Endometriosis: lo que usted debe saber sobre los dolores menstruales que se vuelven insoportables

En el mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, OMS, alrededor de 190 millones de mujeres han sido diagnosticadas con endometriosis, de las cuales, 3.5 millones son colombianas.

Se trata de una complicación que afecta al 10% de la población mundial femenina y que altera la calidad de vida de todas aquellas que la padecen, pues, al ser una enfermedad benigna, su diagnóstico puede ser tardío, lo que impide que sea tratada adecuadamente en el tiempo indicado.

La compañía Johnson & Johnson Medical Devices, junto a la Asociación Colombiana de Endometriosis e Infertilidad, Asocoen, en días pasados lanzó la campaña ‘No es normal’.

Manuel Plata, gerente senior de Asuntos Médicos de Johnson &
Johnson explicó que el objetivo principal de esta iniciativa es visibilizar esta problemática que a lo largo de los años ha sido normalizada en la sociedad, principalmente por las mismas mujeres que la padecen.

“Hacemos un llamado a las mujeres en edad fértil y a la sociedad en general sobre la importancia de consultar a su médico en caso de que el dolor en el ciclo menstrual llegue a ser incapacitante o presente otras irregularidades como dolor durante las relaciones sexuales, al ir al baño o tenga dificultad de quedar en embarazo”.

Además, agregó Plata, obtener un diagnóstico oportuno es fundamental para iniciar un tratamiento a tiempo y darles la posibilidad a las mujeres de mejorar su salud sexual y reproductiva, así como su calidad de vida.

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Según Asocoen, el endometrio es un tejido glandular compuesto por células que se destruyen y regeneran, pues es la capa que recubre el interior del útero. Durante los ciclos menstruales que finalizan sin fecundación esta capa es eliminada junto con el flujo sanguíneo de cada ciclo menstrual. El desarrollo excesivo de esa capa y su expansión a otras áreas cercanas al útero es conocido como endometriosis.

María Alejandra Cifuentes, gineco-obstetra, especialista en oncología, aseguró que, aunque los médicos no están muy convencidos de por qué se produce la enfermedad, tienen claro que es por la implantación del endometrio en otras partes del cuerpo, además de que esta es una enfermedad crónica que no tiene cura y de la cual se puede iniciar un diagnóstico desde los 20 años de edad e incluso, antes.

En un comunicado de prensa, Mayo Clinic, entidad estadounidense que presta servicios de atención médica, investigación y educación, aseguró que estas células pueden crecer en los ovarios, las trompas de falopio, la cavidad pélvica, en parte de la vejiga, el recto y el intestino, causando dolor, períodos menstruales irregulares y hasta posible infertilidad.

De acuerdo con la doctora Cifuentes, lo que ocurre al padecer de endometriosis es que este tejido que se desprende del endometrio, al implantarse en otras zonas, se engrosa, se descompone y sangra con cada ciclo menstrual, pero, debido a que este tejido no tiene forma de salir del cuerpo, queda atrapado.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, los principales síntomas de esta enfermedad se presentan con un dolor intenso durante la menstruación, las relaciones sexuales, al defecar o al orinar, que afecta en gran medida la vida de las pacientes. Además, provoca dolor pélvico crónico, distensión abdominal, náuseas, fatiga y, en ocasiones, depresión, ansiedad e infertilidad. “Algunas veces, la endometriosis se diagnostica primero en aquellas personas que buscan tratamiento para la infertilidad”, asegura la organización.

Además, Mayo Clinic explica que la intensidad del dolor no es necesariamente un indicador confiable de la extensión de la afección. “Una mujer podría tener endometriosis leve con dolor intenso o podría tener endometriosis avanzada con poco o ningún dolor”. También, agrega que a veces se confunde con otras afecciones que pueden causar dolor pélvico, como la Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP), los quistes ováricos o con el síndrome de colon irritable, una afección que causa episodios de diarrea, estreñimiento y cólicos abdominales. “El síndrome de colon irritable puede acompañar a la endometriosis, lo que puede complicar el diagnóstico”.

Por lo anterior, Cifuentes asegura que es necesario trabajar con todo tipo de mujeres, redes y asociaciones para capacitar y dar a conocer los aspectos de esta enfermedad. “A mi consultorio acuden mujeres diciendo que desde que inician el ciclo menstrual les duele y también cuando tienen relaciones sexuales. Yo siempre les digo que no es normal y que no debe de doler en ninguna situación y mucho menos llegar a incapacitar, pues desde ahí se sabe que es porque el endometrio está mal ubicado”, señala la especialista.

