“Le insistimos al Gobierno que tiene una fuente de recursos que se debería estimar más en su exacta dimensión: el crecimiento de la economía y el control de la evasión. Si este país sigue ese camino, el presidente Petro podría cumplir su tarea social”.

Así relató el expresidente Álvaro Uribe el punto de vista sobre la reforma tributaria que le expresó al actual Jefe de Estado durante la reunión que sostuvieron ayer en la Casa de Nariño.

Sin embargo, siguió contando, en una rueda de prensa posterior al encuentro, que el actual Mandatario le respondió que ese es un compromiso del Gobierno, ante lo cual los congresistas del Centro Democrático que lo acompañaron a la cita, Miguel Uribe y Óscar Darío Pérez, procedieron a manifestar sus inquietudes al respecto.

“Una reforma no puede sacrificar el crecimiento de la economía ni la inversión, menos el empleo, el ahorro ni el consumo...desde ese punto de vista hablamos del impuesto al patrimonio, que no nos gusta que sea permanente, y que la tarifa realmente corresponda a una tarifa progresiva”, sostuvo Pérez, vocero de la bancada uribista en la Cámara de Representantes.

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Y el exmandatario continuó: “Nos esperan tres o cuatro cosas nada fáciles que hay que mirar en su conjunto: la tributaria, el alza de combustibles, frente a lo cual el Centro Democrático ha dicho que por lo menos habría que dar una tarifa diferencial al transporte público de pasajeros, y el salario mínimo, para no hablar todavía de la reforma laboral, la reforma de salud, la energética y la de pensiones”.

Sin embargo, Álvaro Uribe señaló que “fue un buen diálogo. El Presidente tiene una doctrina muy firme, pero nos escuchó, le hablamos con toda franqueza y con todo respeto y él procedió de la misma manera”.

Según el jefe natural del Centro Democrático, “la oposición, cuando se anuncia constructiva, tiene que saber dialogar, oponerse con argumentos, criticar con razones, escuchar y tener disponibilidad de lograr acuerdos”.

En ese sentido, reconoció que “se ha dado un gran pasó cuando el presidente Petro ya no habla de expropiaciones sino de comprar x número de hectáreas, porque eso concilia la necesidad de resolver problemas sociales campesinos con la necesidad de no afectar los sectores productivos del campo”.

De igual forma, tras la reunión de una hora en la Casa de Nariño, Uribe Vélez indicó que “nosotros queremos contribuir para que se entienda el Gobierno del presidente Petro como un gobierno de democracia social, no un gobierno que se pudiera catalogar del fracasado Socialismo Siglo 21, pero también queremos que dejen ese cuento de la ultraderecha. A nosotros nos interesa es la democracia, la empresa privada, la política social, el medio ambiente, que este país supere los problemas sociales y pensamos que la mejor fuente de superación es una economía creciendo permanentemente, y eso es lo que nos preocupa de este conjunto de reformas”.

De su lado, el ministro del Interior, Alfonso Prada, quien acompañó al Jefe de Estado en la reunión, aseguró que “recibimos el apoyo al grueso de la reforma tributaria y sobre las observaciones que han hecho a algunos temas de la misma, nos comprometimos a revisarlos con el Presidente y el Ministro de Hacienda”.

Y explicó que los reparos del Centro Democrático “tienen que ver con el monto de los dividendos, en las ganancias ocasionales, en el impuesto al patrimonio y la necesidad de que revisemos esa tarifas de tal manera que no impacten negativamente la economía en cualquier circunstancia”.
Frente al tema de las tierras, Prada aseguró que el Gobierno y el Centro Democrático coinciden en que se debe solucionar pronto, con una intervención del Estado, a través de la compra.

“Tuvimos una diferencia, y es que con el Presidente calculamos cumplir con el Punto 1 del Acuerdo de Paz, que es adquirir cerca de tres millones de hectáreas, y el expresidente Uribe sostiene que con 500.000 podríamos estar resolviendo el tema”, puntualizó.

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¿Cómo lo vieron?

“La reunión tiene varias lecturas. Una es que Álvaro Uribe entiende que Petro tiene unas mayorías muy holgadas para aprobar la reforma tributaria y que es mejor llegar a consensos en algunos puntos, así el texto en su conjunto no sea de su agrado. Lo segundo es que continúa posicionando a Miguel Uribe como heredero y líder de la bancada del Centro Democrático”, sostiene el analista político Jhon Mario González.

Y continúa planteando que “aunque es positivo enviar el mensaje de que es posible tener coincidencias, incluso en los mayores desacuerdos, Petro puede terminar como un ganador táctico del encuentro, en tanto Uribe termina validando el accionar del presidente”.

También destaca la intención del expresidente Uribe de que no se estigmatice a la derecha ni al presidente Petro, “que también fue uno de los propósitos de la primera reunión del pasado 29 de junio, y el ambiente en el país ha contradicho esas intenciones”.

Por su parte, el también analista político José David Benavides Merino destaca la preocupación que el expresidente Uribe planteó por el panorama económico internacional en relación con la inflación a partir del alza en las tasas de intereses de parte de la Reserva Federal de Estados Unidos y su repercusión en el desarrollo nacional.

Y que por ello el jefe del uribismo “recomendó tratar de manera sensata temas como la reforma tributaria, el alza de combustibles y el aumento del salario mínimo, que pueden afectar el bolsillo de los colombianos”.

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“En menos de dos meses, es la segunda reunión sostenida entre el presidente Gustavo Petro y el expresidente Álvaro Uribe, signo que indica, en primer lugar, la importancia que el Gobierno le está dando a la oposición en la arena política y, en segundo lugar, la participación activa de esta en relación con el Gobierno, respecto de la construcción de los programas sociales y la toma de decisiones frente a las importantes reformas que se avecinan”, señala el también abogado.

Según él, estos hechos “refuerzan el discurso de oposición constructiva planteada por el exmandatario.

En el mismo sentido, el senador Miguel Uribe escribió en su cuenta de Twitter que “una oposición efectiva implica diálogo, pero nunca la renuncia a nuestros principios y a la responsabilidad que tenemos con Colombia”.

Y añadió: “Con franqueza, le planteamos a Petro las preocupaciones ayer (el lunes) manifestadas en la marcha, a la que yo asistí y apoyé”.