En los últimos días dos conductores del MÍO fueron amenazados por ciudadanos que transitaban por el carril exclusivo del transporte masivo. Asimismo, en lo corrido del año 2022 se han presentado siete agresiones a agentes de tránsito de la ciudad cuando estos intentaban hacer cumplir las normas. La intolerancia en las calles de Cali parece no dar tregua. Mientras en 2018 se pusieron un poco más de 300 comparendos por circular por el carril exclusivo del MÍO, el año pasado fueron más de 2000. Para algunos expertos en movilidad y psicólogos el mal comportamiento de los habitantes de la capital del Valle obedece a una combinación de falta de autoridad y descontento por la Administración Municipal. Por ejemplo, la directora de Observatorio de Políticas Públicas (Polis), Lina Martínez, considera que este es un comportamiento que está presente en la cultura caleña, pero que se ha acrecentado por la falta de autoridad. “Algo que influye es lo ineficiente que es el Estado en hacer cumplir las normas, entonces hay una idea de que no hay consecuencias frente a lo que hago. Esto se ve en que hay un sistema judicial, en el cual las personas pueden cometer homicidios y hacer cosas sin ser judicializados, entonces eso se presta para este tipo de cosas”, opinó Martínez.
Según lo indicó el secretario de Movilidad de Cali, William Vallejo, cerca de 595 agentes de tránsito serán dispuestos en las calles para recuperar el orden en las vías de la capital del Valle del Cauca.
De hecho, de acuerdo con datos de Metrocali, solamente en lo que va corrido de este año se han presentado 148 casos de vandalismos contra los buses, los cuales son ocasionados en muchos de los casos por personas que invaden los carriles exclusivos. Y nadie paga por esto. En el caso reciente del motociclista que rompió la ventanilla del conductor del MÍO, la administración caleña anunció una recompensa para que se denuncie a esta persona, pero aún no ha sido capturado. Para Lina Martínez estos comportamientos agresivos crecieron desde el pasado Paro Nacional y aunque “hoy se han tomado medidas y se han hecho cosas, la respuesta no ha sido de la magnitud del descontento que vimos en el paro”. Para el ciudadano John Bustos, esta violencia por parte de los ciudadanos para solucionar problemas no se trata de un tema de cultura ciudadana, sino que, por el contrario, podría responder al estrés en la movilidad de la ciudad y a temas psicológicos. “Hay mucho estrés urbano, algo que lo genera el tráfico y ese modelo de ciudad que estamos teniendo. Por ejemplo, en estos días me monté en un taxi y el conductor en un rango de 4 km se tomó tres bebidas energéticas, entonces el nivel de estrés y de adrenalina que tiene esa persona es tan alto que es un peligro en la vía y puede llegar a generar actos violentos”, dijo Bustos.
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¿Por qué la violencia?
Para el psicólogo Roger Collazos, la violencia genera más violencia, y es precisamente esta frase en la que el especialista se centra para explicar el comportamiento agresivo de los caleños en algunas situaciones cotidianas. “Cuando el Estado es fallido y tiene una imagen tan deteriorada parte del efecto social o sociológico tiene que ver con que las personas reaccionen con violencia. En ese sentido, la gente está actuando de esta manera porque se sienten vulnerada”, reveló Collazos. Y es que, para dar un ejemplo de la imagen deteriorada de la Administración Municipal, según la más reciente encuesta de Invamer, cerca del 73% de los caleños consultados desaprueba la gestión del alcalde Jorge Iván Ospina, resultados que lo llevan a ser el peor alcalde puntuado del país. Al respecto, la también psicóloga Mabel Rojas, acotó que no se puede olvidar que se está atravesando por una pandemia y que esta también influye en el comportamiento humano. “No es desconocido que esta ha causado cambios en la estructura psicológica del humano por los niveles de ansiedad disparados, incluso en personas que no se han contagiado de covid el temor y la desesperanza crean bioquímicamente unos cambios a nivel comportamental en el cerebro humano”, concluyó la psicóloga. La Administración caleña anunció esta semana un plan de acción para recuperar la gobernabilidad y este pasa por una estrategia en materia de movilidad. Esta incluye: mayor presencia institucional, la promesa de tener al 31 de marzo todos los semáforos recuperados y mayores controles para que se cumplan las normas de tránsito.