Con la llegada de la temporada de fin de año no solo aumentan las personas que buscan disfraces, árboles de navidad o regalos, sino también la presencia de vendedores ambulantes que desde ya comenzaron a apoderarse de los andenes y espacios públicos de Cali.
Aunque el fenómeno es incuantificable, según cálculos del gremio, solo en el Centro la presencia de informales puede aumentarse hasta el 30 %. Actualmente se estima que en esta zona hay cerca de 1500 vendedores ambulantes, lo que quiere decir que llegarían unos 450 más, para un total de 1950.
Algunos de estos comerciantes se desplazan desde otros lugares de la ciudad o del país, como el Cauca y el Eje Cafetero. Otros son foráneos y arriban a Cali, principalmente, desde Ecuador y Venezuela.
“Entre el primero de noviembre y el 31 de diciembre es la fecha máxima de colmatación de vendedores en el centro. La situación se desborda a tal punto, que en días como el 7 o el 24 de diciembre, algunas personas ocupan hasta las calles por donde pasan los carros y se toman vías completas”, señaló Javier López, vicepresidente de la Asociación de Vendedores Ambulantes y Estacionarios de Cali, Asovaes.
La zona más apetecida, donde prefieren alojarse los ‘recién llegados’, es el área comprendida entre las calles 12 y 15 con carreras 5 y 9, debido a que en ella se concentra el mayor flujo comercial del Centro.
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“Allí, un pedazo de andén de un metro por un metro se puede alquilar mensualmente entre $150.000 y hasta $500.000. El espacio lo arrendamos los mismos vendedores y, a veces, hasta los locales comerciales”, dijo Mauricio (*), un vendedor del centro de Cali.
Pero la ‘guerra del centavo’ durante la mejor temporada comercial del año no termina allí. “Son tantas la personas que llegan a vender a la calle, que algunos quieren meterse a la fuerza entre los puestos de quienes ya llevamos años aquí”, afirmó Rocío Zárate, una mujer que tiene un puesto de variedades desde hace 15 años en la Carrera 8.
Otras, como Carmen (*), vendedora ambulante, aseguran que la situación se complica de tal manera, que se generan peleas y amenazas entre los mismos vendedores.
“En el 2016 un señor vendió varios puestos y, ahora que la temporada se pone buena, quiere sacarme de aquí. Hace 15 días vino abusivamente con un revólver y un cuchillo a decirme que me fuera y por eso ya lo denuncié a la Fiscalía”, contó la mujer, oriunda del Putumayo y madre cabeza de familia de dos hijas, entre lágrimas.
Para el vicepresidente Asovaes toda esta situación es el resultado de la falta de autoridad de la Alcaldía Municipal.
“No pido que desalojen a los vendedores, si no que coloquen un orden, nos censen y nos organicen porque los funcionarios son quienes tienen las herramientas legales para hacerlo. Ya es preocupante ver que hasta los almacenes están cercando con conos los andenes frente a ellos para que otras personas no vendan en esos lugares, pero después ellos mismos sí colocan allí su mercancía”, precisó López.
Por su parte, la Subsecretaría de Inspección, Vigilancia y Control advirtió que para esta temporada de fin de año se intensificarán los controles en el espacio público. “Funcionarios de esta área realizarán operativos con el apoyo de la Policía, en el marco del plan de seguridad que va a implementar esta entidad para toda la ciudad durante los últimos meses del 2018”, informó la Alcaldía.
Desde la Administración Municipal se añadió que, en coordinación con Migración Colombia, también se realizarán controles a las personas foráneas que estén realizando actividades comerciales en el centro.
“Desde el área de espacio público se va a regular para que los vendedores no obstruyan las vías. La Policía también tiene la autoridad para hacerles el llamado de atención a las personas que incumplan estas normas, quienes podrían ser sancionadas con una multa tipo 1 (alrededor de $104.000 )”, indicó un vocero de la Administración.
Los operativos que realizará la Alcaldía se concentrarán en zonas como el Bulevar del Río, el Paseo Bolívar, los alrededores de la rueda (en la Calle 5 con Carrera 50), en la Unidad Deportiva de Cañaveralejo y en la Autopista Suroriental (en época de la Feria de Cali).
“Es caótico permitir la proliferación de ventas ambulantes en la vías. La ley es la ley y debe hacerse cumplir, así sea dolorosa. En esta Administración hay una exagerada condición paternalista. Los controles deben hacerse para que no se afecte tanto el trabajo de los comerciantes que pagan impuestos en sus locales, como el de los vendedores que ya están censados y llevan años trabajando en el espacio público”, subrayó el concejal Fernando Tamayo.
Otras zonas impactadas
La invasión de espacio público, con la llegada de nuevos vendedores ambulantes, también ocurre en barrios como El Ingenio, Capri, Valle del Lili, Floralia y Siloé. En este último, por ejemplo, comerciantes de árboles de Navidad y otras ventas se ‘adueñaron’ del andén localizado en la intercepción de la Calle 1 Oeste con Carrera 52.
“La Policía ayer vino y nos puso problema porque los teníamos allí, pero a uno le toca hacer eso para destacarse de la competencia y para que la gente los vea”, explicó Nancy Moreno, quien trabaja en como vendedora ambulante en ese sector desde hace cuatro años.
(*) Nombres cambiados.
Censo de vendedores ambulantes
Con la Política Pública de Espacio Público, la Alcaldía de Cali actualmente adelanta el proyecto que buscar organizar y caracterizar a los vendedores informales que trabajan en las calles de Cali.
Hasta la fecha, en toda la ciudad ya se han censado cerca de 2800 vendedores ambulantes, mientras que en el centro 1800.
“En esa zona ya hemos realizado el proceso de registro en las calles 12,13,14, entre carreras 5 y 9”, dijo Franceline Plaza, coordinadora del área de Espacio Público y Publicidad de la Alcaldía de Cali.
La funcionaria también añadió que, por ley, desde el año 1991 está prohibido la asignación de nuevos espacios públicos a vendedores ambulantes.
“Solamente se dan permisos temporales para trabajar en fechas como la Feria de Cali, el Día de las Macetas o el Día de la Madre”, precisó Plaza.