“Es una vergüenza para Cali que tengamos al Alcalde peor calificado del país. Esto refleja el desgobierno y la anarquía en la ciudad. Los caleños sentimos que no hay un líder que esté preocupado por responder a las necesidades de la ciudad”.
Así reaccionó la exconcejala Diana Rojas a los resultados de las últimas encuestas que han indagado por la percepción que se tiene de la gestión del mandatario caleño, Jorge Iván Ospina.
En efecto, en reciente informe de Pulso País, realizado por Datexco para W Radio, la desfavorabilidad del Alcalde de Cali llegó a 73 %, mientras que su favorabilidad se reduce al 21%.
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Igualmente, en la encuesta elaborada por Invamer Poll y dada a conocer por varios medios de comunicación nacionales, entre agosto y octubre la desaprobación de Ospina pasó del 61 % al 75 %, en tanto que la aprobación de su gestión cayó del 33 % al 21 %.
Para Diana Rojas, las cifras conocidas también tienen que ver con que “el Alcalde ha construido una administración que decidió enfocarse en unos procesos individuales y de entrega de contratación amañada por encima de las necesidades de todos nosotros los caleños”.
De su lado, el concejal Roberto Ortiz, quien fuera el principal rival del actual Mandatario en la puja por la llegada al CAM, considera que “esa caída en las encuestas no es de ahora, ya que tenemos un alcalde soberbio y arrogante que gobierna de espaldas a la ciudadanía”.
Para él, “la falta de autoridad, la anarquía y el caos que viven los caleños hacían que fuera de esperarse esa desaprobación” y agrega que “no habíamos visto en los últimos 20 años una caída tan estrepitosa de un alcalde”.
Y advierte que Jorge Iván Ospina terminará los “catorce meses de Gobierno muy mal, porque no vemos cómo pueda enderezar su camino, si cada actitud que toma es de soberbia y de defender lo indefendible..., eso lo ven todos los caleños y los órganos de control, menos el Alcalde, que sigue ciego y de espaldas a la ciudadanía”.
En el mismo sentido, la cabildante del Polo Democrático Ana Erazo señala: “uno cosecha lo que siembra. El Alcalde ha sido un hombre que no ha escuchado a la ciudadanía, no ha escuchado al Concejo de Cali ni a quienes le hemos dicho qué debe mejorar en su ejercicio de gobernabilidad”.
Y su colega conservador Juan Martín Bravo añade que “el Alcalde nunca va a recuperar su imagen, porque las dudas alrededor de la contratación nunca han sido resueltas, entonces la gente se queda con ese imaginario y hace que tenga el calificativo de los peores alcaldes de Colombia”.
En opinión de este cabildante, aunque todos los caleños quieren que Jorge Iván Ospina renuncie a su cargo, “lamentablemente es pedir algo que no va a pasar” y plantea que el Mandatario local “se ha encargado de propiciar una división entre los ciudadanos, una división de clases” y que lo que más le preocupa es que la gente vea a Cali “como una ciudad que ha retrocedido varios años en su desarrollo”.
“La ciudad perdió la capacidad de soñar, de saber que se pueden hacer las cosas bien, que se pueden realizar grandes obras por su beneficio; la gente desconfía de toda obra, aunque sea buena”, sostiene Bravo.
Entre tanto, la concejala Erazo opina que el Gobernante de la capital del Valle debe entender “que los problemas de la ciudad no son hacer más bulevares ni más parques; sino que son estructurales: de seguridad, de movilidad y de todo lo que ha planteando la ciudadanía, incluso en las formas de contratación y la transparencia que debe existir en la Alcaldía”.
Es por ello que las fuentes consultadas coinciden en que lo que está sucediendo con el actual Mandatario debe servir para que los caleños entiendan la importancia de votar bien en las próximas elecciones regionales.
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“La ciudadanía debe desarrollar el sentido de pertenencia; no vote por el que lo va a engañar, ni por el que dice mentiras, sino por alguien que realmente quiera trabajar por la ciudad; elijan concejales, alcaldes, gobernadores y asambleístas con trayectoria y que no tengan señalamientos de corrupción”, plantea Roberto Ortiz, añadiendo que “en manos de todos está cambiarle la cara a Santiago de Cali”.
Una vez conocida la última medición, el alcalde Ospina escribió en Twitter que “montaron una estratagema pérfida y calculada para adelantar y generar daño reputacional a nuestro Gobierno e instituciones y lo han logrado (encuesta Invamer). Es casi imposible, después de la andanada mediática, lograr la reparación”.
Además, aseguró que era imprescindible que la Comisión de Ética del partido ‘verde’ diera a conocer su veredicto sobre la investigación en su contra, “ojalá ampliada a los Congresistas que la motivaron”; e igualmente, instó a la Procuraduría y Contraloría a entregar sus conclusiones.
Y agregó: “Somos conscientes de las responsabilidades públicas a adelantar y no seremos inferiores a ellas”.
Aprobación de Petro también cayó
La última encuesta de Invamer Poll también revela que desde el momento de su posesión hasta ahora la aprobación de la gestión presidencial de Gustavo Petro pasó de 56 % a 46 %.
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Además, según la última medición, la desaprobación del Jefe de Estado tuvo un aumento del 100 %, puesto que mientras en el primer sondeo estaba en el 20 %, dos meses después alcanzó el 40 %.
De igual forma, indica que un mes antes de que asumiera el actual Mandatario, el 63 % de los colombianos consideraba que las cosas en el país estaban empeorando. Sin embargo, en agosto esa cifra bajó al 48 % y ahora la percepción negativa volvió a ubicarse por encima del 60 %. En cuanto a la percepción de que las cosas van mejorando, se pasó del 33 % en agosto al 22 % en octubre.
Para el abogado y analista político José David Benavides Merino esa caída en el optimismo con el que había sido recibido el nuevo Ejecutivo se debe, en primer lugar, a la falta de preparación y de claridad en la comunicación de las iniciativas legislativas a cargo de las ministras de Minas y Energía, y de Salud.
En segundo lugar, a la falta de coherencia en la comunicación interna del equipo de Gobierno, puesto “en varias ocasiones han chocado las opiniones de los ministros respecto de las políticas anunciadas por el Presidente”.
Y continúa: “Ha faltado pragmatismo de parte del Mandatario colombiano al momento de defender la reforma tributaria, ya que se atraviesa una crisis económica internacional y una inflación galopante y anuncios como el aumento al precio la gasolina y la compra de tierras a los ganaderos sin saber su financiamiento han puesto en riesgo la confianza de los inversionistas extranjeros y la entrada de divisas”.