Para Isabella García, joven de 20 años, “padecer endometriosis ha sido muy complicado. Todo empezó porque mi sangrado era muy abundante, con una duración de más de ocho días y los dolores que sentía no me dejaban parar de la cama”. Según ella, al visitar a su ginecólogo, tuvo que someterse a una serie de exámenes para iniciar un tratamiento que hasta el día de hoy debe mantener, pues en caso de no hacerlo, los fuertes síntomas la llevarían a estar hospitalizada.

De acuerdo con la doctora María Alejandra Cifuentes, el principal tratamiento para la endometriosis es farmacológico o quirúrgico, dependiendo del caso de cada paciente. “Para tratar los quistes u otra complicación, debe darse un manejo con cirugía”.

Los esteroides anticonceptivos, los antiinflamatorios no esteroideos y los analgésicos son algunos de los tratamientos habituales. Para Cifuentes, todos estos deben ser recetados teniendo en cuenta la condición de cada mujer y supervisarse estrechamente a fin de evitar la aparición de efectos secundarios potencialmente problemáticos.

Según la OMS, los tratamientos farmacológicos para la endometriosis se centran en reducir la concentración de estrógeno o aumentar la de progesterona, con la finalidad de alterar los entornos hormonales que favorecen la endometriosis.

Los doctores Plata y Cifuentes coinciden en que la enfermedad ha sido subestimada y la mujer había tenido que soportar durante mucho tiempo, a tal punto que cuando llegaba en busca de ayuda médica, ya estaba con infertilidad o una condición más avanzada.

Según la multinacional Johnson & Johnson, en conversaciones cotidianas, el tema es tratado como si fuera normal. Incluso, antes de diagnosticar esta condición, las mujeres toman analgésicos o antinflamatorios, ya que se ha creído que los dolores menstruales son comportamientos habituales del cuerpo y que pueden ser tratados simplemente calmando el dolor. Por eso desnormalizar los síntomas puede traducirse en un diagnóstico oportuno y en una mejora considerable de la vida de las pacientes.

Por esta razón, Luz Marina Araque, fundadora y directora de Asocoen, asegura que “hay una urgencia por visibilizar la endometriosis como una enfermedad crónica e incapacitante. Necesitamos empoderar a las pacientes para que sepan hacer las preguntas correctas a su ginecólogo y así llegar al procedimiento correcto de forma rápida, porque, aunque existe un gran porcentaje de mujeres con esta enfermedad, muchas desconocen que la padecen”.

Patricia Rodriguez, de 44 años de edad, “he tenido tratamientos con hormonas por más de 10 años, pero el último diagnóstico fue que un mioma está interfiriendo con el endometrio, lo cual hace que el sangrado sea abundante y que la mejoría no sea notoria”.

Para Johnson & Johnson es importante continuar con el llamado a profesionales de la salud, pacientes, sociedad y gobierno para hacer frente a la enfermedad y a la desnaturalización de sus malestares.

La campaña ‘No es normal’ busca desmentir esta creencia dando a conocer que los dolores menstruales son señales de alerta.

“Nuestra apuesta es brindar información para dejar atrás la idea de que los dolores menstruales son normales, mientras que las mujeres están enfrentando una enfermedad que muchas veces no saben que padecen, por el mismo hecho de habituar las dolencias en la vida de las mujeres. Es necesario que haya una respuesta sostenida en el tiempo, transformando positivamente la calidad de vida de las pacientes, teniendo en cuenta que es una enfermedad crónica, es decir, que no desaparece y puede empeorar en el tiempo. Razón por la cual, los resultados a largo plazo cobran una inmensa importancia, es un error descuidarlos”, concluye el doctor Manuel Plata.

Luz Marina Araque, fundadora y directora de Asocoen invita a las mujeres a que conozcan la asociación de pacientes “en donde desde hace diez años trabajamos para apoyarlas, orientarlas y acompañarlas en su proceso. Sabemos que no es fácil y desde la Asociación Colombia de Endometriosis e Infertilidad queremos decirles a las pacientes que no están solas y que en nosotras encuentran un gran aliado”.