La posibilidad de aumentar la edad de retiro para hombres y mujeres prendió el debate en el país, donde algunos analistas se muestran incluso partidarios de igualar la edad de pensión de vejez para ambos sexos.
En Colombia, las mujeres se pensionan a los 57 años y los hombres a los 62, mientras que en la mayoría de países desarrollados la jubilación llega a los 65 años.
Argumentos como que la expectativa de vida de los colombianos ha aumentado y que el país tiene las edades de pensión más bajas del mundo han alentado la discusión sobre la necesidad de equiparar la edad de retiro a la de España, por ejemplo, (65 años).
Sin embargo, Adriana Paredes, consultora especialista en pensiones, asegura que las condiciones sociales y económicas de Colombia son muy diferentes a las de los países del primer mundo.
“Si bien es cierto que hay que hacer algunos cambios de tipo paramétrico, yo siempre he opinado que no es necesario reformar la edad de pensión en nuestro país, porque no tenemos las condiciones que pueden tener los países del primer mundo, donde la relación de ancianos versus la población joven es mucho más alta”, indicó.
Además, mientras en el país ibérico la expectativa de vida es de 83 años, en Colombia solo llega a los 74 años.
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Paredes se mostró más partidaria de aumentar la tasa de cotización manejar de una forma diferente de tasa de reemplazo (disminuir la actual), así como de liquidar la prestación económica.
“Una persona que se pensione en un fondo privado obtiene una prestación económica más o menos entre el 25 % y el 35 % de su ingreso base de liquidación, mientras que en Colpensiones el promedio es más o menos del 65 % y el tope puede llegar hasta el 80 %. Creo que se podría modificar un poco esto y la forma de liquidar la prestación económica que se hace sobre el promedio del salario de los diez últimos años”.
Según la experta, si se tomaran como base los últimos quince o veinte años o toda la vida laboral sería un poco más justo para los cotizantes y se podrían generar recursos suficientes para garantizar una protección a la vejez.
Aseguró que no se pueden equiparar las condiciones de los países desarrollados, donde las personas se pensionan a una mayor edad, por cuanto los beneficios en salud, educación y vivienda son mucho mejores.
Agregó que no está de acuerdo en igualar la edad de pensión de hombres y mujeres, porque la carga de trabajo de ellas es mayor, ya que muchas, luego de terminar su jornada laboral, deben hacerse cargo de la casa, sin recibir ninguna contraprestación.
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Marcelo Duque, director de Cómo Me Pensiono, coincide con Paredes en que por ahora no es conveniente aumentar la edad de pensión, porque, en las circunstancias actuales, para una persona mayor de 50 años es muy difícil acceder a un empleo formal y esto podría llevar a que haya menos cantidad de personas pensionadas y terminaría agravando el tema social.
Duque planteó que solo si la economía creciera durante cuatro años seguidos y hay generación de empleo formal sostenido, se podría aumentar la edad de pensión en el país.
“Eso se conoce como estabilizador automático. Es decir, si un indicador económico es muy bueno y hay generación de empleo, uno puede decir en cuatro o seis años aumento la edad, pero en este momento no”, reiteró.
Adicionalmente, recalcó que una reforma pensional debe ir de la mano de una reforma laboral que genere mayor empleo formal y permita a las personas cotizar a la seguridad social.
Dijo también que otro aspecto a tener en cuenta es que las mujeres viven hoy más que los hombres. Por eso, tarde o temprano habrá que aumentar la edad de retiro en el país.
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Sin embargo, también se mostró en desacuerdo con igualar la edad de pensión para unos y otras, puesto que se debe tener en cuenta la condición de maternidad en las mujeres, que hace necesario que tengan un tratamiento especial para protegerlas. Además, ellas no tienen las mismas posibilidades de acceder a un empleo estable que los hombres.
Aumentar la edad, afirmó Du que, haría que menos cantidad de mujeres se pensionen.
“En muchos países, como Estados Unidos y España, es igual la edad de pensión para hombres y mujeres, pero son condiciones económicas y sociales diferentes a las nuestras. Además, allá no han tenido un conflicto interno como el nuestro”, repuso el experto.
Aumentar e igualar la edad
Adriana Camacho, profesora de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, se mostró de acuerdo con equiparar la edad de pensión para hombres y mujeres.
Según explicó, la idea inicial de que las mujeres se pensionaran mucho antes era para devolverles una especie de deuda histórica, ya que a raíz de los embarazos muchas debían salir del mercado laboral y el derecho a la pensión se alejaba.
“Sin embargo, la edad de pensión no nos ha ayudado porque las semanas de cotización siguen siendo las mismas, es decir, yo debo conseguir 1300 semanas cinco años antes que los hombres”, anotó.
La docente conceptuó que sería bueno unir la edad de manera paulatina, sobre todo con la aparición del género no binario y transgénero.
Sería algo interesante y sobretodo más ajustado a la realidad actual, en la que cada vez más hombres comparten las responsabilidades domésticas con sus parejas, consideran muchos expertos.
Mientras, la docente de la Universidad del Rosario agregó que si bien este planteamiento no le va a gustar a las mujeres, se trata de una propuesta seria, ya que muy pocos países tienen esa diferencia de edad entre hombres y mujeres.
Respecto a cuál sería la edad justa o ideal para pensionarse, la analista reiteró que debe guardar una relación directa con la composición demográfica de la población que se va a pensionar.
“Se debe tocar la edad, aunque el presidente Petro ya descartó algo tan importante y tan necesario, diciendo que primero renuncia. En la medida en que una política pública se construya y permanezca en el tiempo siendo financieramente articulada y organizada, además de que se le dé una garantía jurídica a los ciudadanos de que el Gobierno de turno no la modifique, se podrá llevar a cabo”, dijo.
Entre tanto, Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, indicó que hay dos parámetros más relevantes en la reforma pensional que la edad de jubilación.
Son ellos la tasa de reemplazo, es decir cuál va a ser el tamaño de la pensión frente al ingreso promedio que se calcula del trabajador, y, por otro lado, en cuánto tiempo se calcula ese ingreso promedio, que hoy en Colombia son los últimos diez años.
Según Mejía, la edad no debe ser la discusión de fondo, sino cuál va a ser el conjunto de parámetros sobre los cuales se calcula el beneficio pensional que va a disfrutar un trabajador.
“Para las personas más pobres sería justo complementar ese beneficio con un pilar básico no contributivo, que es un auxilio monetario para la vejez, que se entregaría a los hogares más pobres, y el cual no dependería de ningún tipo de contribución que se haga durante la vida laboral. Es un auxilio similar a Colombia Mayor, pero con un monto mayor”, anotó.
Y reiteró: “Si se logran ajustar estos dos parámetros de manera razonable y gradual, indudablemente va a haber una caída importante en el pasivo pensional en cabeza del Estado”.
1300 semanas se requieren en el régimen público para pensionarse, mientras que en el privado son 1150 semanas.