La tarea pendiente que tiene Cali, que es dar las condiciones para que el comercio y las empresas, vuelvan a generar empleo, no parece nada fácil.

La ciudad terminó el 2020 con una tasa de desocupación del 20,4 %, eso equivale a que había 265.000 personas sin trabajo. Mientras 1.158.000 habitantes de la ciudad estaban ocupados, de esos 430.000 lo hacían por cuenta propia.

Tanto empresarios como analistas coinciden en que el panorama no es claro, en especial porque aún hay mucha incertidumbre sobre futuros cierres de la economía por la pandemia. Por eso creen que todo dependerá de los apoyos y estímulos que los gobiernos nacional y local les brinden a las empresas.

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Las medidas de corto plazo

Jhon James Mora, director del Doctorado en Economía de la Universidad Icesi, planteó que hay dos cosas que se pueden hacer de forma inmediata que ayudarían a generar empleo: brindar subsidios locales a las compañías que contraten un 20% adicional a su nómina actual durante los próximos 6 meses, “eso sería con los recursos avalados por el Concejo a la Alcaldía”, y, en segundo lugar, hacer capacitaciones específicas en TIC’s, teletrabajo, trabajo en casa, a quienes quedaron desempleados para realizar una gran reconversión tecnológica en la ciudad.

La propuesta de Gustavo Muñoz, director del grupo Multisectorial, va en el mismo sentido, pues considera que para impulsar el empleo hay que reactivar las empresas y para ello propone dos estrategias: alivios económicos (aplazar pagos de impuestos, del primer semestre al segundo semestre del 2021) y mejorar el acceso de las Mipymes a recursos de capital de trabajo.

Sugiere que algunos dineros del Fome (Fondo de Mitigación de la Emergencia de la Nación) se orienten a los municipios para estos los irriguen como capital de trabajo a las pequeñas compañías que no acceden a préstamos de los bancos. “En el Valle el 25 % de los negocios no se reactivaron. Y entre los que lo hicieron, el 80 % vende a pérdida, solo el 20 % logra punto de equilibrio y utilidades”, afirmó.

También le han solicitado a la Administración caleña un subsidio al empleo complementario al Paef (Programa de Apoyo al Empleo Formal). Se calcula que menos de 8.000 empresas formales de las casi 77.000 que tienen asiento en Cali han recibido ese auxilio. “Esta ayuda se hace necesaria para aportar a la sostenibilidad del empleo formal, con la idea de beneficiar a unas 10.000 nuevas compañías, propuso el Comité Intergremial y Empresarial del Valle.

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Por otro lado, Maribel Castillo, directora del programa de Economía de la Universidad Javeriana en Cali, plantea que en el corto plazo se requiere una focalización y sistematización de los desocupados para ofrecer formación en el empleo y que se puedan enganchar con mayor facilidad. “Tener en cuenta los sectores más afectados y apoyar este proceso sobre todo en el sector informal de la economía y con enfoque de género”.

La ejecución de estas propuestas depende del Gobierno Nacional, pero sobre todo del Municipio de Cali que prepara un plan de reactivación que será dado a conocer en los próximos días, según confirmó la Secretaría de Desarrollo Económico. En ese plan incluirán las metas en materia de recuperación del mercado laboral.

En último trimestre del 2020 las actividades que más destruyeron empleo en la capital del Valle fueron: las artísticas y de entretenimiento, alojamiento y restaurantes y las financieras. Solo en ese periodo, la población desocupada aumentó en 90.000 personas.

¿Qué pasará en el mediano plazo?

El mercado laboral en Cali tiene un problema estructural y no solo es producto de la pandemia. En la última década, solo en un trimestre se tuvo una tasa de desocupación de un dígito, eso ocurrió en el periodo enero-marzo del 2010 (9,6 %). El resto del tiempo la tasa ha sido superior al 10 %, con periodos de hasta 16 %, según el Dane.

Por esto, Edwin Maldonado, director del Comité Integremial y Empresarial del Valle, considera que en largo plazo la región se debe enfocar en atacar los problemas de baja pertinencia educativa, productividad e informalidad de una forma integral. “Se deben mapear las oportunidades en algunos sectores que pueden liderar la generación de empleo, entender sus necesidades y hacer esfuerzo para cerrar las brechas de capital humano, pues mientras crece el desempleo, hay vacantes en las empresas que no hay cómo llenarlas”.

“Muchas encuestas muestran que más que universitarios, se necesitan técnicos y tecnólogos que estén formados en “el hacer” pero también en “el ser”, que sepan inglés y con habilidades en temas tecnológicos”, agregó.

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Precisamente, según Alejandra Jaramillo, directora de Desarrollo Social de Comfandi, la brecha sigue siendo grande entre la oferta y la demanda, en términos de lo que busca el mercado. “Por ejemplo, de las 13.900 personas que se registraron en 2020, en las vacantes generadas en las Agencias de Gestión y Colocación de Empleo que opera Comfandi, el 61% (8.479 personas) logró ubicarse. Las demás personas no cumplían con los perfiles requeridos por las empresas.

Por eso dice que Comfandi trabaja en una oferta de formación orientada a las necesidades de los sectores económicos, algo en lo que muchos coinciden.

Adicionalmente, Jhon James Mora, considera que la Administración debe elaborar un plan consensuado de generación de empleo con actores del ecosistema laboral (El Observatorio Regional de Mercado de Trabajo, empresas, agremiaciones, sindicatos y Ministerio del Trabajo).

Otra estrategia más disruptiva, la hizo el economista Julio César Alonso, quien considera que han surgido herramientas como los “Sandbox”, que son espacios en los que se pueden hacer negocios, aprovechando beneficios especiales, por ahora muy enfocados en el tema tecnológico.

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“En Colombia hay una regulación, falta desarrollarla, pero esta puede ser una opción interesante, que podamos tener exenciones de algunos tributos para empresa pospandemia, porque no creo que con aumentar las obras públicas se cree la magnitud del empleo que se requiere”, comentó el académico.

Los constructores del Valle prevén que pueden crear 30.000 puestos nuevos entre este año y 2022, pero para ello dicen que se requiere la articulación con el municipio para superar varios cuellos de botella.

El comercio, los restaurantes, las actividades de entretenimiento argumentan que una apertura generalizada de la economía es lo que permitirá que poco a poco vuelvan a surgir vacantes en estas actividades.

Industria

Para Lina Sinisterra, gerente de la Andi en el Valle, las empresas irán abriendo vacantes en la medida en que tengan mayor certeza sobre las condiciones para operar, el dinamismo de sus ventas, la estabilización de la crisis sanitaria y el clima de los negocios en general.

“Sin duda muchas empresas necesitan estímulos para poder hacerle frente a las obligaciones. El esfuerzo que han tenido que hacer las empresas y comercios para cuidar la mayor cantidad de empleos formales es titánico, por eso las medidas restrictivas deberían ser más focalizadas e ir acompañadas de estímulos”.