La meditación es una práctica que ha acompañado al hombre desde la antigüedad en sus diferentes formas. Diversas personas la han adoptado como una práctica espiritual constante que les ha ayudado a tener mayor paz interior, tranquilidad y armonía, mejorando la relación consigo mismas, con su entorno, salud y longevidad.
Meditar es un espacio que “reserva para estar a solas con su ser interior diariamente. Por lo general hace citas de trabajo, familiares y sociales, qué le parece si empieza a tener una cita diaria para encontrarse con la persona más importante de su vida: usted”, dice Patricia Rosero, coaching espiritual.
Y añade: “En consulta me dicen ‘Patricia es que meditar es difícil, no logro poner mi mente en blanco’, y mi respuesta es que no se trata de poner la mente en blanco, sino de dejar pasar los pensamientos sin enfocarse en ninguno de ellos, concentrándose en la respiración”.
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Agrega que la clave está en que quienes empiecen a meditar vean esta actividad como un entrenamiento para su paz interior. “Puede comenzar a meditar solo cinco minutos al día y luego aumenta a 10 y va incrementando el tiempo, según la conexión que logre y los objetivos”. Aconseja ubicarse en un espacio tranquilo, sentarse en el suelo o en una silla, cerrar los ojos y empezar a respirar conscientemente, poniendo atención en la respiración sin centrarse en los pensamientos.
El 28 de enero Patricia Rosero dictará en Cali el Taller de Meditación ‘Rediseña tu vida desde la espiritualidad’, de 7:00 p.m. a 9:00 p.m.. Informes: 317 3720765. Crra. 27 No. 2-44. Piso 2. San Fernando.
1. Reduce el estrés.
“Esta es una de las grandes ayudas de la meditación, enseña a manejar el cansancio mental y físico derivado de la enorme exigencia. Dicho cansancio provoca irritabilidad porque al tener su mente congestionada y su cuerpo tensionado, la energía vital se obstruye; imagine un lazo con muchos nudos, eso es lo que le sucede física, emocional y energéticamente cuando padece estrés constante, puede ocasionar enfermedades y problemas emocionales. Esa sensación de no saber qué hacer frente a sus conflictos laborales, familiares o sentimentales va disminuyendo con la práctica de la meditación”, dice.
2. Mejora las relaciones interpersonales.
En la meditación se logra una conexión interior y luego con las personas con las que se relaciona diariamente. “La meditación constante da una nueva comprensión y entendimiento de la relación con su pareja, familia, jefe, compañeros de trabajo y entorno en general, puesto que con la nueva consciencia que adquiere se relacionas desde la aceptación del otro sin juzgarlo”. Permite reconocer al otro y ponerse en su lugar para tratar de entender sus comportamientos sin engancharse en conflicto.
3. Más productividad.
Para Rosero es claro que, al meditar a diario, la mente descansa de pensamientos de intranquilidad porque se logra presencialidad, es decir, que no se gasta energía yendo al pasado para culparse, ni al futuro para angustiarse por lo que aún no ha sucedido. “La meditación permite reconocer sentimientos negativos que han amarrado su corazón por años, ves que el miedo, la culpa y la preocupación que lo han acompañado ya no deben seguir con usted. Reconoce que tiene mucho para ofrecer desde su nueva consciencia y realiza mejores elecciones como evitar enojarse y estresarse porque malgasta su energía vital”.
4. Paz interior.
Con la meditación, explica la experta, se le enseña al cuerpo y a la mente a permanecer en un estado de calma y silencio activo. “No es una labor sencilla, pero con la práctica se logra. Estar en medio del ruido y el estrés impide que se relacione con su ser interno. Cuando abandona el contacto consigo mismo es fácil perderse en el afuera y dejarse llevar por lo que ofrece el exterior que no suma a su paz y lo hace presa del sufrimiento, de lo que no puede obtener y controlar.
Al relajar su mente a través de la respiración lenta y profunda, se experimenta paz interior, tranquilidad a nivel mental y espiritual. Es cultivar un espacio de reposo donde se puede acudir en cualquier instante para recargarse de energía”, dice.
5. Aumenta el amor propio.
Para la experta, la meditación genera un espacio de introspección donde empieza cada uno a reconocerse como una persona valiosa, merecedora de bienestar y sobre todo renace en usted el primer amor, que es consigo mismo.
