Mireya Ocampo se curó de hipertiroidismo tomando diariamente aceite de cannabis, después de 4 años de haber sido diagnosticada. Su madre, de 65 años, calmó sus dolores arteriales con el mismo producto magistral que su hija preparaba de manera casera.
Tres años después, en el 2015, oficializaron Vital Green, una empresa local que distribuye productos terapéuticos y cosméticos a base de cannabis. Como ellos, más de 200 empresas colombianas están en proceso de adquisición de las licencias que requiere el gobierno para producir y distribuir marihuana medicinal.
Desde que se expidió el Decreto 613 del 2015 que legaliza el uso de marihuana con fines medicinales en el país, esa industria no ha parado de crecer. Una muestra de ello es que, antes de la “legalización”, la industria clandestina podía llegar a cobrar por un aceite a base de marihuana hasta $210.000, mientras ahora, con la diversificación de empresas, se consiguen productos como pomadas y cremas desde $ 15.000.
Sin embargo, pese a que la legalización formal se dio hace tres años, se puede decir que es hasta este 2018 que muchas de las empresas podrían comenzar sus operaciones.
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11.400 millones de dólares movió la industria de la marihuana medicinal en el mundo, en el 2015.
Este es el caso de Khiron Life Sciences, una compañía colombo-canadiense de investigación, producción y distribución de productos de cannabis medicinal. La empresa ya se posicionó como la primera firma local en cotizar en la bolsa de Toronto, pese a que no ha iniciado sus operaciones comerciales en el país. Sin embargo, Khiron ha venido adelantando procesos investigativos con la planta, con el fin de mejorar los productos médicos y cosméticos que ofrecerán al público.
Para operar correctamente y según las exigencias de ley, el gobierno creó cuatro licencias para la industria. Tres que avala el Ministerio de Justicia: la de uso de semillas para siembra, con 17 permisos entregados a la fecha; la de cultivo de plantas de cannabis no psicoactivas, con 81 licencias; y las psicoactivas, con 55.
Es decir, todo lo correspondiente a la producción en terrenos propios y controlados. Entre las tres modalidades se han otorgado 153 licencias. Y la restante: fabricación de derivados de cannabis que corresponde al Ministerio de Salud y Protección Social. El País intentó comunicarse con la entidad encargada para conocer el número exacto de licencias expedidas a la fecha, pero no obtuvo respuesta.
A la fecha, según datos del Ministerio de Justicia, hay 215 solicitudes de licencias en curso, lo que representa que más de 50 nuevas empresas de cannabis medicinal están próximas a entrar al mercado. Los departamentos con mayores solicitudes y permisos vigentes son Cundinamarca, Antioquia, Cauca y Tolima.
Sin embargo, cabe aclarar que no es imprescindible que las compañías que deseen entrar a la industria las adquieran todas. Según Juan Diego Álvarez, vicepresidente de asuntos regulatorios de Khiron Colombia, “las más importantes son las de cultivo de plantas y comercialización nacional”. Con esas dos licencias, una empresa constituida puede operar legalmente.
$ 3200 es el costo promedio de un gramo de aceite de cannabis en Colombia.
Es tanto el ‘boom’ que se ha generado alrededor de la “nueva industria”, que incluso desde el 2017 se constituyó la Asociación Colombiana de Industrias del Cannabis, Asocolcanna, una entidad que pretende apoyar el proceso de diferentes empresas en su formalización y crecimiento en un mercado tan incipiente como este.
En Asocolcanna actualmente hay 17 empresas asociadas, como: Medicamentos de Cannabis, Plantas Medicinales de Colombia, Colcanna, Fundación Cultivando Esperanza Colombia, entre otras.
Pero en estas empresas no solo se busca comercializar productos para uso medicinal, también cosmético y hasta veterinario. Vital Green, por ejemplo, ofrece desde un aceite de cannabis para controlar enfermedades como la epilepsia y el cáncer, con un costo de $ 72.000, hasta un shampoo y productos capilares para el cuidado personal, desde los $ 32.500.
Lo mismo sucede con la Red de Cannabis Medicinal Veterinaria, una entidad que busca promover la investigación y creación de productos con cannabis para tratar casos de animales con enfermedades neurodegenerativas, fracturas, pérdida del apetito y mascotas agresivas o temerosas.
Según Emily Fata, fundadora de ‘DiagonVentures’, una empresa norteamericana dedicada a asesorar el proceso de constitución de compañías de la industria del cannabis, “en Colombia el mercado es prometedor porque las condiciones climáticas y el costo de producción son mucho más económicos que en Estados Unidos”.
Al respecto, la economista mencionó que mientras un gramo de aceite de cannabis en EE.UU. cuesta entre US$ 4 y US$ 5, en Colombia es posible producir la misma cantidad por menos de US $1.
Además, otra de las ventajas del país frente al norteamericano es que acá existen permisos para importar y exportar productos, lo que permite lanzar una empresa a nuevos mercados, mientras que en EE.UU. la legislación indica que lo que se produce debe comercializarse en el mismo país. Asimismo, la producción de cultivos de cannabis en Estados Unidos implica luz artificial, lo que incrementa los costos en electricidad.
Gracias a dichas condiciones climáticas, según la cartilla de la industria del cannabis de la agencia Procolombia, los países con mayor potencial para exportaciones desde Colombia serían Canadá, Chile, Dinamarca e Israel.
De acuerdo con la misma entidad, el mercado global de cannabis en 2015 estuvo avaluado en US$ 11.400 millones y pretende llegar a US$43 billones para el 2025. Para ello, se proyecta que durante los próximos años, la industria se fortalezca con los productos dedicados al tratamiento de dolor.
Por eso, la llegada de estas empresas al país ha causado reacciones en la medicina. Para Rodrigo Arcila, presidente de Asocolcanna, el fortalecimiento del cannabis medicinal “representa un gran avance para el país porque en muchos otros países ya se han fortalecido los productos con cannabis medicinal”.
Sin embargo, aún falta camino por recorrer para que las primeras industrias surjan en el marco de lo legal y sean sostenibles en el tiempo. Por eso, empresas como Khiron se dedican a la investigación del uso de la planta en el país, mientras reciben los permisos para operar con la planta de marihuana.
Producir un gramo de aceite de cannabis en Estados Unidos cuesta cinco veces más que en Colombia. A nivel nacional es posible exportar los productos terminados.
Empresas formalizadas
La Asociación Colombiana de Industrias del Cannabis, acoge a trece empresas.
Medicamentos de Cannabis S.A.S.
Cannavida
Ecomedics S.A.S.
Econnabis S.A.S.
Khiron Colombia S.A.S.
Pharmacielo Colombia Holding S.A.S.
Colombian Cannabis S.A.S.
Avicanna Latam S.A.S.
Ecofarm Biosciences S.A.S.
FCM Global S.A.S.
Nusierra Colombia S.A.S.
Plantas Medicinales de Colombia S.A.S.
Cooperativa para la Unidad Norte Caucana
Fundación Cultivando Esperanza de Colombia
Colombian Organics S.A.S.
Earth’s Healling Colombia S.A.S.
Colcanna S.A.S.
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