Este lunes, 16 de mayo, se cumplen nueve años de haber sido inaugurado el Bulevar del Río, otrora Avenida Colombia que hoy yace sumergida, (justo debajo del bulevar), convertida en el túnel urbano más largo de Colombia.

El lugar fue construido en el 2013, a orillas del río Cali, en el centro histórico de la ciudad, donde convergen algunos de los sitios más emblemáticos como La Ermita, el edificio Coltabaco, el Puente Ortiz y el Parque de los Poetas, entre otros.

Esta zona que fue concebida como lugar de encuentro y esparcimiento para las familias, amigos y turistas, hoy ve amenazada su tranquilidad por fenómenos que generan inseguridad como venta y consumo de estupefacientes, al igual que de licor, y la presencia de habitantes de calle.

Tayron Palacios, propietario del restaurante Ancestral, en la Calle 9, dice que es urgente regular el consumo de alcohol en el espacio público porque, señala, si el bulevar es un corredor turístico, un espacio para todos, no es adecuado que un solo grupo de usuarios (los que beben en exceso) se apropien de él.

“El lugar ha tomado un giro que es solo venta de licor, sobre todo en las calles 9 y 10. No estoy en contra de ello, yo también vendo licor, pero sí creo que la Alcaldía debe regular el consumo de estas bebidas en estos espacios”.

Otro grave problema son los habitantes de la calle, pues constantemente abordan a los clientes para pedirles dinero y cuando no les dan se enojan y hasta los agreden.

El comerciante reconoció que la Policía, con los grupos de Turismo y de Carabineros y patrullajes en bicicleta, viene realizando una importante labor para impactar delitos como la prostitución y venta de sustancias ilícitas, no obstante, dijo, es muy difícil controlar a los microtraficantes.

Dos jóvenes amigas, que departían la tarde de un jueves en uno de los negocios del bulevar, coincidieron en eso: pasa mucho habitante de calle lo que termina por incomodar.

Dicen también que regresan temprano a casa, pues después de cierta hora el lugar se queda muy solo, y como es tan grande, se pone peligroso.
Para Marcos Zambrano, propietario de un restaurante, el bulevar es uno de los sitios más bonitos de Cali. Por esta razón opina que la Administración y sus distintas dependencias, deberían darle toda la importancia turística que merece.

Pero, primero, considera que es necesario que tanto comerciantes como la Alcaldía se pongan de acuerdo sobre el manejo que se le debe dar a este espacio público, donde la gente no solo puede disfrutar de la brisa caleña, sino también de las aves y animales silvestres que hay sobre la ribera del río, además de actividades culturales y artísticas.

“Creo que se debe legislar sobre este espacio para regular estos temas. Asimismo, debería haber más restaurantes y bares que estancos, estos no pueden ser el prototipo de negocio que proliferen en el bulevar”, precisó.

Una pareja de esposos bogotanos, que recorrían el sector, manifestaron su temor en la zona de La Ermita por falta de iluminación. “No nos pareció seguro y salimos rápidamente de allí”, dijeron.

Lea además: ¿Se acaban los bicitaxis?: piden a la Alcaldía reglamentar su circulación

Frentes de Seguridad Turístico

Como respuesta a las inquietudes de la comunidad sobre la presencia de grupos o tribus urbanas que llegan al bulevar, algunos a consumir estupefacientes y licor, se creó el primer Frente de Seguridad Turístico de la ciudad.

El teniente Héctor Eduardo Espitia, comandante del Grupo de Protección al Turismo de la Policía Metropolitana de Cali, afirmó que, desde hace cuatro meses, se ejecutan unos planes específicos de trabajo con el apoyo de Policía de Carabineros y otras especialidades. El año pasado desarticularon una banda dedicada a la venta de sustancias ilícitas.

El resultado de estas operaciones se refleja en una disminución del 20 % en lesiones personales y del 60 % en hurtos. Igualmente, se han impuesto 300 comparendos por consumo y porte de armas blancas, resaltó.

