“El lema es que esos señores se deben capturar como sea, entonces necesitamos apoyo entre todos. Yo alerté a la Fuerza Pública hace rato, pero desafortunadamente es la hora en que no han pasado por acá”, ese relato es lo que se escucha en uno de los audios de la comunidad de Landázuri, un pueblo de Santander, donde la comunidad decidió linchar a los presuntos responsables de la masacre de cuatro personas en el interior de una finca el pasado domingo.
“Estos audios, que fueron revelados horas después de la masacre en Landázuri, resumen los sentimientos de los colombianos y es que ante la inacción de la justicia y la Fuerza Pública, los vecinos en esa impotencia toman la decisión de ejercer justicia por mano propia, lo cual bajo ningún punto de vista es bueno. Esto es una problemática terrible para el país y no debería ocurrir”, aseguró Pablo Uribe, experto en prevención del crimen.
Esta situación no es ajena a Cali. El miércoles 7 de septiembre una turba de ciudadanos persiguió al presunto autor de dos asesinatos, ocurridos en el centro de la ciudad, hasta al barrio San Nicolás, donde lo golpearon con objetos contundentes. Posteriormente, los uniformados controlaron a la comunidad enfurecida y trasladaron al hombre a un centro asistencial, por la gravedad de la heridas.
“Lo que ocurrió en la masacre de Santander y en los casos que se han presentado en Cali, se debe a que la gente siente impotencia de ver cómo todos los días se cometen delitos en contra de ellos y la administración de justicia no hace nada para reducir esta problemática”, expresó Uribe.
Con esto coincide Andrés Nieto, experto en temas de seguridad de la Universidad Central de Bogotá, quien afirmó que “la justicia por mano propia viene siendo una problemática que tiene un aumento aproximado del 19 % en los últimos 6 años y esto tiene una explicación. De acuerdo con un estudio de la Universidad Libre, siete de cada 10 colombianos no confía en la justicia, es decir, no creen que vaya a llegar una medida sancionatoria para los delincuentes después de cometer un delito”.
Además, puntualizó que aunque Cali no es la ciudad en la que más se presentan casos de justicia por mano propia, “la ciudad sí ocupa el tercer puesto, lugar en donde entre 5 y 7 personas cada año pueden morir por estas acciones de linchamientos”.
Esclarecimiento de delitos
De acuerdo con los analistas, estas situaciones se estarían generando debido a la falta de esclarecimiento en los delitos de alto impacto, como por ejemplo, los homicidios.
Según el balance entregado por la Fiscalía, en el año 2021 el esclarecimiento de homicidios en Cali aumentó 39 % al igual que en Medellín y en Bogotá, donde dicho indicador es del 42 %. El promedio de Colombia se encuentra en 27 %.
“Un poco menos del 30 % de los casos de homicidios en Colombia llegan a la etapa de imputación. Lo que refleja que el 70 % de los asesinatos no alcanzan la justicia y quedan en la total impunidad. Otra cifra muy preocupante es que el 71 % de las personas que son víctimas de un delito no denuncian y la principal razón por la que no lo hacen, según el Dane, es que no confían en la administración de justicia”, sostuvo Uribe.
Situación que ocurre no solo con los homicidios, sino también en delitos como los hurtos a personas, pues según el Observatorio de Seguridad de Cali, en lo corrido del año se han registrado 14.382 casos.
“Esto lo que quiere decir es que hay un aumento de la criminalidad constante en el país, pero una inacción de la administración de justicia frente a los criminales. Esto es muy preocupante para Colombia”, dijo Pablo Uribe.
Frente a estos casos de violencia, Andrés Nieto hizo un llamado al Gobierno Nacional, pues afirma que “al encontrar falencias en la justicia, los ciudadanos sienten que no tienen un respaldo frente a los hechos de los delincuentes”.
Por su parte, Uribe manifestó que “considera necesaria una reforma a la Policía y a la Fiscalía, porque definitivamente el servicio que los colombianos esperan de ellos no se está prestando. Debe reestructurarse no solo legalmente, sino todo su sistema, sus procesos, su misión y la manera que enfrentan los problemas públicos en Colombia”.
Consecuencias penales
Estos hechos, en los que las personas responden de forma violenta ante la comisión de un delito en lugar de acudir a las autoridades encargadas de la seguridad, tiene duras consecuencias para quienes deciden tomar justicia por mano propia. .
Así lo afirmó Juan David Castillo, abogado penalista y defensor público: “Dentro de las repercusiones que pueden enfrentar las personas es ser judicializados y procesados penalmente porque lo que están cometiendo es un delito. Que una persona haya hurtado a otra previamente, no autoriza a que se tome justicia por mano propia”.
Además, si las agresiones son tan fuertes que la persona asesina a otra por tomar justicia por sus propios medios, el abogado Castillo explicó que “este ciudadano va a ser investigado por la Fiscalía y probablemente será llevado por el homicidio a un proceso penal y tendría que pagar una condena, que es determinada por un juez de control de garantías”.
De acuerdo con el abogado penalista, algunos de los delitos en los que podría incurrir una persona por tomar justicia por sus propios medios pueden ir desde los más leves, como las lesiones personales, hasta los más graves, como el homicidio tentativo, en caso de que se haya atentado contra la vida de la persona pero no se le haya causado la muerte, hasta un homicidio simple o agravado.
“Los jueces analizan cada situación para determinar la condena. No es correcto precisar una condena general. En el caso en el que se le cause la muerte a una persona y le sea imputado el delito de homicidio agravado, las penas son superiores a 30 años de cárcel. Cada pena varía por las características del hecho cometido”, finalizó Castillo.