En Cali, cada fin de semana se presentan, aproximadamente, cinco asonadas contra la Policía Metropolitana, según los mismos registros de la Institución.
El último caso ocurrió la noche del domingo pasado en el sector de Invicali, cerca al barrio Manuela Beltrán, oriente de la capital del Valle.
La asonada quedó en video. Ahí se puede observar una trifulca entre varios ciudadanos y miembros de la Policía Metropolitana asignados a ese cuadrante.
En las imágenes también se ve cómo más de diez uniformados se enfrentan a los residentes de una vivienda. Los ciudadanos lanzaron, desde una casa, sillas, pedazos de madera, latas y hasta un asador. Mientras que los policías intentaban entrar a la casa.
Según lo reportado por la Policía, todo comenzó con la denuncia de un ciudadano, quien afirmó que había sido víctima de un hurto y que los presuntos ladrones estaban en la vivienda donde se produjo la asonada.
Al parecer, cuando los uniformados llegaron para verificar esta denuncia y requisar a los ocupantes de la residencia, los mismos rechazaron esto, causando el mencionado enfrentamiento.
De acuerdo con la versión oficial de la Institución, no se registraron personas heridas ni uniformados afectados. Además, se reportó que tuvieron que retirarse del lugar y no pudieron confirmar si los presuntos asaltantes se encontraban dentro de dicha residencia.
Ante esto, el general Manuel Vásquez, comandante de la Policía Cali, invitó a la ciudadanía a no obstaculizar los procedimientos policiales y no generar episodios de violencia como los ocurridos en el sector mencionado.
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Por su parte, el alcalde de la ciudad, Jorge Iván Ospina, afirmó que “estamos muy preocupados por la desobediencia ciudadana y por el irrespeto que se le está dando a la autoridad en la capital del Valle”.
“Hay que señalarle a la comunidad que las sociedades salen adelante en la medida en que nos respetamos todos y construimos un clima de tolerancia y respeto”, acotó el alcalde Ospina.
A su vez, Guillermo Londoño, subsecretario de la Política de Seguridad de Cali, señaló que “rechazamos la agresión y la asonada que sufrieron nuestros policías en el oriente de la ciudad para atender un requerimiento ciudadano por un presunto hurto. Es necesario que la ciudadanía comprenda que la labor de las autoridades es fundamental siempre y cuando la dejemos realizar”.
Y es que la preocupación de las autoridades no es infundada: entre el 1 de enero y el 6 de octubre de este año, en Cali se han impuesto 33.138 comparendos por comportamientos que afectan las relaciones entre las personas y las autoridades. El año pasado, en el mismo lapso, fueron 6.235 multas por este mismo aspecto, lo que representa un aumento del 431,5%.
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Al respecto, el sociólogo Juan Manuel Torres Erazo, explicó que el tema de las asonadas pasa porque hoy “hay una falta de orden o de autoridad y esto hace que no se respeta a la Policía”.
Además, dijo Torres Erazo, “con la época de la pandemia, confinamiento y protestas la imagen de la Policía cambió. Ahora la gente cree que la Policía es corrupta, la que persigue a los jóvenes, la que señala, entre otras cosas, y esto ha llegado a un punto en que, por ejemplo, la gente arma su rumba en su casa o en su barrio y a la Policía, si llega, se le irrespeta”.
Sin embargo, el sociólogo y también analista de datos y del conflicto, afirmó que del lado de la Policía “se debe trabajar fuerte en tener un enfoque en derechos humanos, hacer trabajo con los jóvenes, que son los que actualmente se ven más inmersos en choques con la autoridad, y así poderlos integrar a la sociedad”.
“Los uniformados ni la ciudadanía deben juzgar. Es que se cree que por ser del oriente entonces se es diferente. Todos debemos de obedecer la ley, pero es necesario entender las dinámicas y culturas de las ciudades. Entender por qué, por ejemplo, en el oriente la rumba es en la calle y no en una discoteca o en una unidad residencial, como ocurre en otros sectores. De esto podría depender mucho el tema de la prevención de las asonadas”, concluyó el experto.
Soluciones, según expertos
Para evitar asonadas y episodios de intolerancia en la capital del Valle y en general en el país, expertos consideran que “el Estado debe retomar el control y la promoción del civismo y el orden”.
“La escuela debe promocionar valores y el respeto por los semejantes”.
“Los padres deben tener el control de la formación de sus hijos”.
“Los entes que representan autoridad tienen que ser un apoyo más educativo que restrictivo”.