Ronald Mayorga, secretario de Cultura de Cali, dialogó con El País sobre el estado del monumento a Sebastián de Belalcázar, derribado en el marco del paro nacional del año pasado. El funcionario asegura que la estatua debe ser instalada de nuevo, pero aún no hay fecha exacta.
Por otro lado, Mayorga se refirió a la creación de otros monumentos que puedan reivindicar el mestizaje y las raíces indígenas de la ciudad.
“La columna estructural de nuestras miradas es el respeto, debemos entender que hay otro distinto a mí, y sobre eso estamos en una tarea juiciosa interna con los equipos”.
La semana pasada se dio a conocer un decreto que ordenaba la instalación de la estatua ya restaurada, ¿cuándo volverá a ser instalada?
Yo creo que pronto. Me parece importante contarles a los caleños todo lo acontecido, porque hay que derribar mitos y mentiras. Esta ha sido una situación compleja. Lo primero, es que lo que ocurrió en abril del año pasado hay que leerlo como un fenómeno mundial. En el mundo se han derribado muchas estatuas y Sebastián de Belalcázar no ha sido la única.
Nos ocurrió acá y lo que empezó a partir de ahí es muy interesante, porque toda la ciudad tenía que ver con la estatua y se abrió una conversación que nos debíamos en la ciudad.
La Secretaría de Cultura después de esto desarrolla varias tareas. Este es un bien patrimonial, entonces nos compete su protección y se establecieron demandas por el derribamiento. En ese momento estábamos en furor y se adelantaron diálogos, pero no fue posible llegar a acuerdos. Incluso, las conversaciones en la mesa fueron muy tensas.
Y en temas de protección del monumento fue buscar que la aseguradora pagara la restauración, porque los monumentos de la ciudad a cargo de la Secretaría están asegurados. Aparecieron noticias que no eran ciertas, porque se decía que los caleños iban a pagar esa restauración, pero no fue así. El costo fue de unos 290 millones de pesos y eso lo asumió la aseguradora.
Hubo un señor que en un video dijo que la restauración costaba 25 millones y fue una salida desinformada y desafortunada.
Llegamos al punto en el que el monumento ya está restaurado y se emitió un decreto que nos ha dirigido varias acciones. La fecha de reinstalación no la define la Secretaría de Cultura sino que es una mesa intersectorial donde están los organismos de control y la fuerza pública, para que estén dadas las condiciones de seguridad y no la vuelvan a tumbar, porque en ese caso la aseguradora no pagaría la restauración.
Creemos y estamos poniendo nuestro esfuerzo en convertir la cultura y los procesos que existen en Cali en una plataforma para encontrarnos”. Ronald Mayorga, secretario de Cultura
Hay quienes piensan que a la situación se le ha dado un manejo político desde la Alcaldía de Cali, porque sí se han brindado las condiciones para el Monumento a la Resistencia, pero no para el de Sebastián de Belalcázar. ¿Qué tan cierto es esto?
El proceso de restauración y la aseguradora es algo que está escrito y documentado, entonces no es cierto. Las conjeturas son totalmente válidas, pero la Alcaldía ha dicho que Sebastián volverá a su pedestal.
No podemos dar fecha porque es la restauradora la que está haciendo el trabajo, pero la estatua volverá y además lo hará con una placa que nos permita contar su historia. Estamos haciendo el ejercicio de convocar a historiadores y técnicos para la construcción de esa placa.
“En este momento estamos entendiendo nuestras realidades sin olvidar lo que ha sido pandemia y el estallido social del año pasado. Hay que aprovechar lo que nos dejaron estas experiencias para que construyamos nuevos diálogos”. Ronald Mayorga, secretario de Cultura.
En los acercamientos que han tenido con habitantes del sector y manifestantes, ¿piensan que puede estar la intención de volver a derribar la estatua?
Estamos en un momento complejo de la historia, en medio de un proceso electoral y es necesario que se den las condiciones. Esto no me corresponde a mí, pero se harán conversaciones para que entre todos construyamos el plan de reinstalación del monumento.
