El Valle del Cauca sigue siendo el departamento que recibe más recursos por concepto de remesas de raizales que viven en el exterior y que envían dinero a sus familias.

El 26,3 % del total de giros que llegaron en el 2018 a Colombia tuvieron como destino este departamento, informó el Banco de la República. La cifra preliminar indica que los hogares del Valle recibieron US$1680 millones, unos US$114 millones más frente a los giros que llegaron en el 2017, lo que representa un repunte de 7,3 %.

En pesos y con una tasa de cambio promedio de $3000 esos dineros suman $5 billones, monto que representa el 5 % del PIB del departamento, según estimaciones de economistas que señalan que los giros que llegan la región son responsables del 7,5 % del consumo local.
Esto porque las familias utilizan estos recursos para su sostenimiento en vivienda, salud, educación, alimentos y hasta diversión.


La profesora de economía de la Universidad Javeriana Cali, Lya Sierra explicó que las remesas contribuyen a mejorar el nivel de vida de las personas en los hogares receptores.

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“ Para las familias de bajos ingresos, los giros son una importante fuente de recursos que permite, en muchas ocasiones, que los hogares superen sus necesidades básicas y salgan de la pobreza”, dijo.

Por otro lado, añadió la docente, que para los hogares con ingresos más altos, las remesas sirven para generar oportunidades de educación e inversión. “Muchas veces son utilizadas en la compra de apartamentos o casas, por lo que ha incentivado el renglón de la construcción en el departamento”.

Pero dijo que a nivel de los hogares con ingresos medios las remesas se podrían ‘aprovechar’ mejor si se utilizaran no solo en consumo, sino en inversión como, por ejemplo, en educación y en activos para que las familias pueden generar mayor riqueza a las generaciones futuras.

Sin embargo, Julio César Alonso, director del Centro de Investigación en Economía y Finanzas de la Universidad Icesi, explicó que la gran mayoría de los giros van a los hogares de estratos 1, 2 y 3 y tienen gran importancia el día a día de las familias vallecaucanas. “No es despreciable la cantidad de familias que pueden mercar gracias a estos dineros”.

Por esta razón, considera que es difícil que estos recursos se conviertan en un vehículo u oportunidad de inversión adicional, pues para muchos las remesas hacen parte del presupuesto de sostenimiento de la casa, es decir pagar servicios, alimentación y transporte.

“La devaluación del peso ha permitido que los hogares mantengan o aumenten su poder de compra y esto es positivo para la dinámica económica de la ciudad y del departamento, en especial para el comercio”, destacó Alonso.

Los giros que recibieron los vallecaucanos de sus familias en el exterior equivalen al 80 % de exportaciones que hacen al año los empresarios de la región. Hasta el mes de noviembre del 2018 la industria local había vendido en los mercados externos US$1732 millones.

En Colombia

A todo el país llegaron en 2018 remesas por un monto de US$6365,6, un dato superior en 16,5 % a la suma recibida un año atrás por las familias colombianas, según datos preliminares del Banco de la República.

Esto equivale en pesos colombianos a $18,8 billones, suma que representó dos tercios del total de la inversión extranjera directa recibida el año pasado, según cálculos de expertos.

“Igualmente, a manera de comparación, el valor de las remesas de trabajadores superó de lejos las metas iniciales de recaudación de la Ley de financiamiento del Gobierno, como también fue más del doble de las exportaciones de café en el mismo año”, explicó el economista Julio Escobar.

Asimismo, el valor de las remesas representó más de la sexta parte del total exportado por el país (incluyendo petróleo y derivados) por el país en el 2018.