Hace apenas unos días aterrizaron en Cali el general Jorge Luis Vargas, director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional; la fiscal delegada para la Seguridad Ciudadana, Claudia Carrasquilla, y la viceministra de Defensa, Diana Abaunza, quienes se reunieron con las autoridades locales para dar a conocer el nuevo plan diseñado por el Gobierno para combatir los homicidios y los hurtos en todo el país.
El plan, básicamente, consiste en fortalecer los cuadrantes en las zonas donde se concentra el delito, lograr que los agentes de Policía sean más visibles para los ciudadanos, y adelantar lo que el general Vargas llamó “investigaciones exprés”, que, máximo, tendrían una duración de dos meses.
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De hecho, según el general, la nueva estrategia contra los homicidios y los hurtos cuenta con un grupo de fiscales dedicados a las investigaciones, para de esta manera judicializar con rapidez las estructuras dedicadas al sicariato, el tráfico de estupefacientes y el hurto.
“Lo que se busca con estas investigaciones es una mejor articulación entre la Policía judicial, tanto del CTI como de la Dijín y con las seccionales de cada ciudad, para adelantar mucho más rápido las investigaciones. No es que sean más rápidas porque sean menos rigurosas, eso hay que dejarlo claro, sino porque son mejor coordinadas y se les va a poner plazos más estrictos a los investigadores para presentar los escritos de acusación ante los jueces”, explicó Andrés Villamizar, el secretario de Seguridad de Cali.
Sin embargo, la posibilidad de adelantar investigaciones exprés tiene varios detractores, incluso dentro de los mismos investigadores que deberán desarrollar los casos.
Cali, priorizada
Dentro del nuevo plan contra los homicidios y los hurtos en todo el país Cali fue priorizada por el Gobierno Nacional. No es para menos: pese a las reducciones en homicidios y hurtos, la ciudad sigue ubicada en las estadísticas como la más violenta de Colombia.
Según datos del Observatorio de Seguridad de la Alcaldía, con corte al 14 de septiembre, este año se han registrado 778 homicidios; 65 casos menos con respecto al mismo periodo de 2018, lo que se traduce en una reducción del 7,7%. Y, sin embargo, son tantos los asesinatos, que lo más probable es que la meta de terminar el año con menos de 1000 homicidios no se cumpla.
“El primer semestre del año fue muy positivo en cuanto a los casos de homicidios en la ciudad, logramos bajarlos, pero el segundo semestre, lo reconocemos, no ha sido tan positivo. Hemos perdido terreno y es prácticamente imposible que cumplamos la meta de terminar este 2019 con menos de 1000 asesinatos”, reconoció Villamizar.
El general Hugo Casas, comandante de la Policía Metropolitana, explicó que el aumento de los crímenes durante el segundo semestre se debe, sobre todo, a un reacomodamiento de las estructuras criminales que se han visto afectadas por varias capturas. Entre ellas la de Martín Bala; o alias W, sobrino de Pacho Herrera. También la desarticulación de bandas dedicadas al sicariato como Los Vaqueros, los Junior y Los Ermitaños.
Las estadísticas del Observatorio de Seguridad de la Alcaldía parecen darle la razón. Mientras que en la ciudad los homicidios por convivencia (riñas) se han reducido en un 36 %, los crímenes por delincuencia crecieron un 7 %.
De ahí que, continúa el general Casas, con la nueva estrategia contra los homicidios, la meta es lograr que en los meses de octubre, noviembre y diciembre las cifras de los asesinatos se reduzcan de nuevo.
“Yo soy optimista, y por eso muchos me critican, pero estoy seguro que en el último trimestre volverá la disminución de homicidios. Septiembre, es cierto, finalizará con un aumento considerable. Llevamos 56 homicidios. El año pasado fueron 76. Es decir que en promedio terminaremos con 95 asesinatos. Estamos peleando contra nuestros propios resultados del año pasado, y ese es un gran reto. De los 9 meses que llevamos en 2019, 5 los terminamos con disminución, pero serán más”.
Para lograrlo, agrega, la nueva estrategia en Cali consta de varias fases. La primera es el diagnóstico y focalización del delito, que es un trabajo que hace la Policía cada semana con la Dijín y la Fiscalía. La segunda fase es el despliegue en sí de la estrategia.
Consiste en tomarse los ‘puntos calientes’ afectados por asesinatos, en determinados días y horarios. Para ello los cuadrantes de esas zonas serán fortalecidos con unidades de la Unipol, un grupo especializado en atacar tanto los homicidios como los hurtos. Es, también, una manera de suplir los 600 policías que salieron de la ciudad tras un fallo que permitió el retiro de los agentes que tuvieran entre 15 y 20 años de servicio.
“Este despliegue a los puntos calientes no lo hacemos solos, vamos también con la Fiscalía, para adelantar las investigaciones de manera coordinada y judicializar a los delincuentes no solo por la flagrancia que puedan estar cometiendo, sino por los procesos judiciales que anteriormente tengan, y de esta manera desarticular de forma definitiva las estructuras criminales”, explica el general Casas.
