Caer de forma estrepitosa sobre el hueco de una calle o avenida puede convertirse en una inesperada y verdadera tragedia para un ciclista, un motociclista, o el conductor de un carro.

Son trampas mortales que surgen tras el deterioro progresivo del pavimento y la carpeta asfáltica, y hasta por materiales de baja calidad y corta duración. Igualmente, porque gran parte de la malla vial, como en el caso de Cali, presenta daños luego de 25 y 30 años de uso, a lo que se suman largos atrasos para su mantenimiento.

Factores como la lluvia, que ‘camufla’ sobre todo en las noches los hundimientos, grietas, fisuras y resaltos, más la pobre señalización e iluminación inadecuada, también contribuyen a los accidentes y daños en ejes, amortiguadores, rines y llantas en automóviles y motocicletas.

Uno de esos siniestros los sufrió en carne propia *Roberto Pérez, empleado de una firma caleña, que en la mañana del pasado 29 de julio se volcó con su vehículo frente al parque del barrio El Ingenio al esquivar un hueco.

“Fui afortunado, porque solo sufrí algunas contusiones. La resistencia de mi carro me protegió. Estas cosas no deberían pasarle a nadie si las calles estuvieran bien pavimentadas”, relata. Fue tal el impacto que su automotor fue declarado pérdida total.

La suerte también acompañó a *Roberto ese día, porque no atropelló a nadie, a pesar de que el carro terminó sobre un separador a pocos metros de personas que caminaban a lo largo de ese corredor verde al sur de la ciudad.

Respecto a estos sucesos, el secretario de Infraestructura, Néstor Martínez, admite que al menos el 75% de la malla vial de la ciudad está deteriorada, lo que corresponde a un “proceso de varias décadas, y no de la actual administración”, y porque muchas vías se pavimentaron bajo especificaciones y carpetas asfálticas no aptas para soportar el tráfico vehicular de hoy.

De allí, que por culpa de los huecos el Municipio cada año esté condenado a cubrir millonarias indemnizaciones a ciudadanos y sus familias luego de largos litigios por lesiones graves, daños parciales o totales a vehículos (en especial motos), e incluso por la muerte de personas involucradas en un siniestro por el mal estado de una calle.

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Entre esos casos lamentables figura el de Johan Sebastian Toro, un joven enfermero de 21 años, quien en agosto de 2019 perdió la vida en el barrio El Poblado al chocar su moto contra un desnivel en el pavimento de la vía. La comunidad había advertido sobre esa peligrosa trampa. Un día después de lo ocurrido, y en medio de la indignación general, la calle fue reparada.

Solo entre el 2020 y lo corrido del 2021, la Alcaldía de Cali ha pagado $4153 millones en 27 reparaciones económicas directas a personas (por fiducia) tras surtirse procesos ante la jurisdicción contenciosa administrativa en casos que involucran accidentes causados por huecos y problemas en la malla vial.

A la fecha existen 310 procesos activos, mientras 151 ya culminaron. De ellos, 51 tuvieron fallos contra el Municipio, mientras 100 salieron favorables para la ciudad. Los demandantes buscaban pretensiones por $30.544 millones. Según la directora jurídica del Municipio, María del Pilar Cano Sterling, en su despacho hay demandas judiciales que datan de los años 1999, 2000 y posteriores. “Es una herencia que hemos asumido con responsabilidad”, anota la funcionaria.

Lo peor es que esos procesos podrían seguir acumulándose si la ciudad no acelera los mantenimientos viales para evitar nuevas fatalidades. La mayoría de las demandas y su responsabilidad recaen sobre las Secretarías de Infraestructura y Movilidad.

La abogada Cano Sterling resalta que si bien el éxito procesal logrado por esa dependencia ha sido del 62,6% para librar al Municipio de Cali de cuantiosos pagos, lo cierto es que las indemnizaciones han sido costosas.
El País conoció que algunos fallos de los jueces han ordenado al fisco municipal asumir reparaciones económicas que oscilan entre los $13 millones y $800 millones a una o varias personas afectadas en accidentes por huecos.

A la fecha, según la Secretaría de Infraestructura, solo el 25% de la red vial de Cali está en buen estado. El 75% acusa deterioro, ya que se trata de vías muy antiguas.

Veedores y Emcali

Algunos reconocidos veedores ciudadanos afirman que en el caso de huecos hechos y abandonados luego de obras de acueducto y alcantarillado, la responsabilidad debe recaer en Emcali y sus contratistas.

