El 80 % de los caleños se siente inseguro en la capital del Valle del Cauca, de acuerdo con la Encuesta de Percepción Ciudadana del programa Cali Cómo Vamos. Esta situación se agravó después del paro nacional, que ha dejado una sensación de anarquía en las calles.

El secretario de Seguridad del Municipio, Carlos Javier Soler Parra, quien asumió el cargo en junio de este año, reconoce que sí hay inseguridad y también dice que está convencido de que se le puede ganar la batalla a la delincuencia.

En entrevista con El País, afirmó que la seguridad no es cuestión solo de policías o soldados sino del entorno social en el que viven hoy las personas en la capital del Valle y de la falta de oportunidades.

Al mismo tiempo considera que hay datos que evidencian que se están revirtiendo las cifras de criminalidad en la ciudad.

Después del paro la percepción de inseguridad aumentó. ¿Hay forma de que el panorama actual cambie o esto se nos salió de las manos?
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Esto no se sale de las manos, lo que pasa es que la seguridad tiene varios componentes y el último de estos componentes es el que la gente percibe. Es decir, la seguridad no es una cuestión de soldados y policías, pero todo el mundo quisiera tener la percepción de seguridad con un policía y un soldado en la esquina de su casa.

No podemos politizar la seguridad, eso sería un craso error, porque venimos de situación muy difícil, paro, pandemia, y todo esto tiene vinculación directa con la seguridad.

Se cerraron 3000 empresas y se tiene una tasa de desempleo de 28 % en mujeres y 22 % en hombres, hay un problema social muy grande.

A esto se une la migración, se dice que son 60.000 venezolanos en Cali. Nuestros cálculos indican que son unos 100.000. Y esta es una población sin empleo, que también genera problemas de convivencia.

Carlos Soler Parra es abogado de la Universidad de San Buenaventura, especialista en Derecho Administrativo. Se especializó en gestión de recursos militares y en el Ministerio de Defensa trabajó como Director de Derechos Humanos.

El lío, Secretario, es que los problemas de Cali no son solo percepción. Todos los días vemos videos de robos en la ciudad...
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Sí, pero le hago una pregunta, hace cinco o diez años dónde se veían esos videos, en ninguna parte, porque no había videos. Antes robaban y eso se quedaba en un grupo pequeño de gente. Hoy en día un video se viraliza y rápido 100.000 personas lo ven, y eso genera miedo.

Pero devolvamos, como decía, la seguridad es un 360, a los problemas sociales que ya comenté se une la crisis penal, el hacinamiento carcelario. Se nos olvida que el objetivo de las penas es resocializar, pero la gente que entra a la cárcel sale con tanta rabia que termina convertida en un asesino.

Algo que nadie está estudiando es la reincidencia, es un tema muy delicado, está por encima del 40 % . No hay una política carcelaria, los sindicatos del Inpec no dejan llevar más gente a las cárceles y entonces toca mantener a los sindicados en las estaciones de Policía.

Los policías que deberían estar en las calles, están cuidando detenidos. Tenemos en este momento 1800 detenidos en las estaciones y quién dijo que las estaciones eran para tener detenidos. Esos 500 policías, que deben vigilar a estas personas, deberían estar en los cuadrantes reforzando la seguridad ciudadana.

“Se requiere un cambio en educación y cultura, que son temas transversales a la seguridad, para que llevemos a Cali a lo que era antes”.

¿Lo que usted quiere decir es que la inseguridad es un problema estructural sin solución?

Hay un problema bastante estructural al que se le suman otras cosas, como ahora el uso de las armas traumáticas. Tenemos un estudio que dice que en el 2018 se importaron 9800 armas traumáticas a Colombia y el año pasado 198.000. Eso es el 4000 % y estas armas no tienen control, pero si a ti te sacan un arma de esas, pues levantamos las manos, porque no tenemos la capacidad de decir si es de verdad o no.

¿Qué pasa si te capturan con un arma traumática?, pues nada. No se puede capturar a esta persona y entonces la delincuencia ahora no alquila armas sino que compra una traumática en $400.000 o $500.000.
Todas esas caravanas en motos que asaltan, cuando los capturamos tienen estas armas traumáticas, y nos toca soltarlos y la gente se enoja y empieza a tomar justicia por propia mano, que eso lo reprochamos.

En este caso, ¿cuál es la propuesta de la Alcaldía?

Les presentamos a los ministerios del Interior y Defensa estas inquietudes hace varios meses y se comprometieron a reglamentar el uso de estas armas. No estamos pidiendo que se prohíba, sino que se reglamente. Que se registren en Indumil, tengan salvoconducto y que se sepa de quién es esa arma.

Habíamos dicho que nunca había muerto alguien con estas armas, pero hace semana y media nos asesinaron a una persona en el centro de Cali, un disparo en el cuello, le reventó la vena y se desangró. Ya hay homicidios con armas traumáticas. Por esto, y por la afectación emocional de la gente, presentamos una tutela para decirles a los jueces que ordenen al Ministerio de Defensa y del Interior y la Dian que reglamente esto, es una necesidad.

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Precisamente el viernes pasado salió esta reglamentación, ¿qué piensa?
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Agradecemos al Gobierno Nacional el haber escuchado la solicitud y el requerimiento que planteamos junto al Alcalde de Cali, en representación del pueblo caleño y buscando la seguridad de la población.

Este año hemos incautado 3200 armas traumáticas y lo grave es que le hicimos peritaje a 170 y establecimos que el 70 % de estas habían sido modificadas para colocarle dos cartuchos de 38 o 9 mm. Con dos cartuchos te asesinan.