Sobre las investigaciones exprés, sin embargo, un funcionario de la Sijín de Cali que pidió la reserva de su identidad advirtió que podrían desencadenar ‘falsos positivos judiciales’.
“Como está planteado el modelo de investigación, que se debe realizar en máximo dos meses, apenas se podrían hacer operaciones de compra de estupefacientes con agentes encubiertos y capturar a tres o cuatro jíbaros, pero no los que están arriba. Una buena investigación, por homicidio o estupefacientes, para coger la red completa, requiere mínimo 6 meses”, dijo.
20453 denuncias sobre hurtos de diferente tipo se han registrado en Cali hasta el pasado 11 de septiembre, según datos del Observatorio de Seguridad. Las denuncias crecieron un 14 % frente a 2018.
Una fuente de la Fiscalía piensa algo similar. “Con la orden de hacer investigaciones exprés se dejarían de lado las investigaciones de largo aliento que se están adelantando para poder cumplir lo que están pidiendo. Con otro problema: hay compañeros que tienen 80, 150 órdenes de trabajo. Y son 430 investigadores del CTI en Cali y el Valle, en promedio. Algunos, por ejemplo, están adelantando unas diez grandes investigaciones para desmantelar estructuras criminales organizadas. Con la orden de adelantar casos exprés, esas grandes investigaciones tocará guardarlas en un cajón para cumplir con las exigencias. Se están priorizando las flagrancias. Pero en flagrancia casi nunca caen las cabezas de las bandas. Pareciera que hay una exigencia de dar resultados rápidos y mediáticos”, aseguró.
El general Hugo Casas insiste en que el término ‘investigaciones exprés’ no se refiere a casos que no se adelanten de manera rigurosa, sino que, por el contrario, se harán en coordinación con diferentes instancias para cruzar información y pruebas que permitan judicializar a los delincuentes.
“Lo que buscamos es que todas las autoridades tengamos una reacción inmediata ante casos particulares como un homicidio. Hay fiscales de apoyo dedicados a acompañarnos”, dijo.
Hurtos, el otro reto
Frenar los hurtos es otro de los objetivos del nuevo Plan Nacional de Seguridad Ciudadana. En el caso de Cali, la Policía ha venido dando importantes resultados frente al hurto de celulares. Este año, por ejemplo, 5345 teléfonos robados ya fueron recuperados.
La estrategia en el fondo es quebrar la oferta y la demanda, judicializando a quien vaya por ahí en la calle con un teléfono hurtado. Eso hace que la gente lo piense dos veces antes de comprar un aparato de dudosa procedencia.
En lo que va del año, 60 personas han sido judicializadas en Cali por receptación de teléfonos robados.
Con el nuevo plan, igualmente, las autoridades se tomarán los puntos calientes en cuanto a los robos, como las comunas 1, 2, 3, 6 y 17, “que tienen una incidencia especial”. Son zonas en las que ahora permanecen las patrullas de la Policía, especialmente en los horarios de mayor tráfico de personas, como las mañanas, de ida al trabajo o al colegio, y las tardes, al regreso.
Las denuncias por hurto de celulares han aumentado un 26 % en lo que va del año, para un total de 4763 reportes. El año pasado iban 3772. La Policía ha recuperado 5345 teléfonos robados.
En la aplicación Waze, de hecho, los policías deben reportar su ubicación exacta para que el ciudadano sepa el lugar donde se encuentran.
En el MÍO, igualmente, se priorizaron siete estaciones que según el número de denuncias son las más afectadas por los robos: Ermita, Plaza de Cayzedo, Versalles, Torre de Cali, Pampalinda, Unidad Deportiva y Chiminangos.
“Y en el resto de la ciudad tenemos varias fases durante el día, para cubrir zonas estratégicas”, agregó el general Casas, quien enseguida explica que para cubrir los 600 policías que salieron “y no dejar solos a los cuadrantes”, los están reforzando con tres fuerzas: el Gaula, la Policía de Infancia y Adolescencia, la Policía Ambiental.
“Esto nos ayuda a cubrir las necesidades más sentidas de un agente en un cuadrante”, dice el Comandante de la Policía de Cali.
Según él, por cierto, a mediano plazo a la Policía a nivel nacional se reincorporarán agentes que se fueron hace uno o dos años, pero que, “por vocación y por lo que les representa la institución”, quieren volver.
También se incorporarán mujeres como auxiliares, y además la Policía se propuso, en sus escuelas, graduar 8000 agentes cada año, y no 5000, como lo venía haciendo.
La meta con estos planes, dijo el general Jorge Luis Vargas, director de Seguridad Ciudadana, en su visita a Cali, es que los ciudadanos en todo el país se sientan más seguros al ver más policías en las calles.