El 2021 ha sido catalogado como el año de la recuperación por analistas y funcionarios del equipo económico del Gobierno Nacional.
Por lo menos así lo dejan ver las proyecciones que se han presentado desde varias esferas, aunque ninguna coincide en el aumento que podrá tener la economía colombiana.

El Ministerio de Hacienda previó que el PIB crecería 5 %, cifra que coincide con la previsión que hicieron la Andi (el gremio de los empresarios) y la Cepal. El más optimista es el Fondo Monetario Internacional (FMI), que estima un incremento de 5,2 %. El Banco de la República proyecta un repunte de 4,6 % y el Banco Mundial, de 4,9 %.

En otras palabras, hay un positivismo marcado en la mayoría de los estudiosos del PIB. La menos optimista es la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), que dice que este año el crecimiento no pasará de 2,8 %. Contrasta con Fedesarrollo y Anif, que hablan de un aumento por encima del 4 %.

Sea cual sea el porcentaje, será mucho mejor que el que reportará el 2020, año que sufrirá un descenso en la economía cercano al 7 % y en eso sí coinciden todos.

La pregunta es: ¿en qué está sustentado el crecimiento de este año?
Martha Elena Delgado, directora de Análisis Macroeconómico de Fedesarrollo, asegura que la proyección se hizo con base en las expectativas de reactivación.

Dichas expectativas tienen su sustento en el paquete de medidas y de estrategias que se pusieron en marcha el año pasado, en las cuales participan el sector privado y los gremios.

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Entre ellas se destacan los estímulos a varios sectores y las ayudas para que los empresarios y las Pymes puedan seguir operando.
Delgado agregó que entre más profunda la crisis del 2020, mejor se comportará la economía en este año.

Seguramente se van a observar repuntes importantes en rubros que durante el año pasado tuvieron que pasar las duras y las maduras en medio de la crisis generada por la pandemia.

Jackeline Piraján es economista de Scotiabank Colpatria y sostiene que este año se podrían destacar los sectores de comercio, agro, transporte y alojamiento; Industria y Construcción, que liderarían en su aporte a la recuperación económica.

“Este último apoyado por los planes de estímulo de adquisición a la vivienda por parte del Gobierno Nacional y la continuidad en la ejecución de obras públicas”, explicó.

Frente al sector de la construcción, la analista de Fedesarrollo considera que este año seguirá siendo fundamental, no solo en términos de reactivación económica sino en empleo. También se destacará el sector de la agricultura.

Entre los principales países de la región, la Cepal considera que Perú y Colombia serán las dos naciones que mostrarán un mejor desempeño en su economía.

El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, mencionó que “la combinación de la reapertura de múltiples sectores (…) y la vacuna aprobada en un tiempo récord” llevan al Gobierno a pensar en un mejoramiento de la economía para 2021.

“Si bien las actuales restricciones ralentizan el ritmo de recuperación, es muy temprano para anticipar que el resto del año será negativo, pues en los momentos en los que se vuelva a tener una liberación de actividades las sorpresas positivas para la actividad podrían también darse tal como pasó al final del 2020”, explicó la economista del Scotiabank Colpatria.
Colombia ya tiene unas lecciones aprendidas en 2020, las cuales tienen que ser tenidas en cuenta para lo que viene en medio de la persistente emergencia sanitaria.

“Lo que debemos tener en cuenta es que, así tengamos nuevos cierres, seguramente no van a ser tan fuertes para la actividad económica, como lo fueron el año pasado”, comentó Delgado.

Las vacunas contra el Covid-19 jugarán un papel importante este año en la reactivación.

“Si bien no son la solución cien por ciento a toda la coyuntura, por supuesto que sí son una herramienta fundamental para que el país pueda reactivar la economía mucho más rápido y de una forma mucho más segura”, señaló la directora de Análisis Macroeconómico de Fedesarrollo.

Se tomará un tiempo

Aunque hay unas proyecciones altas de crecimiento durante este año, es claro que la recuperación de la economía al nivel que se traía antes de la pandemia tardará más de un año.

Hay expertos que consideran que se podría tardar entre dos y tres años para crecer a los niveles que teníamos en 2019, por lo que es importante que el país busque una estabilidad en el crecimiento.

Desde la Andi se vaticinó que el país se demorará, al menos, dos años en recuperar las cifras de 2019. Y, por si fuera poco, la trayectoria de crecimiento que se había logrado en los últimos años se recuperará en por lo menos cuatro o cinco años, sobre todo porque el país no había sufrido una pérdida de valor social y económico del tamaño que dejó el coronavirus.

En eso coincide Martha Elena Delgado, quien señala que para alcanzar el nivel del Producto Interno Bruto (PIB) de 2019 se debe mantener una senda de crecimiento constante en 2021, 2022 y 2023.

“Vamos a tener un mejoramiento en 2021 que, por supuesto, nos va a ayudar a compensar la economía, pero tengo que seguir hacia adelante para llegar al crecimiento que se traía antes de pandemia”, indicó.

¿Qué se necesita para mantener ese crecimiento?

Los expertos han sido muy claros: el país debe hacer unas reformas estructurales integrales que ayuden a nivelar las cargas y permitan tener mucho más Producto Interno Bruto y muchos más ingresos para los hogares y para las empresas, sin descuidar los recaudos tributarios y la generación de empleo.

En ese sentido es claro que, aunque el país mantuvo en medio de la incertidumbre el grado de inversión por parte de las agencias calificadores, el riesgo de perderlo en 2021 sigue latente y por eso desde finales del año pasado el Gobierno Nacional anunció una reforma tributaria que, sin duda, se presentará a lo largo del año, para que empiece a regir a partir de 2022.

A estas se tendrían que unir reformas en torno a los temas laborales y sociales, aunque todavía no han sido confirmadas por el Ejecutivo.

Los sectores protagonistas

Tal como lo han expresado académicos y dirigentes gremiales, este año seguirán marcando la pauta el agro, la industria farmacéutica, la construcción, el comercio y el sector de servicios.

La cadena alimentaria, que hace parte de la agricultura colombiana, viene mostrando signos alentadores en su desempeño y también en la generación de empleo, pues es clave para el abastecimiento en millones de hogares.

La industria farmacéutica es otro renglón que no ha detenido sus actividades. Por el contrario, su papel ha sido clave en el suministro de medicamentos y complementos.

La construcción es otro de los sectores claves en materia de empleo.