El 70 % de estas armas están siendo modificadas y están sin control. Eso genera violencia y problemas, y queremos controlar eso y que no estén en manos de gente mala, que le haga daño a la sociedad y que no las usen para disparar la inseguridad ciudadana.

Sí hay inseguridad, pero mucho tiene que ver con esto la falta de política carcelaria, el hacinamiento, los policías están haciendo su trabajo.

¿Cómo van los principales indicadores de seguridad de la ciudad?

Lo que genera mayor impacto en la seguridad ciudadana es el homicidio. Por primera vez, desde enero a la fecha, logramos revertir la tendencia en las cifras, es la única ciudad del país que lo está haciendo.

Por ejemplo, en mayo del 2020 tuvimos 88 homicidios y en igual mes de este año , 180, un 105 % más. Fue la cosa más violenta. En junio, cuando llegué al cargo, se reportaron 157 crímenes frente a 98 del 2020, 60 % más. Comenzamos a trabajar y en julio 103 asesinatos frente a 97 del año pasado. En agosto 103 a 107, 4 % más. En septiembre se revirtió la tendencia y tuvimos 101 asesinados, comparado con los 123 de igual mes del 2020 y en octubre vamos con 56 crímenes, 27 % menos que el año pasado.

¿A qué cree que se debe atribuir este cambio en la tendencia?

Es que volvimos a tener policías en la calle. Cuando el estallido social tuvimos 16 CAI destruidos en el oriente, tuvimos 12 estaciones de Policía quemadas y esto hizo que los uniformados se retiraran del terreno y que las bandas se agarraran en estas zonas.

Con recursos de la aseguradora y de la Alcaldía se han reconstruido los CAI y las estaciones, se restituyó el control territorial. Se trajo un refuerzo de 1200 policías en seguridad ciudadana, a los que el Municipio les paga transporte y alimentación; reparamos 700 motos y 90 camionetas, se compraron 30 nuevas, que se entregaron hace un mes y hace 15 días se adquirieron 260 motos más que se entregan la próxima semana.

Para los Juegos Panamericanos, Petronio y Feria tendremos 1600 policías más. Estamos reparando el sistema de videovigilancia. El sistema tiene 1800 cámaras, hay unas 600 fuera de servicio y estamos reparándolas, cambiando 400 y vamos a adquirir 400 más.

El Ejército nos está ayudando en ladera con 400 hombres y en el oriente de la ciudad con patrullajes conjuntos, hay un componente importante de Policía Militar en dedicación exclusiva al oriente de Cali.

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Pero lo que más sienten las personas son los robos callejeros y estos siguen...

Hay avances, este año, hasta el 14 de octubre, tenemos más casos de robos frente al 2020 porque ese año hubo mucho tiempo de cuarentena, pero al comparar con 2019 tenemos 26 % menos de casos en robo de personas; 37 % menos en robo de residencias y 20 % menos en vehículos. Pero ha aumentado el hurto de establecimientos, motos y autopartes.

¿Usted cree que se le puede ganar la batalla a la delincuencia?, la gente está muy desilusionada...

Estoy convencido, las cifras nos dan la razón, pero nos toca no desmotivar a la Policía, es que cuando golpeo la seguridad, golpeo a la Policía, que son seres humanos, si le dices que su trabajo no vale y no se le reconoce, se desmotivan.

Hemos hecho más de 600 allanamientos en tres meses, ya capturamos más de 1200 personas. Estamos trabajando bien con los jueces, las capturas no se están cayendo. Estamos invirtiendo mucho en tecnología para los laboratorios del CTI, ampliando la capacidad de escucha. Tenemos unos recursos de $10.000 millones para todo el tema de cámaras, drones e identificación facial.

Pero aun así la gente tiene temor, las mamás no quieren que su hijos salgan a las calles...

Le digo algo, hay peligro sí, las mamás están asustadas, pero hay que tener esperanza, si no, no vamos para ninguna parte. Hay que pensar que el tema de seguridad también es social y hay que trabajar en esa parte. Es reducir el desempleo, invertir más en educación, que transforma, no le dejemos la carga solo a la Policía y a los jueces, tenemos que avanzar y como ciudadanos, toca ir hacia adelante, no nos podemos quedar llorando.

Nadie reconoce nada bueno. Se levantaron los bloqueos y al otro día el problema eran los homicidios y se bajan las cifras y al otro día el problema es el atraco y se trabaja sobre la disminución de esto y el problema son los inmigrantes, nunca van a decir que algo está bien porque la gente exige mayor seguridad y la exige porque para eso paga impuestos.

Han pasado casi seis meses del paro nacional, ¿qué pasó con los capturados en su momento?

Se hicieron procesos judiciales por vandalizar, dañar y destruir propiedad pública y privada a más de catorce personas, pero no por ser primera línea, es a la protesta violenta y a los que cometen delitos lo que reprocha el derecho penal.

Violencia de género

  • Según el Secretario de Seguridad, desde que el Observatorio de Seguridad tiene información desagregada de los homicidios no se había registrado un número tan bajo de crímenes hacia mujeres. “Hay una reducción del 6 % respecto a 2019, que era el año con menor número, de 25 % respecto a 2020 y de 44 % respecto al promedio histórico”, dijo.

  • En lo corrido del año (a octubre 20) han asesinado 50 mujeres, frente a 67 crímenes ocurridos en el 2020, en igual periodo.

  • Asimismo, este año han ocurrido 5 feminicidios, 74% menos que en 2020, con 19 casos.

  • El 27 y 28 de octubre se realizará en Cali el Foro de Seguridad, Justicia y Paz Territorial, en el que se tratará el tema de violencia estructurada en contra de la mujer.