“Llega a la comprensión de que el valor que usted mismo se da es lo más importante. Quien llega a usted es un reflejo de su interior”, explica.
Y añade que “en el estado de tranquilidad y equilibrio que genera la meditación permanece en un estado de sentirse bien consigo mismo, de amarse y respetarse y, desde ese amor, elimina pensamientos negativos, cambia comportamientos autodestructivos y realiza actividades para su tranquilidad, es decir, al reconocer su gran valor invierte más en usted, en su desarrollo espiritual y emocional”.
6. Mejora la salud.
Para la coach, cuando se está por fuera de la tranquilidad “se ha salido de su centro, que es la paz interior, y normalmente eso obedece a situaciones que vive a diario en su trabajo, pareja o familia, con lo cual llegan las preocupaciones, la ansiedad, el estrés y todo un cúmulo de situaciones que pueden ser la causa de enfermedades, porque cuando altera sus pensamientos y emociones obliga a su cuerpo a trabajar en condiciones desfavorables, no duerme bien, perturba su sistema nervioso, congestiona su organismo y pierde su energía. Así su cuerpo se agota y en ocasiones debe recurrir a medicamentos”. La meditación permite salir de los estados de adrenalina que son enfermizos; con la respiración y la serenidad se genera un alto nivel de energía que desbloquea órganos y canales energéticos a donde antes no llegaba la energía vital.
7. Descubra quién es.
”¿Quién soy?” Generalmente a esta pregunta las personas responden identificándose con su nombre, profesión u oficio: ‘Soy Sebastián, soy Sofía, soy ingeniero, soy abogada, soy docente’, pero resulta que ese es un rótulo que no define en realidad a la persona. “Al meditar irá descubriendo su verdadero ser, la real esencia de su alma que es el amor y la paz, tendrá un sentido de vida más profundo e identificará claramente cuál es la misión de su vida, el para qué está en el mundo. Reconocerá que es un ser completo que no necesita nada del exterior y empezará a apreciar su vida como un milagro. La quietud y el silencio de la meditación facilitan el autodescubrimiento, se da cuenta del poder que habita dentro de usted, aprecia la cantidad de energía que tiene”, dice Rosero.
8. Más flexible.
Con la práctica frecuente de la meditación se entrena la mente para una nueva consciencia. Uno de los beneficios es comprender con mayor facilidad y empezar a considerar que existen otros puntos de vista y soluciones para determinada situación.
“Las personas reconocerán en usted a alguien más calmado y reflexivo que reacciona desde comportamientos más maduros. Por ejemplo, una mujer que asistió a uno de mis talleres me compartió que un día su esposo le dijo algo que a ella la incomodó mucho y que en otro momento ella hubiera reaccionado enojándose porque era muy inflexible, sin embargo, ella eligió ir a meditar y entender qué era lo que estaba pasando con esa emoción de rabia, se tranquilizó y regresó para continuar la conversación con su pareja”.
9. Encontrar respuestas.
Patricia Rosero explica que al meditar frecuentemente la persona posee una sabiduría interior que se potencializa en la quietud y el silencio y que permite recibir respuestas desde el yo profundo, sin necesidad de recurrir a nadie externo. “La respuesta no llega en voz, es un proceso intuitivo acompañado de sensaciones de paz y certeza sentida, puede que al intencionar su meditación y con el transcurrir de los días reciba un mensaje sutil que vibra en su corazón, puede ser a través de una canción que escuchó, un libro que le mencionaron, una conversación con alguien o un pájaro que contemple, es decir, son respuestas nobles que acepta fácilmente porque en su interior sabe que eso que está percibiendo definitivamente viene dirigido a usted como respuesta a su intención”.
10. Soltar los apegos.
“Muchas personas que atiendo en consulta llegan por dependencia emocional en relaciones tóxicas y cuando realizan esta práctica, algo dentro de ellas va cambiando al entender que son seres completos y valiosos, que no necesitan más sufrimiento en sus vidas y renace un agrado por estar con su propia presencia en su espacio de soledad interna donde encuentran paz. Todo lo anterior es un proceso; sin embargo, los resultados van apareciendo. Se da cuenta que esa inclinación excesiva que tenía hacia una relación tóxica va desapareciendo, empieza a disfrutar tanto de usted que comienza a renunciar a la dependencia emocional y adquiere el hábito de no apegarse mal a nada”, puntualiza.