¿Cómo podríamos imaginar que sería la seguridad para el monumento, más allá de la Policía?
Lo que pasa es que no me corresponde a mí hablar de ese tema porque para eso está la Secretaría de Seguridad y Justicia. Nosotros tratamos de tener las conversaciones para que ese cuidado se pueda dar. Por ejemplo, hay propuestas que hablan de robustecer y pensar qué otras condiciones puede tener ese espacio de Sebastián de Belalcázar para que no vuelva a suceder lo que ocurrió.
Se habló en su momento de otro monumento que reivindicara el mestizaje y las raíces indígenas. ¿Cómo avanza eso?
Va muy bien. Hemos tenido conversaciones y encuentros con activistas de la comunidad indígena y de los cabildos y comunidades afro para entender un poco y para co-crear. Nos hemos encontrado con miradas a las que les interesa el monumento, pero también que se pueda hacer la casa de los pueblos indígenas o que si se hace el monumento sea en un parque y se permita que el fin de semana haya circulación de las comunidades indígenas y su música, porque muchos asumen que la Loma de la Cruz es para eso, pero no, eso ya requiere un espacio distinto.
Las comunidades afro han dicho que sí les interesa un ejercicio de reivindicación y allí se ha generado también una mirada muy interesante, y es que puede resultar problemática la elección sobre qué estaría representado en ese monumento, porque si es el nombre de una persona ponerse de acuerdo sería muy complejo. Entonces no necesariamente un monumento debería ser una persona, sino que puede ser la representación de una idea o un concepto, por ejemplo el de la libertad o la migración de mujeres del Pacífico a Cali. Estamos en un ejercicio de revisar espacios, hemos hablado del Cerro de la Bandera.
Con el monumento de la resistencia mucha gente empezó a decir que si a alguien se le ocurre poner un monumento en cualquier lugar de Cali, lo puede hacer. ¿Qué decir al respecto?
Por supuesto que la instalación de un nuevo monumento en la ciudad requiere de permisos y un proceso. Nosotros nos hemos encontrado análisis muy interesantes. Tenemos un proyecto dentro de la Secretaría que es la recuperación de la memoria de la ciudad por zonas y el año pasado un ejercicio de un sociólogo nos sorprendió, porque descubrimos que la aparición del Monumento a la Resistencia no debería leerse a partir del estallido, sino a partir de cómo los pelados, sobre todo en Aguablanca, han crecido viendo monumentos de artistas plásticos que se han instalado allí.
Cambiando de tema, ¿Cómo están diseñados los eventos culturales de Cali en lo que queda del año?
Volveremos a las fechas tradicionales. La pandemia ha cedido un poco y esto nos permitirá instalarlos de nuevo en la agenda popular, pero queremos proponer más cosas. Vamos a presentar en junio un festival que se llama ‘La Sucursal Fest’, que será un evento para las artes que no estaban incluidas en las demás festividades y coincide además con la semana de la diversidad sexual.
Son alrededor de once festivales y hay unos muy bellos: Sucursal Fest, Festival Mercedes Montaño, Festival de Teatro, de Poesía, Feria del Libro, Festival de Cine, Festival Mundial de Cine, que tendrá nuevo director, además aparece un proyecto que es La Cumbre de la Salsa.
Este evento será en julio y representará un gran encuentro de autoridades y especialistas de la salsa. Queremos traer a expertos de la industria musical, plataformas digitales y procesos de creación para conversar con ellos y para ver cómo a partir de allí surgen nuevas ideas.
¿En qué va el proceso de demolición de las obras no aprobadas en el proyecto de la Sagrada Familia?
Hoy todo ese tema está en cabeza del Departamento de Planeación Municipal. Nuestra tarea ha sido emitir conceptos sobre lo patrimonial del bien. Incluso, la anterior secretaria tomó una decisión sobre la preservación patrimonial y esa es nuestra misión principal. Ojalá podamos tener rápido una solución para esta problemática.