“Los hackers piratearon su cuenta. Lo hemos estado observando desde hace meses. Tenemos acceso a su cámara, su micrófono y a toda su información personal. Hicimos un video suyo complaciéndose mientras veía pornografía. Si no quiere que ese material sea enviado a todos sus contactos, consigne US$254 en bitcoins (monedas virtuales) a esta cuenta. Tiene 48 horas para pagar. No cometo errores”.

Ese es parte del mensaje extorsivo que recibieron cuatro periodistas de Cali en el último mes, vía correo electrónico. A primera vista, pareciera ser un anuncio falso como muchos de los que circulan por redes sociales de manera masiva. Sin embargo, lo que inquietó a las mujeres fue que el mensaje fue enviado desde la misma dirección de su correo.

El ‘hacker’ (persona con conocimientos en informática), además de amenazarlas con dañar su reputación, parecía tener acceso pleno a sus claves y a toda su información.

Los delitos por medios informáticos son cada vez más comunes en el mundo. En Cali, al 30 de noviembre del 2018, la Unidad de Delitos Informáticos del CTI de la Fiscalía tenía a su cargo 1962 procesos. Esta cifra representa tanto los delitos informáticos como la revisión de equipos tecnológicos incautados en procesos judiciales.

Una fuente de la Fiscalía, experta en el tema, afirma que “el delito de mayor impacto hoy en día en Cali y Valle del Cauca es la extorsión, pero el caso de las comunicadoras es una modalidad nueva en el país, donde están pidiendo el pago en bitcoins”.

¿Por qué extorsionan con bitcoins?

El bitcoin es un tipo de criptomoneda (moneda virtual) que puede ser cambiada o validada como cualquier otra divisa. En el mundo hay cerca de 1800 tipos de estas monedas pero la más común y universal es el bitcoin.

Según expertos, es casi imposible rastrear las transacciones que se pueden hacer hacia las ‘billeteras’ (como le llaman a las cuentas de bitcoins), dado que la característica de estas es que son pseudo-anónimas porque se puede ocultar el nombre del titular. Esto hace más atractivo el delito para los extorsionistas, pues pueden exigir criptomonedas como forma de pago.

No obstante, según Alejandro Beltrán, director nacional de Buda.com, una empresa de criptomonedas a nivel mundial, la razón por la que los delincuentes están utilizando esta nueva modalidad de extorsión es porque “hay menos controles de las autoridades con las transacciones y los delitos virtuales”.

Cabe aclarar que, a pesar de que los casos de las periodistas en Cali fueron por internet, no son considerados como delitos informáticos porque no existe el delito de extorsión cibernética.

En Colombia, según la Ley 1273 del 2009, existen nueve tipos de estos delitos: acceso abusivo a un sistema informático, obstaculización ilegítima de un sistema o red de telecomunicaciones, interceptación de datos, daño informático, uso de software malicioso, violación de datos personales, suplantación de sitios web para capturar datos, hurto por medios informáticos y transferencia no consentida de activos.

El más cometido en Cali es el hurto por medios informáticos, una modalidad en la que las personas manipulan un sistema, suplantando la identidad de un usuario para robar su información. Entre el 2010 y el 2016, en la ciudad se registraron 2672 denuncias por ese delito.

En el caso de las amenazas o chantajes por cualquier medio web, el delito que se imputaría a los victimarios es el de extorsión, que en el país da una pena de 19 a 24 años de cárcel y una multa de hasta $50 millones.

De México a Colombia

Al momento, la Fiscalía no tiene denuncias formales de casos como estos en Colombia. Los cuatro que ocurrieron en Cali durante el último mes, serían las primeras pistas para que investigadores del CTI comiencen a hacer los rastreos correspondientes. Sin embargo, en países como México, Argentina y Australia, la modalidad comenzó a tener auge desde mediados del 2018.

En Ciudad de México, el año pasado se interpusieron cuatro denuncias ante la Policía Federal por este delito. El periodista Santos Mondragón, de la cadena Televisa, rastreó cada caso y encontró que las extorsiones las estaban haciendo a grandes ejecutivos de empresas importantes.
El País se comunicó con el reportero de Televisa para conocer en detalle la investigación que realizó. En el diálogo se identificó que el mensaje que había llegado a los correos de las víctimas en México era exactamente igual al que habían recibido las periodistas caleñas.

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Mondragón dijo que la Policía de Ciberdelincuencia Preventiva de Ciudad de México hizo el rastreo para conocer de dónde provenían las extorsiones y encontraron que los presuntos victimarios eran personas que residían en Rusia y Estados Unidos, pero que buscaban víctimas en todo el mundo.

La diferencia con los correos extorsivos que se presentaron en México es que a las víctimas las amenazaban con crear un montaje de sus rostros en cuerpos desnudos para subir el contenido a páginas para adultos y difundirlo entre su lista de contactos. De los cuatro casos que denunciaron bajo esta misma modalidad, dos de ellos pagaron hasta US$3000 en bitcoins. Sin embargo, las extorsiones siguieron llegando.

Así operan estos extorsionistas

El especialista de la Fiscalía dice que la mayoría de personas que extorsionan por la red tienen un conocimiento básico en manejo informático.

“Robar una contraseña, hackear las redes sociales o encriptar (ocultar datos mediante una clave) algún correo electrónico no requiere de mayores conocimientos. De hecho, técnicamente los dueños de los teléfonos o dispositivos tenemos control sobre ellos solo en un 30 %. El 70 % restante está libre y lo puede trabajar un experto para apoderarse de la información”, asegura la fuente.

Uno de los softwares más utilizados para robar información de algún dispositivo es el ‘Ransomware’, un programa que opera como un virus que bloquea la información de un computador o celular y a cambio, pide un ‘rescate’ en bitcoins, para quitar la restricción. El experto de la Fiscalía añade que “el 80 % de equipos que caen en el Ransom pierden toda la información. Por eso es importante tener un soporte de los datos”.

Así mismo, la fuente explicó que en la mayoría de los casos los extorsionistas hacen un estudio de sus potenciales víctimas a través de las redes sociales. En Facebook, por ejemplo, miran su perfil profesional. En Instagram pueden encontrar registro de los lugares que más visitan. Luego, proceden a identificar en esas mismas redes alguna dirección de correo electrónico o contacto directo para enviar mensajes con enlaces que, al dar ‘click’, les permite robar información o hasta interceptar las cámaras y micrófonos de los dispositivos.

Ese tipo de hackeos maliciosos son cada vez más comunes. Cada minuto, en el mundo se ejecutan cerca de 8120 ataques cibernéticos. Según cifras de la Dijín de la Policía, en los últimos años en Colombia estos crímenes aumentaron en un 28 %, convirtiéndose en el tercer tipo de delito más cometido a nivel nacional.

De las cuatro periodistas que fueron víctimas de estas extorsiones en Cali, dos decidieron borrar los correos electrónicos. Sin embargo, una de ellas recibió, 48 horas después, una segunda amenaza donde le pedían el doble de dinero en bitcoin por omitir la primera advertencia.

Recomendaciones

Cambie las claves constantemente. Expertos recomiendan hacerlo cada mes.

No comparta toda su información en redes sociales. Evite publicar su número de teléfono o sus lugares más concurridos.

No abra correos o mensajes de direcciones o personas desconocidas. Pueden ser virus que se activan con solo un ‘click’.

Denuncie cualquier caso de extorsión o amenazas al Gaula de la Policía al 165. También puede hacerlo por la página web:

https://adenunciar.policia.gov.co/adenunciar/