Garantizar la seguridad
Entre los grandes desafíos del nuevo Gobierno está garantizar la seguridad en zonas rurales, donde continúa la violencia de grupos armados ilegales en torno al narcotráfico, y contribuir a la disminución de las altas tasas de criminalidad y violencia en ciudades como Cali.
De acuerdo con el coronel en retiro y asesor en seguridad John Marulanda, más allá del conflicto que se desarrolla en veredas y corregimientos, y de manera particular en la frontera con Venezuela, en el Catatumbo y en la frontera con Ecuador, el problema de la delincuencia en las ciudades es acucioso.
“La delincuencia está al alza y eso aparece en un momento en el cual se anuncia la salida de la Policía del Ministerio de Defensa y tras la renuncia en los últimos 16 meses de cerca de nueve mil miembros de esa institución. Eso hace prever que habrá un desbordamiento delincuencial de las bandas criminales, la mayoría dedicadas al narcotráfico”.
Considera Marulanda que antes de realizar el traslado de la Policía a un ministerio distinto al de Defensa se debe inyectar tecnología y especializar a sus miembros en Derechos Humanos, previo a iniciar cualquier reforma a las Fuerzas Armadas”.
Alcanzar la paz total
Mediante la propuesta de la paz total, el Gobierno de Gustavo Petro se ha fijado el difícil propósito de negociar con todos los actores armados y organizaciones criminales que contribuyen a la violencia en el país.
Este reto de la paz total, según el director de Indepaz, Camilo González Posso, significa, primero, mantener y reconstruir un gran consenso por la paz, porque Colombia ha estado dividida en relación a ese tema y con una oposición muy grande. Es decir, no es un asunto de armas, sino una voluntad política y económica de las empresas y de los partidos, porque en la base de la sociedad ya hay una gran mayoría que está comprometida por la paz y no solo los que votaron por Petro, sino los que votaron en primera vuelta por Rodolfo, y eso es una mayoría suficiente”.
Aunque el Gobierno y las Naciones Unidas hablan de una decersión de excombatientes de un 5 % desde la firma del Acuerdo de Paz, la implementación total de lo convenido será crucial, según los analistas.
“La implementación del Acuerdo de Paz conlleva reformas rurales, económicas, políticas, de seguridad y justicia. Todo un paquete muy importante, cuya implementación será un gran reto. Ahora, en lo referente a los reincorporados, hay que empezar a desestigmatizarlos, porque hubo una campaña de aislamiento total que los hace vulnerables y el incumplimiento en la implementación de la paz agudiza tensiones y decersiones”, dice.
Los otros elementos clave para cumplir ese fin, agregan los analistas, serán la desarticulación de las estructuras de violencia ligadas a grupos económicos y políticos, y atender lo que pasa en las fronteras, en especial la de Venezuela, y neutralizar a esas organizaciones.
Asumir la lucha frontal contra la corrupción
Reglamentar e implementar las normas que permitan hacer frente a la lucha contra la corrupción, un mal endémico en el país, es otro de los desafíos que asume hoy Gustavo Petro.
Pese a que hubo avances en el Gobierno de Iván Duque, en el que se crearon doce leyes con el propósito de luchar contra ese flagelo en Colombia, es mucho lo que falta por hacer en ese campo, según los especialistas.
Alejandra Barrios, directora de la Misión de Observación Electoral (MOE), explica que el nuevo Mandatario tiene grandes retos en esta materia. El primero, dice, será acabar con el nexo entre corrupción y política, mediante la financiación de las campañas. Igual, las medidas que se puedan adoptar para que partidos y candidatos hagan una rendición de cuentas efectiva.
“Otro elemento importante será, a partir de los diálogos con los distintos actores armados, poner fin a economías ilícitas como el narcotráfico, la minería ilegal y la trata de personas, entre otras, que son el combustible que facilita la relación entre política, ilegalidad y la forma cómo se destinan contratos o se malversan para utilizarlos como mecanismo de lavado de activos. Entonces, el tema de los diálogos va relacionado con la cantidad de recursos a los que es imposible hacerles seguimiento y la forma cómo los ingresan a la economía colombiana”, explica Barrios.
Lo otro es abrir la posibilidad de que la sociedad civil pueda hacer seguimiento real a los procesos de contratación y que se asignen en verdad a los mejores proponentes, con las capacidades técnicas y con los recursos que garanticen su ejecución.
