Modificar o eliminar el Imei (número de identificación) de los celulares es el método clave de todos los delincuentes dedicados a la venta de estos dispositivos que han sido arrebatados de sus legítimos dueños.

El uso de una caja de liberación es fundamental en la mayoría de casos, pues es una herramienta (con una apariencia similar a un disco duro portable) que permite modificar el software de un celular y, en consecuencia, su Imei original.

“Pero también pueden acudir al método de elaborar el sticker que tiene la información del Imei para luego suprimir el original”, explicó un investigador de la Sijín de la Policía Metropolitana de Cali, que prefirió reservar su nombre por seguridad.

Sin embargo, no todas las veces los delincuentes logran salirse con la suya como pueden llegar a desear, dado que el propietario ya ha avisado a la empresa de telefonía que su celular fue robado para que lo bloqueen de inmediato.

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En ese caso, se acude a una forma más rudimentaria para hacerse con las ganancias del dispositivo: deshuesarlo para venderlo como partes usadas en la ciudad.

Según el Observatorio de Seguridad de Cali, además de que el hurto a celulares ha aumentado en lo corrido del año, al pasar de 1207 a 1252 casos con corte al 4 de marzo, las cifras son aún más preocupantes por el hecho de que cerca de 19 celulares son robados cada día.

Por este delito, la Policía ha capturado a 86 personas hasta la fecha, además de recuperar 545 dispositivos que habían sido hurtados. Pero estas cifras solo corresponden a la primera base de esta cadena delincuencial, pues la red también la protagoniza el receptador, es decir, el que compra para luego vender a la ciudadanía.

“Este termina por ser el eslabón más importante de la cadena, pues dinamiza la oferta y la demanda de terminales móviles hurtados, lo que asegura un mercado negro que inicia con el ladrón que se apropia de estos elementos y termina con el comprador de los mismos”, describió el investigador de la Sijín.

El Código Penal tipifica la receptación de objetos robados como un delito que amerita una pena entre los seis meses y dos años de cárcel. Pero al contrario de las capturas por hurto de celulares en la capital vallecaucana, los resultados de la Policía respecto a la receptación no son tan altos en comparación, pues hasta la fecha solo han detenido a 15 personas.

El operativo más reciente tuvo lugar el miércoles pasado, cuando cayó una red de seis personas dedicadas a ese delito.

Al comprar un nuevo móvil, verifique que el precio comercial de este no sea muy diferente al que le ofrecen. Esto podría hacerlo dudar de su procedencia, recomendaron las autoridades.

Mientras cuatro de ellos vendían los móviles en un local ubicado en el centro de la ciudad, el resto se encontraba en dos viviendas del oriente, en donde tenían sus laboratorios para modificar los Imei de los celulares.
En dichas viviendas fueron encontrados al menos 50 partes de diferentes dispositivos tecnológicos.

“Al tener laboratorios en casas es más fácil pasar desapercibidos ante las autoridades, dado que los controles se realizan a locales comerciales, entre tanto, para las viviendas se requiere una orden judicial para adelantar una inspección al interior de ella. Otra forma de ser más sutiles es que el ladrón le venda los equipos por medio de llamadas y no en lugares públicos en donde estén más expuestos a nuestros controles”, afirmó el uniformado.

En cuanto a la etapa de comercialización, que también puede darse en el ámbito de las redes sociales, los vendedores intentan convencer al consumidor de que los celulares son de segunda mano y buena procedencia. Al ofertarlos en precios tan accesibles, muchas veces el ciudadano no alcanza a dimensionar que puede estar incurriendo en un delito, dado que la receptación es, en pocas palabras, el porte de objetos robados.

De acuerdo con el miembro de la Sijín de la Policía, “el desconocimiento de la Ley no exime la responsabilidad del portador. Ya será el proceso investigativo adelantado por la Fiscalía el que determine si la persona actuó de buena fe o no. Pero si uno le pregunta a la persona, por ejemplo, si sabe en qué lugar es que se debe comprar celulares o partes del mismo de forma legal, es muy difícil que ignore que son las sucursales de tecnología y telefonía las únicas autorizadas para ese tipo de ventas”.

Pero hay que recordar que no todos los casos son llevados a las últimas consecuencias, pues, por lo general, el Imei de los celulares ya ha sido reemplazado y así uno lo verifique en imeicolombia.com.co, el dispositivo ya fue modificado hace tiempo por obra de los vendedores ilegales. Esa es la principal razón por la que este negocio todavía es tan rentable en Cali y el resto del país.

“Es imprescindible hacerle frente a la cultura de ilegalidad, que es clave para que este negocio siga existiendo. Mientras haya compradores, seguirá habiendo robo de celulares. Un consejo fundamental es que la persona siempre acuda a las tiendas autorizadas por el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, lo mismo que si necesita de partes para su dispositivo”, afirmó el investigador.

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Si a usted le han robado su celular, puede verificar si ya fue recuperado por las autoridades aquí para hacer la solicitud.