La capital del Valle del Cauca cerró el año 2021 con un puntaje de 6,34 (sobre 10) en su desempeño competitivo y se ubicó en el cuarto lugar entre las 32 capitales de departamento, por detrás de Bogotá, Medellín y Tunja.

Así se desprende del análisis elaborado por el Consejo Privado de Competitividad (CPC) y la Universidad del Rosario, de Bogotá, sobre el Índice de Competitividad de Ciudades (ICC) presentado la semana pasada.

La información recogida por dichas entidades revela la senda que siguieron los indicadores económicos y sociales de las ciudades después de la crisis generada por el covid-19.

El índice de competitividad estudia trece elementos o pilares. Ellos son: el desempeño de las instituciones públicas, la infraestructura, la adopción de Tecnologías de la Información, la sostenibilidad ambiental, la salud, la educación básica y media, la educación superior y formación para el trabajo, el entorno para hacer negocios, el mercado laboral, el sistema financiero, el tamaño del mercado, la sofisticación y diversificación del mercado y la innovación.

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En términos generales los resultados muestran que la ciudad número 1 es Bogotá, con un puntaje de 7,82; le siguen Medellín, con 6,97; Tunja, con 6,41 y Cali, en el cuarto lugar, con 6,34.

Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario, explicó que la publicación destaca que, si bien, en 2021 se observó una tendencia generalizada de recuperación en las ciudades, lo cierto es que no todas lo hicieron al mismo ritmo.

Por ejemplo, se observa una ampliación en las brechas de desempeño entre ciudades en los pilares que guardan una fuerte relación con la reactivación económica. Entre estos, el pilar de mercado laboral.

Algo similar se presentó en los pilares de adopción TIC, salud, educación superior y formación para el trabajo, entorno para los negocios, tamaño del mercado, entre otros.

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Los resultados de Cali
En el pilar que mejor le va a la capital del Valle es en sofisticación y diversificación del mercado. Allí ocupa el primer lugar.

En relación con la atención y cobertura en salud obtuvo el segundo lugar, el cual comparte con el desempeño administrativo y transparencia en la contratación de las instituciones.
En contraste, Cali tiene grandes retos en educación básica y media, pilar en el que ocupó el puesto 26; en adopción de tecnologías de información ocupó el noveno lugar; en educación superior y formación para el empleo, el octavo lugar y en sostenibilidad ambiental el octavo puesto, señala el documento.

La ciudad ocupa el tercer lugar en el entorno para hacer negocios, pero salta al quinto lugar en mercado laboral y sistema financiero.

El director del Centro de Investigación en Economía y Finanzas, Cienfi, de la Icesi, Julio César Alonso, opina que “en Cali y su área metropolitana debemos trabajar mucho más en la educación básica y media. El problema de calidad es serio como ya se ha documentado en años anteriores por el Cienfi. La educación es uno de los pilares de la competitividad de una región y el mejor mecanismo para la movilidad social”, dijo.

Agregó que “la calidad de la educación básica y media en la ciudad debería ser la prioridad para mantener a nuestra ciudad competitiva”.
A su turno, Carlos Pérez, gerente General de la empresa de tecnología CentroNet, se refirió al tema del empleo.
“Cali continúa enfrentando desafíos en el frente laboral. La estructura productiva de la ciudad y el departamento siguen consolidándose en términos de diversidad y sofisticación, pero los jóvenes que ingresan al mercado laboral no cuentan con las competencias que demandan los sectores más dinámicos. En el caso del sector de tecnología, hay un déficit creciente de ingenieros en diferentes campos y de personas bilingües y buenas habilidades para el mundo corporativo. Se genera empleo, pero en muchos casos se deben buscar técnicos, tecnólogos y profesionales en otras ciudades del país”, señaló.
Ana Fernanda Maiguashca, presidente del Consejo Privado de Competitividad, señaló que “el diseño de buenas políticas públicas a nivel nacional requiere de evidencia, y su implementación debe basarse en resultados, más allá de sus motivaciones”.

6,34
fue el puntaje que alcanzó la capital del Valle en el Índice de Competitividad de Ciudades, ICC, en un rango de 1 a 10, en el año 2021, según el CPC.