El de los homicidios, pese a las cifras aún elevadas e inquietantes, es un delito con tendencia a la baja en Cali. Por ejemplo, a corte del 30 de noviembre, y consultando los datos del Observatorio de Seguridad, este año en la ciudad se han reducido los homicidios en un 4.5% con respecto al 2017.
Es decir: mientras que al 30 de noviembre del año pasado iban 1099 asesinatos, en el mismo periodo de este 2018 son 1050, 49 crímenes menos.
El mes pasado, además, fue el noviembre con menos asesinatos en la historia reciente de la ciudad. El mes cerró con 88 homicidios, seis casos menos que noviembre de 2017.
No obstante, las propias autoridades admiten que aún hay mucho por hacer pues Cali sigue siendo la capital donde más homicidios se registran en Colombia. En lo que va del año, según datos preliminares del Observatorio de Seguridad de la Alcaldía, el promedio es de 3 asesinatos al día.
Respecto a la reducción lograda en noviembre, Andrés Villamizar, Secretario de Seguridad de la ciudad, explica que los resultados se deben a diversas estrategias que está poniendo en marcha la Alcaldía junto a la Policía y el Ejército.
“Lo más importante para explicar estos resultados es el hecho de hacer un consejo de seguridad semanal, presidido por el Alcalde, con Ejército, Policía, Fiscalía, en el que microfocalizamos el delito. Eso quiere decir que cada semana analizamos dónde ocurrieron los homicidios, y por qué, para enseguida diseñar intervenciones puntuales de dos tipos: militar, allanamientos, retenes, requisas, intervenciones con la Fiscalía, además de acciones sociales ampliando la oferta cultural y deportiva en las comunas donde más ocurren homicidios”, dice el Secretario.
El domingo, por cierto, es el día en que históricamente ocurren más homicidios en la ciudad. Para combatir ello se puso en marcha la estrategia Domingo Seguro, en la que además de los patrullajes de la policía y los soldados del Batallón de Policía Militar en las comunas donde más ocurren homicidios, se realizan actividades sociales con la comunidad.
“Mientras que el promedio de homicidios el domingo era de 5 en Cali, con esta estrategia lo hemos reducido a casi la mitad: 3”, agrega Villamizar.
El de los crímenes en Cali es un fenómeno con varias particularidades que se deben considerar para entenderlo. Por ejemplo, mientras que en Bogotá la mayoría de los asesinatos se deben a las riñas y los líos de convivencia, en Cali es a la inversa: el 80% los homicidios están relacionados con el accionar del narcotráfico y las bandas delincuenciales, y el 20%, por convivencia.
“En el 88% de los casos, las víctimas de los homicidios en Cali son hombres jóvenes, y algunos fueron reclutados por los grupos delincuenciales para cometer delitos. Tenian entre 18 y 29 años. Y hay otra particularidad: el 80% de los homicidios registrados este año se han cometido con armas de fuego. Apenas el 16% con arma cortopunzante y el 4% restante con objetos contundentes: una piedra, un ladrillo, un bate. Eso nos está mostrando que en la ciudad hay una gran cantidad de armas de fuego en contraste con Bogotá, donde la mayoría de los homicidios se cometen con armas cortopunzantes”, comenta Álvaro José Pretel, coordinador del Observatorio de Seguridad.
En octubre, Cali registró la cifra más baja en homicidios de los últimos 26 años, según las autoridades. En ese mes se registraron 76 homicidios.
Que la mayoría de los homicidios en Cali se cometan con armas de fuego indica además otro asunto: por lo regular hay una premeditación. El sicario sabía lo que va a hacer. Y aquello tiene relación con otro dato interesante.
Una gran parte de los homicidios en la ciudad – el 31% - tiene que ver con venganzas. Es decir: previo al asesinato hubo algo – una pelea, una estafa, una delación – que desencadenó el crimen.
De otro lado, según un análisis del Observatorio de Seguridad, en las calles que concentran el 47% de los homicidios en Cali ocurren tres problemáticas: primero, son cuadras con necesidades básicas insatisfechas, bajos indicadores de desarrollo económico; hay además expendios de drogas, microtráfico. Y son calles donde por lo regular viven delincuentes a quienes les han dado casa por cárcel.
Las calles donde más matan gente están ubicadas, por supuesto, en las comunas donde más ocurren homicidios: 15, 14, 13, 20, 21 y 6.
Aunque el fenómeno tiene explicaciones más globales. Regionales, mejor. Los picos de homicidios en Cali se disparan cuando en ciudades cercanas como Buenaventura, Tumaco o el Norte del Valle ocurren capturas, incautaciones de droga o igualmente asesinatos.
“La dinámica de la violencia en Cali tiene mucha relación con la violencia del narcotráfico en el Pacífico colombiano: Buenaventura, Tumaco, incluso Chocó. También Cauca y el Norte del Valle. Por eso se debe dar una respuesta regional para seguir disminuyendo la tasa de homicidios en Cali y en el resto de la región”, concluye Andrés Villamizar, Secretario de Seguridad de la ciudad.
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