Óscar Zúñiga, vocal de control y veedor de servicios públicos, señala que por ello muchos de los huecos en las vías llevan meses y hasta años, sin que a ninguna autoridad le importe pese a los riesgos para la gente.

Pone como ejemplo de negligencia la esquina de la Calle 34 con Carrera 11D del barrio Atanasio Girardot, donde hace cinco años hay un hueco. Igual, el caso increíble de una residente del barrio Tequendama cuyo garaje de su casa fue bloqueado por un hueco que hizo Emcali y que no le permite sacar su vehículo. “Este es un acto de verdadera crueldad”, asevera.

Por su parte, el también vocal y veedor José Grimaldo sostiene que “el tema de los huecos se ha convertido en una ‘manía’ (sic), porque Emcali ha sido manipulada por la contratación. Por ello se observan huecos en andenes y calles luego de trabajos en las redes de alcantarillado”. Anota que “los responsables deben ser los contratistas, debido a que el papel de los interventores es nulo. Eso es corrupción”.

Cali cuenta con una red de vías de 1800 kilómetros en el casco urbano y 300 en la zona rural. Su mantenimiento es bajo por la falta de mayores recursos.

Muchas calles, poca plata

El Secretario de Infraestructura, el ingeniero Néstor Martínez, responde que reparar las calles es una “tarea difícil” por la insuficiencia de recursos.

Para este año, esa dependencia tiene un presupuesto de $120.000 millones, el cual el funcionario califica como “muy precario”, teniendo en cuenta que la reparación de la malla vial de Cali necesita al menos de $1,2 billones, incluyendo la reposición de redes de alcantarillado y acueducto. “Otras administraciones tampoco tuvieron presupuestos suficientes”, recuerda Martínez.

La falta de dineros obedece, asimismo, a que de la sobretasa a la gasolina que se recaudó en sus inicios para el mantenimiento de la malla vial, hoy un alto porcentaje de esos dineros se destina a financiar la operación del Sistema de Transporte Masivo, MÍO. “Eso hace que estemos atrasados en mantener la malla vial”, dice.

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Cali cuenta con 1800 kilómetros de vías en la zona urbana y 300 en el sector rural. “Muchas calles de los barrios están mal, pues desde hace 20 años no tienen mantenimiento”, indica el ingeniero Martínez, al destacar que el plan de bacheo y reposición asfáltica se concentra ahora en 48 sectores residenciales. Entre ellos figuran los barrios Los Cámbulos, Los Andes, Panamericano y Departamental.

Para tal efecto, la Secretaría firmó un convenio “donde Emcali repara y nosotros complementamos la rehabilitación de las vías”.

En el caso crítico del barrio El Ingenio, Martínez aclara que “no es culpa del uso de malos materiales, sino de daños estructurales”, ya que las vías se construyeron hace mucho tiempo con una mezcla asfáltica de dos pulgadas, y ahora deben ser tres por el aumento del tráfico en ese sector del sur de Cali. El mismo fenómeno ocurre en la mayoría de las viejas vías de Cali, donde pululan los huecos por su avanzado deterioro, lo que pone en riesgo muchas vidas en inesperados accidentes.

* Nombre cambiado a petición de la fuente.

Hasta hace algunos años, la sobretasa a la gasolina que pagan los caleños era para atender la malla vial. Hoy, la mayor parte de esos dineros van para el MÍO.

¿En qué van los bacheos y reparaciones?

El bacheo se define como el sistema de la reparación de una vía cuando presenta fallas, brechas y huecos. Se trata de un método rápido que soluciona las fallas en el pavimento sin contaminar con materiales (asfalto y otros) que garantizan su duración para no repetir este trabajo.

De acuerdo con Néstor Martínez, secretario de Infraestructura, su dependencia ha logrado recuperar 203.000 metros cuadrados de vías urbanas. En el primer año fueron 110.000 metros y este año van 90.000 metros.

Se trata de “muchos tramos que Emcali ha dañado, además de lo que hemos encontrado en vías que son de mucha movilidad para reducir la accidentalidad y las demandas en estos casos”, agrega.
La Secretaría de Infraestructura garantiza que antes de finalizar el 2021 se habrán rehabilitado otros 60.000 metros cuadrados luego de la compra de una moderna maquinaria para esas tareas.

Mientras ello ocurre, las quejas son a diario. Una de las últimas, mostrada en video por las redes sociales, recoge el clamor de una residente de la Carrera 103 con Calle 16 quien afirma que por los huecos se han accidentado allí motociclistas y conductores de carros.