El reto de modernizar el sistema de salud
Con todo y las dificultades e imperfecciones que afronta el sistema de salud en Colombia, ha sido considerado uno de los modelos más garantistas de América Latina y que ofrece una cobertura total a los usuarios.
Recientemente la designada ministra de Salud, Carolina Corcho, aseguró durante un conversatorio que “el sistema de salud, como política pública, cumple tres décadas desde el último modelo instaurado y observamos que ya es momento de revisar qué fue lo que funcionó y lo que no funcionó, para que pueda ser susceptible de mejoría”.
Según el analista y catedrático Diego Luis Sánchez, la salud es uno de los retos enormes que se plantea el Primer Mandatario a partir de hoy, porque una cosa es utilizar el inconformismo de la gente con el sistema de salud y las EPS, y otra muy distinta es como Presidente dar las soluciones que planteó.
“Cuando se cuenta con un sistema de salud como el que tenemos, que tiene problemas, pero que a pesar de todo presta un servicio muy importante a la sociedad, es sumamente delicado entrar a reformarlo sin tener claridad de cuáles serían esas nuevas medidas que van a permitir mantener estándares muy altos en cobertura, prestación de servicio y en los costos que deben cancelar los usuarios, sobre todo de los estratos socioeconómicos más bajos”, advierte Sánchez.
La confianza en la economía
Hay dos factores fundamentales en este campo, según el analista económico y consultor empresarial Carlos Andrés Pérez. Primero, mantener la confianza en la economía nacional y, segundo, avanzar de manera acelerada en el proceso de diversificación de la estructura exportadora del país.
“Lo que muestran los mercados internacionales hasta el momento es que la economía colombiana es la que presenta mayor potencial de crecimiento en el corto y en el mediano plazo en el contexto latinoamericano. Las proyecciones de crecimiento, tanto para el 2022 como para el 2023, según el más reciente reporte del FMI, destacan a Colombia como la economía de mayor potencial de crecimiento y eso ya incorpora los anuncios de ajustes estructurales o regulatorios que se están promoviendo por el Gobierno Nacional para los próximos años”, señala Pérez.
La designación de José Antonio Ocampo como ministro de Hacienda, dicen los analistas, le da una señal de relativa tranquilidad a los mercados internacionales en materia de la estabilidad en las reglas de juego tanto para las empresas de capital nacional como para las que operan con capital extranjero.
“El otro factor fundamental es avanzar de manera acelerada en el proceso de diversificación de la estructura exportadora. Colombia es un país de regiones y en cada una de ellas hay estructuras productivas que tienen potencial de llegar a mercados internacionales, y el desafío es identificarlas y acelerar esos procesos de transformación”, concluye el analista Carlos Andrés Pérez.
Conciliar las reformas planteadas en campaña
Sacar adelante reformas tan complejas como la tributaria, la pesional, la agraria, la de salud y la política, que en últimas sería reformar de manera drástica el funcionamiento del Estado, no solo será un reto enorme para el Gobierno de Gustavo Petro, sino un gran desafío a la hora de mantener las mayorías en coalición en el Congreso de la República.
Colombia tiene un régimen presidencialista, explica el constitucionalista Juan Manuel Charry, “en el que la posibilidad de que el Gobierno conforme las mayorías en el Congreso es relativamente alta; sobre todo en el inicio del periodo de mandato. Entonces, en mi opinión, no es en este momento un reto muy grande plantear una reforma como la política, teniendo en cuenta que Gustavo Petro, al parecer, tiene las mayorías en el Congreso de la República”.
En la medida en que se vaya avanzando en el tiempo y en las discusiones, continúa Charry, “probablemente haya sectores que han entrado a respaldar al Gobierno que inicia que tengan diferencias conceptuales en temas más delicados como es el pensional y de la salud, y ahí puede haber deterioros en la coalición del Gobierno. Incluso, puede llegar a existir el riesgo de que se pierda la mayoría por parte de la bancada de Gobierno, si alguno de los partidos no está de acuerdo con puntos neurálgicos de las reformas más profundas que planea el Ejecutivo”.
Por lo pronto, el nuevo Gobierno le apostará fuerte a la reforma tributaria, según ha anunciado, en tanto que la reforma a la salud sería materia de estudio en el próximo periodo de sesiones.