en Colombia genera en promedio 17,3 empleos agrícolas formales por hectárea y podría generar, en total, 7.772 nuevos puestos de trabajo para el año 2025 y 26.968, para el 2030.
La Asociación Colombiana de Industria de Cannabis (Asocolcanna), dice que
el sector exportó el año pasado productos por unos cinco millones de dólares.
¿Qué es el cannabis medicinal?
La marihuana medicinal también llamada cannabis medicinal es un derivado de la planta Cannabis sativa, “la flor del cannabis contiene sustancias conocidas como el cannabidiol o CBD componente no psicoactivo que dándoles un buen manejo pueden ser usados para productos cosméticos, medicinas e incluso ayudar en la recuperación de personas con afecciones neurológicas como: alzheimer, demencia, parkinson, esclerosis múltiple, epilepsia, derrame cerebral, lesión cerebral traumática; enfermedades de la piel como el acné y la dermatitis, y enfermedades neuropsiquiátricas”, puntualizó Martínez.
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A diferencia de estas, la marihuana ilegal es una mezcla de hojas secas, flores, tallos y semillas del cáñamo, “esta planta contiene una sustancia química que altera la mente llamada delta-9- tetrahydrocannabinol, que a comparación del cannabis medicinal presenta un nivel más elevado y cero controlado”, explicó Martínez.
Colombia busca convertirse en un proveedor de materia prima y productos que puedan satisfacer la demanda y dejar atrás la relación que tuvo la planta con la violencia del narcotráfico, asumiendo el control y la regulación de las actividades de cultivo, producción, fabricación y transformación del cannabis con fines medicinales y científicos bajo la normatividad de la Ley 1787 de 2016 y el Decreto 613 del 10 de abril de 2017.