Durante los primeros meses del 2021 la economía colombiana empezó a recuperarse de uno de los años más difíciles que ha vivido el país como fue el 2020, por la crisis que dejó la pandemia.
Y aunque el paro nacional, y en especial los bloqueos, le pusieron una piedra en el zapato a esa reactivación que se traía del primer trimestre, hay motivos para pensar que la economía no se frenará y, por el contrario, tendrá una aceleración.
Es así como diferentes centros de pensamiento han modificado sus pronósticos, los cuales indican que el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia crecería este año entre 6,0 % y 7,6 %, esta última es la proyección de la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
Son varios los motivos para hacer esta apuesta. En primer lugar, dice Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, la base del optimismo sobre el crecimiento económico está relacionado con el mejoramiento de las expectativas de los países de la región, en especial de los socios comerciales de Colombia.
Eso implica un “elemento muy importante que es el jalonamiento de la actividad productiva por mayor demanda de productos”. Esto significa que las exportaciones colombianas pueden crecer y con ella la industria.
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El PIB de Estados Unidos podría repuntar este año 7 % y el consumo de este país está al alza. Esto es importante porque el 30 % de las exportaciones nacionales van a ese territorio.
La segunda razón para ser optimistas tiene que ver con la reapertura general de las economías regionales, es decir, no hay más restricciones y hay un buen avance en el plan de vacunación. A esta fecha hay 18 millones de colombianos con una dosis de la vacuna.
“Superada la incertidumbre de lo que podrían significar las medidas restrictivas que se implementaron en abril para hacer frente al tercer pico de la pandemia, consideramos oportuno ajustar nuestra proyección de crecimiento de 4,3 % a 6,6 %. No sin antes advertir que todavía nos resta ver el impacto que tendrá el paro nacional en los resultados de mayo”, dijo Mauricio Santa María, presidente de Anif.
Esta entidad también basa su pronóstico en que los sectores de recreación, comercio, transporte y turismo, industria y comunicaciones tendrán mejores desempeños este año.
La tercera razón para esperar un mayor crecimiento del PIB nacional son los mejores precios del petróleo y del café, dos productos claves en la canasta exportadora del país. El Brent sigue por encima de los US$75 por barril y si se mantiene en ese valor el país podría tener mayores ingresos, por impuestos que pagan las empresas del sector y por la venta de crudo.Según el Dane, en mayo las exportaciones totales crecieron 39,4 % y las de combustibles, 66 %. Asimismo, las ventas externas del café repuntaron 21,9 % entre enero y mayo, lo que le dejará al país más ingresos y divisas.
Y el cuarto punto tiene que ver con la reactivación del gasto de los hogares y de la inversión. “El consumo privado ha seguido registrando un sólido ritmo de recuperación en los últimos meses, avanzando 3,1% en el primer trimestre del 2021 y las compras totales de los hogares (incluyendo artículos usados) crecieron 3,8% al mes de mayo”, señaló un informe de Credicorp.
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Cálculos de la firma Raddar indican que el consumo de los hogares en el PIB crecería este año 6 % y en los datos de que produce la firma algo cercano a 4 %. “En el caso del PIB es bueno, más no se recupera el tamaño del gasto de 2019; lo que significa que el gasto por persona es menor que el de 2019 y 2020. Por otro lado, desde Raddar se puede ver que la compra de usados mueve mucho el consumo al igual que el canal tradicional”, afirmó Camilo Herrera, presidente de Raddar.
Adicionalmente a esto, la economía nacional estará impulsada por los esfuerzos de Gobierno por inyectar dinero en infraestructura y vivienda. Se estima que este año se ejecutarán $8 billones en vías y los subsidios para compra de vivienda han hecho que las ventas vayan muy bien. Este año podrían comercializarse unas 180.000 unidades, lo que se verá posteriormente en obras y empleo.
Según cálculos de Anif, los hogares perdieron $31 billones en ingresos en la pandemia y el Gobierno logró tapar la mitad de ese hueco con los subsidios.
Estrategias de empleabilidad
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, considera que para mantener el crecimiento son necesarias varias decisiones: la extensión de los apoyos a familias pobres durante el segundo semestre del año. Que 2,7 millones de hogares reciban ayuda implicaría una inversión de $2,3 billones; la extensión del subsidio a la nómina para empleos formales y un plan de empleo público de emergencia focalizado en menores de 28 años. “Todo lo que se pueda hacer para generar empleo es fundamental, no nos sirve crecer al 7 % si la tasa de desempleo no mejora porque esta es la forma de reducir la pobreza”, destacó el investigador.
La economía colombiana cayó en 2020 6,8%, por los efectos que tuvo la cuarentena por el covid en los diferentes sectores productivos, en especial en comercio.
Los riesgos de la economía
Dos firmas calificadoras, primero Standard & Poor’s y ahora Fitch Ratings le quitaron el grado de inversión a Colombia por el deterioro de las finanzas del país. Colombia tiene un nivel de endeudamiento público del 60 % del PIB y un déficit fiscal del 7 %, es decir que el Estado gasta más dinero del que le está ingresando. De ahí la importancia de la reforma tributaria.
Carlos Sepúlveda, director de Economía de la Universidad del Rosario, considera que no tener grado de inversión implica una disminución en los recursos de inversión que llegan al país, “esa calificación genera salidas de dinero de inversionistas que buscan economías seguras y también reduce la llegada de nuevos capitales que podrían potenciar el crecimiento y con seguridad tiene implicaciones en la variación del PIB”.