Aunque Iván Duque no dijo de manera expresa que la frase “Aquí hay que rendirle cuentas (es) al pueblo colombiano” iba dirigida a Donald Trump, la misma fue asumida como respuesta al señalamiento del mandatario estadounidense en el sentido de que durante la actual Presidencia los cultivos de coca en el país han aumentado un 50 %.
“Enfrentar el narcotráfico es una tarea compartida. Aquí hay que rendirle cuentas es al pueblo colombiano. Desde el 7 de agosto expandíamos en cuatro veces los grupos de erradicadores manuales y hemos desmantelado cristalizaderos, laboratorios”, recordó el Jefe de Estado colombiano horas después de que su homólogo lo señalara, agregando que nuestro país envía “criminales” a su país, al igual que Honduras, Guatemala y El Salvador.
Sin embargo, el excanciller Julio Londoño Paredes no cree que la actual situación lleve a un deterioro de las relaciones porque los reproches por este tema “no son una cosa nueva”.
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“El presidente Trump, como todo el mundo lo sabe, es una persona imprevisible, él no tiene amigos sino intereses y hace mucho tiempo algunos mandatarios de los Estados Unidos han formulado el mismo tipo de críticas hacia Colombia”, añade.
En su opinión, “no hay que creer, lo dice la experiencia y la práctica, que por el hecho de que el Presidente de los Estados Unidos reciba a un jefe de Estado, que tenga palabras de aprecio hacia un Estado, al otro día no puede cambiar su actitud, esa es una de las características de Trump con todos los países, empezando por sus aliados de la OTAN y de la Unión Europea y siguiendo con los países latinoamericanos”.
Para el excanciller, para evitar que las diferencias en el manejo de la lucha contra el narcotráfico escalen hasta convertirse en una tensión diplomática, Duque ha respondido con moderación, evitando alusiones directas a Trump y debe “continuar los esfuerzos que Colombia ha hecho contra el problema de las drogas”.
A su vez, el expresidente Ernesto Samper, en cuyo Gobierno (1994-1998) el país llegó a ser descertificado en la lucha contra las drogas, sostiene que “Duque debe comenzar a aprender que en las relaciones con EE. UU. es mejor ser aliado con garantías que amigo incondicional o enemigo con derechos, pero no cabe la amistad con los Estados Unidos”.
En el mismo sentido, el analista internacional Manuel Corredor, plantea que “básicasmente Trump dice: ‘Si son mis amigos y dicen estar conmigo, necesito que asuman todas las obligaciones, entre ellas la lucha contra la droga y todo lo que tenga que ver con política internacional de Venezuela en Latinoamérica”.
Asegura que a Duque le faltó defender más la independencia del Estado y hacer uso del principio de igualdad soberana entre países y de la no intervención y coincide con otros expertos en que las presiones se seguirán presentando, porque su homólogo estadounidense ya arrancó la campaña por la reelección.
En ese sentido, Rafael Piñeros, analista de relaciones internacionales, anota que en EE. UU. hay una fuerte presión por el alto consumo de sustancias relacionadas con opiáceos en muchos estados, q ue los ciudadanos esperan que que se combata más.
“También es cierto que el Gobierno colombiano ha cometido un error estratégico en el sentido de que, al volcar su estrategia de política exterior a los intereses de Estados Unidos le da un margen mayor de maniobra a ese país para que lo presione”, dice el analista.
Entre tanto, el analista político Carlos Andrés Arias plantea que “Trump nos trata igual que a México, porque sigue viendo a América Latina como un patio trasero que le da problemas. La respuesta de Duque es tibia. Sin entrar a una discusión ni usar un tono agresivo, debió haberle planteado cuáles son los logros de Colombia en términos de erradicación de cultivos en los últimos 50 años”.
Lo cierto que ayer el expresidente Álvaro Uribe salió en defensa del actual mandatario colombiano: “Expresamos nuestra preocupación por estas reiteradas declaraciones del presidente Trump. Colombia y Estados Unidos han sido unos aliados naturales y leales en la lucha contra el narcotráfico”.
Además, el exmandatario indicó que “estas 209.000 hectáreas de droga aparecen, en parte, por el apoyo de EE. UU. a ese acuerdo de impunidad a las Farc, que lo dio la administración Obama”.
El pasado 29 de marzo el presidente Donald Trump ya había acusado a Iván Duque de “no hacer nada” en Colombia en materia de lucha contra las drogas.
En riesgo de posible secuestro
El Departamento de Estado de Estados Unidos introdujo un nuevo indicador de riesgo en sus Avisos de viaje públicos a sus ciudadanos por el mundo, en el que incluyó a Colombia.
Se trata del indicador K, que alude a los riesgos de secuestro y toma de rehenes por parte de actores criminales y terroristas de todo el mundo.
Además de Colombia, en el grupo de países incluidos en este indicador están Afganistán, Argelia, Angola, Bangladesh, Burkina Faso, Camerún, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Etiopía, Haití, Irán, Iraq, Kenia, Líbano y Libia.
También Malasia, Malí, México, Níger, Nigeria, Pakistán, Papua Nueva Guinea, Filipinas, Federación de Rusia, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Siria, Trinidad y Tobago, Turquía, Uganda, Ucrania, Venezuela y Yemen.
La actualización del estudio del Departamento de Estado se produjo el pasado 9 de abril, sumando la nueva alerta a la T, de terrorismo, y la C, de criminalidad.
Sin embargo, en la clasificación general, Colombia se mantiene en el nivel dos, junto a Francia y el Reino Unido, lo que significa que Estados Unidos recomienda a sus ciudadanos que cuando viajen al país aumenten las precauciones.