La ciudad de Cali contaba, al cierre del año 2020, con 253.226 micronegocios, según información del Dane. Estos son unidades productivas de menos de 9 trabajadores. Frente al 2019, la capital del Valle perdió 10.875 de estos micronegocios, pues para el año 2019 contaba con 264.101.
La crisis que vivieron el país y la región el año pasado hizo que se perdieran 50.000 empleos que se generaban en este tipo de actividades y que los ingresos de estas microempresas bajaran casi el 50 %. En 2020 los negocios de los caleños reportaron ingresos por $4,9 billones, un año atrás habían sido de $9 billones.
¿Cómo son estos establecimientos?
El Dane hizo una caracterización de los micronegocios en la capital del Valle. El sector que más genera iniciativas de este tipo es el de servicios con 135.734 unidades, le sigue el comercio con 83.000 unidades productivas. Asimismo, se evidencia que el 36 % de estos micronegocios, es decir 90.889, tienen más de 10 años funcionando y el 12,2 % menos de un año. Además, el 56,5 % de estos pequeños establecimientos tienen como propietario un hombre, el resto lo lideran mujeres. El 29,2 % de las unidades productivas que hay en Cali fueron creadas porque sus propietarios lo identificaron como una oportunidad de negocio y el 33,8 % no tenía otra opción de ingresos.
Rodrigo Varela, exdirector del Centro de Desarrollo del Espíritu Empresarial, Cdee, de la Icesi, recordó que los micronegocios son actividades que la gente crea con el propósito de atender sus necesidades básicas y lo que busca es obtener el sustento familiar, y generalmente tiene unas condiciones mínimas para desarrollarse.
Por eso considera que desde el punto de vista social son muy importantes porque muchas de las personas que tienen estas iniciativas no están en el mercado laboral porque no tienen la oportunidad o no les gusta y encuentran un camino alternativo para realizarse profesionalmente y personal, y “es un camino válido”.
“Los negocios de subsistencia siempre van a existir aunque no son estos los que van a cambiar el país, son parte del sistema, por eso hay que apoyarlos, pero también se deben impulsar los negocios de alto crecimiento y base tecnológica con gran potencial de expansión. Son dos clases de emprendimientos que no se pueden comparar”.
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Por ejemplo, destacó que mientras pueden surgir una o dos empresas de alto potencial de crecimiento en los mercados locales e internacional, hay mil micronegocios que juntos suman empleos e ingresos para sus familias.
“Se dice que Estados Unidos hay 8000 elefantes, referidos a estos desarrollos de base tecnológica con gran crecimiento, mientras hay 9 millones de ratones, micronegocios. Su papel en la sociedad se equilibra. Hay que crear mecanismos de apoyo para tener empresas de alto impacto, pero hay que entender que esas son pocas y hay que propender porque las pequeñas mejoren y se formalicen”, afirmó el académico.
Otras características
Según el informe del Dane, 177.371 de los micronegocios que tenía Cali para el año 2020 fueron creados con ahorros personales, solo 10.385 nacieron con préstamos bancarios.
El 31 % de estas pequeñas unidades productivas funcionan en la vivienda del propietario y el 15,2 % en talleres, oficinas o consultorios; un 13,2 % son ambulantes en sitios descubiertos. Asimismo, el 11,9 % de los propietarios de estos negocios aportan a salud y pensión, 80 % no hicieron ningún aporte.
El informe también destaca que el 2,1 % de los micronegocios en Cali emplean entre 4 y 9 personas, mientras que el 83,6 % solo a una persona.
Solo el 2,8 % tiene página web, aunque el 67 % cuenta con internet.
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Impacto
Para Carlos Andrés Pérez, director Económico y de Competitividad de la Cámara de Comercio de Cali, la dinámica de renovación del registro mercantil en lo corrido del año, al ser comparada con las cifras del primer trimestre de 2019, revela que, en general, las microempresas se han visto más afectadas por cuenta de la pandemia y las medidas de contención adoptadas para intentar contener la propagación del virus.
“A esto se debe sumar que existen muchas microempresas informales que no logramos monitorear a través de los registros de las cámaras de comercio y no pueden acceder a los programas de apoyo otorgados a las empresas formales. En términos sectoriales, las microempresas relacionadas con el comercio, el expendio de licores y los micronegocios ambulantes, como son catalogados por el Dane, han tenido las mayores restricciones de operación”. Por eso dice que hay que pensar medidas de contención del virus que no afectan estos negocios.