La posibilidad de que uno de los operadores del MÍO saliera de circulación, lo cual ya fue descartado por ahora, volvió a prender las alarmas sobre el futuro de este sistema que está cargado de quejas.
Por ejemplo, la inseguridad que se percibe dentro de las estaciones y en sus alrededores; las ventas ambulantes por doquier; la presencia de habitantes de calle que intimidan a los usuarios; la escasez de buses, la circulación de algunos en mal estado y el sobrecupo en la mayoría de ellos.
También hay quejas como la de Diana Patricia Solarte, a quien en varias oportunidades le han cobrado doble pasaje, según lo denunció ante la Personería de Cali. A esta entidad, justamente, en lo corrido del año han acudido 22 personas a manifestar su inconformidad, principalmente por las demoras en la frecuencia de los buses.
Mauricio Venté, promotor en redes sociales de ‘MÍO Usuarios’, espacio en el que se comparten contenidos sobre el acontecer del sistema, cree que Metrocali le ha dado la espalda a los pasajeros que se sienten desprotegidos y que, como en su caso, han tenido que esperar hasta dos semanas la respuesta a una inquietud.
Estas problemáticas son conocidas por todo aquel que por lo menos una vez en su vida ha utilizado este medio de transporte, y es el pan de cada día de las personas que en la ciudad no tienen otra opción para moverse.
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Pero ¿por qué ocurre todo esto? y ¿por qué no hay soluciones si ya se sabe cuáles son los ‘dolores de cabeza’?
Lo primero que se debe tener presente es que los cuatro operadores, que atienden el sistema masivo, afrontan una crítica situación económica, especialmente el operador Unimetro que estuvo cerca de salir de circulación.
Para el concejal del Distrito, Fernando Tamayo, lo que pasa ahora es la suma de una mala planeación y de un sistema que “desde el comienzo nació chueco”, ya que no priorizó zonas donde realmente se necesitaba, como el Distrito de Aguablanca.
Además, “se creó a partir de una premisa absurda que hoy genera un enorme hueco financiero, y fue el creer que los sistemas de transporte masivo son autosostenibles”.
Inicialmente, hace 13 años cuando entró en operación, se tenía previsto que el MÍO lo utilizarían más de un millón de personas en Cali, pero lo cierto es que según el mismo presidente de Metrocali, Óscar Javier Ortiz, hoy se está atendiendo a un promedio de 275.000 usuarios, el
63 % de la demanda que se tuvo en el año 2019.
Asimismo, el directivo reconoció que por falta de conductores el nivel de cumplimiento de los operadores es de aproximadamente el 75 %, una cifra por debajo de la esperada. “A eso agregamos las bajas en la circulación por daños mecánicos u otros percances que finalmente afectan la operación”.
A través de la estrategia ‘EmbajadorEs MÍO’, lanzada esta semana por Metrocali, 15 usuarios tendrán la misión de promover la recuperación del civismo en pro del sistema.
Frente a este panorama, el cabildante Fernando Tamayo consideró que cualquiera de las decisiones que se tomen para recuperar el sistema no dejan de ser “cuidados paliativos”.
Según el Concejal “lo que se debe contemplar de manera urgente es la liquidación de esta versión del MÍO para generar una diferente, aprendiendo de los errores que evidentemente hacen que el sistema sea inviable en la ciudad”.
En respuesta, el Presidente de Metrocali dijo que aunque es una opción latente, porque la firma está en la Ley 550 (Insolvencia), “esta no es la solución de cara al usuario, porque aunque Metrocali se liquide, el servicio tiene que seguir. Además, si recuerdan la liquidación de Emsirva, ¿cuántos años lleva? o la de Cali Salud, ¿cuánto duró? y así sucesivamente”.
¿Qué pasa con los concesionarios?
Óscar Javier Ortiz, presidente de Metrocali, aseguró que de los cuatro operadores Unimetro es el que registra la situación más crítica. Incluso, la semana anterior fue noticia, tras su posible salida de operación por carecer de las pólizas de funcionamiento respectivas.