Adicionalmente, con la Secretaría de Seguridad y Justicia vienen trabajando en mejorar la iluminación, pero se requiere también habilitar las cámaras de vigilancia para mejorar la percepción de seguridad en la zona.

Le puede interesar: "En junio iniciamos obras de la malla vial": Secretario de Infraestructura

Rechazan manejo del bulevar

El concejal Juan Martín Bravo aseguró que no habido un aprovechamiento económico del espacio público del Bulevar del Río como se pensó cuando se dio inicio a este proyecto.

Quienes lo vienen haciendo, aseguró, son los vendedores informales que “lo único que están fomentando es el consumo de licor que debería estar regulado, según lo establece la norma, en los espacios públicos”.

“Hoy no vemos una oferta para toda las edades, solo venta de licor; no hay una oferta cultural, ni artística y, al no haberla, después de las 6:00 de la tarde la gente va es a consumir licor y sustancias psicoactivas. Es un sitio para todo lo ilegal”, dijo.

Entre tanto, el concejal Fernando Tamayo afirmó que un lugar que fue pensando como sitio de encuentro, familiar y turístico, “está en riesgo de perder ese sentido esencial, porque después de determinadas horas está siendo usurpado por bandas, incluso, ciudadanos extranjeros que van a fumar drogas y a consumir licor”.

Añadió que le preocupa que desde la misma Alcaldía, se habilitan unos espacios permisivos de rumbas callejeras en inmediaciones del bulevar, que se convierten en detonante de hechos de violencia. Por eso, pidió mayor coherencia. “Si no generamos control en sitios aledaños no estamos haciendo nada, esta Alcaldía es totalmente contradictoria”.

Sobre la fiesta que se realiza en el centro, Jimmy Dranguet, subsecretario de Inspección, Vigilancia y Control, afirmó que solo se hace los viernes y, además, recalcó que se le está exigiendo ciertos requerimientos a vendedores y comerciantes para organizar la actividad, con el fin de otorgar un permiso en el futuro.

“Estamos exigiendo que tengan una ambulancia, que haya un encerramiento y un equipo de logística que garantice la seguridad de los asistentes. Con Secretaría de Cultura venimos trabajando para darle un perfil a esta reunión espontánea”. “No queremos acabarla, pero sí organizarla para que genere el menor impacto posible a la movilidad, a la tranquilidad y a la convivencia. Se haría cada quince días, si se autoriza”.

Lea aquí: Lo que se sabe sobre la escasez de tarjetas del MÍO en Cali

De otro lado, la secretaria de Desarrollo Económico, Liliana Sierra, anunció una inversión de $1000 millones para el embellecimiento físico del bulevar, en el interés de que la oferta gastronómica y comercial se eleve y haya, de esta manera, otro tipo de visitantes.

Lo anterior vendría acompañado de toda una estrategia de seguridad que incluye establecer un horario máximo de funcionamiento, adicionar más luminarias, así como pantallas led sobre los cilindros ubicados en la zona.

Para el historiador y arquitecto, Benjamín Barney, la que tenía un valor histórico era la Avenida Colombia, pero “con la construcción de ese 'supuesto' bulevar acabaron con ella”.

Mayor presencia

Las autoridades reclaman mayor presencia de las distintas dependencias que tienen incidencia sobre el Bulevar del Río como Bienestar Social, Movilidad y Salud, entre otras.

Si bien la Policía de Turismo realiza una labor importante para mantener la tranquilidad y seguridad del lugar, concejales aseguran que se requieren mayor patrullaje por parte de uniformados de la Mecal.

Para el historiador y arquitecto Benjamín Barney, el Bulevar del Río es un proyecto mal planteado, mal nombrado y mal ejecutado, pues los ventiladores ubicados en el centro impiden que se vea La Ermita al fondo y, del otro lado, los cerros de Cali.