Sin embargo, el viernes, en un comunicado se aclaró que el concesionario Unimetro S.A. cuenta con las pólizas vigentes hasta mayo del 2023.
Iván Ochoa, miembro del Sindicato de Trabajadores de Unimetro, reconoce que la firma ha tratado de cumplir con parte de los compromisos pendientes, sin embargo, todavía hay retrasos.
En cuanto al operador Blanco y Negro, el presidente de Metrocali comentó que este ya manifestó su intención de no continuar prestando el servicio; no obstante, al cierre de esta edición no fue posible obtener una declaración oficial por parte del concesionario.
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Entre tanto, el operador ETM S.A. aporta aproximadamente el 22 % de la flota actual del MÍO, lo que equivale a más de 160 vehículos; no obstante, ante la posible necesidad de aumentar su capacidad operativa, “tristemente no tenemos la capacidad. Si en algún momento uno de los operadores deja de funcionar, es una realidad y un problema que Metrocali deberá enfrentar y solucionar”, aclaró Frank Mosquera, vocero de la junta directiva.
Además, aseguró que “la eventual desaparición del MÍO crearía un caos de transporte inimaginable en nuestra ciudad", pero como empresa, lo más difícil es que por varios motivos, exacerbados a partir del paro nacional del año pasado, “la ciudadanía ha perdido el civismo y el principal elemento receptor de esa falta de civismo y de amor por la ciudad la recibe el sistema de transporte”.
Igual opinión tiene Gonzalo Cucalón, subgerente del operador GIT Masivo, que tiene en circulación un total de 214 vehículos, aunque dispone de máximo 290 carros.
Cucalón explicó también que, para que el transporte en la ciudad mejore, es primordial que “se generen unos compromisos por parte de Metrocali y la Alcaldía en cuanto a los pagos que están pendientes con los concesionarios. Esta deuda dificulta sostener la operación y sacar más vehículos a trabajar. Es más, de ese problema depende parte de lo que ocurre hoy con Unimetro”, agregó.
Según conoció El País, las deudas de Metrocali y la Alcaldía con los concesionarios ascienden a aproximadamente $ 30.000 millones.
Los operadores del MÍO consultados en este informe coincidieron en reclamar, para mejorar el sistema, más compromiso de las autoridades ya que ellos no tienen la potestad de ejercer función de autoridad.
Gonzalo Cucalón enfatizó: “Lo que pedimos es que las autoridades (Policía o secretarías de la Alcaldía a la que le corresponda) garanticen que la gente no se meta por el carril del solo bus, que las paradas del sistema en toda la ciudad no sean invadidas por carros particulares piratas y que la infraestructura se acomode al tamaño de los vehículos, entre otros temas que ya se han planteado”.
Metrocali dijo que trabaja en un nuevo modelo de servicio masivo que incluye, entre otras cosas, la adquisición de 250 ó 260 nuevos vehículos.
Algunos datos
Frank Mosquera, vocero de ETM S.A., operador del MÍO, cree que “la falta de decisión política retrasa la mejora del sistema de transporte masivo en Cali”. Según él, si se realizara un trabajo coordinado entre las secretarías del Distrito para resolver problemas como la invasión del carril del MÍO, la agresión a los conductores, los colados al sistema, entre otros asuntos, las cosas podrían mejorar. “Mientras eso no ocurra, es muy difícil ver un cambio”.
María Fernanda Penilla, secretaria de Bienestar Social, aseguró que desde esta dependencia trabajan en la atención de personas en situación de calle, a través, por ejemplo, de la orientación para el acceso a la oferta de servicios disponibles en el programa ‘Habitante de la Calle’, que establece un abordaje integral que permite activar rutas para el restablecimiento de los derechos de estas personas.
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Desde la Secretaría de Movilidad, entre tanto, se afirmó que “todos los días se realizan operativos para que los vehículos no invadan el carril exclusivo del MÍO”. También se hacen actividades educativas para socializar información que permita propiciar una movilidad más segura y responsable en la ciudad. La jornada más reciente se hizo en el mes de agosto, durante la celebración del día del peatón.