El 2021 fue el año de la vacunación anticovid. Así coinciden todos los expertos en salud cuando se les pregunta cuál fue el aspecto que más diferenció este año respecto al anterior, cuando aún estaba vigente la cuarentena. Pero 2021 también fue un periodo en el que se registró el pico epidémico más alto y extenso de todos, entre los meses de marzo y agosto, al igual que también se trató del año en el que se consolidó la reactivación económica.
Las cifras de Cali revelan una radiografía con muchos claro-oscuros: si bien se logró inmunizar al 76 % de los caleños con la primera dosis, el 63 % de las muertes ocurridas en la ciudad tuvieron lugar durante el 2021; pese a que la remisión a UCI se ha reducido tres veces este diciembre respecto al mismo periodo del año pasado, aún causa preocupación la aparición de nuevas variantes como Ómicron y la posibilidad del inicio del cuarto pico en la ciudad.
“Estábamos en un promedio de 120 casos positivos por día, es decir, solo el 6 % de las pruebas covid que realizamos resultan positivas, mientras que en diciembre del 2020 la positividad era del 40 % o 50 %. Además, cada día reportamos cerca de tres a cuatro personas fallecidas, una cifra muy inferior a las casi 30 que se reportaban en diciembre del año pasado”, repasa Miyerlandi Torres, secretaria de Salud de Cali.
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Según Minsalud, el viernes se presentaron 639 nuevos contagios de covid en el Valle.
La funcionaria destaca que estas cifras fueron posibles por diferentes estrategias de vacunación, que inició en el mes de febrero con el personal de salud de primera línea y hoy ya comprende a los menores de 3 años en adelante. No solo se usaron los megacentros, sino también la inmunización nocturna en lugares de gran afluencia comercial, las jornadas en los barrios, centros comerciales, empresas y galerías, así como el concierto del ‘Festival por la vida’ realizado a mediados de noviembre en el oriente de la ciudad.
Igualmente, Torres señala que Cali tiene una de las tasas de mortalidad más bajas comparada con otras ciudades capitales, con 2673 muertos por cada millón de habitantes, mientras que en Medellín se ubica en 3067, en Bogotá 3347 y Barranquilla, 4059.
Sin embargo, no por esto se puede obviar el impacto del tercer pico, en donde las muertes diarias oscilaban entre 40 y 60 casos, con una ocupación UCI que rozaba el 100 %. Es en parte por esto que durante el 2021 se reportaron 4843 fallecimientos por covid de los 7570 presentados hasta la fecha, en el Valle.
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A esto se suma que la ciudad se queda muy atrás en el ‘top’ de los entes territoriales con mejor Índice de Resiliencia Epidemiológico (IREM), que mide las capacidades de cobertura de vacunación, seroprevalencia de la enfermedad, testeo para covid y capacidad del sistema de salud. En ese sentido, la capital del Valle ocupa el puesto 18, con un IREM del 0,72, mientras que los primeros puestos los ocupa Barranquilla (0,91), Bucaramanga (0,84) y Medellín (0,82).
Retos pendientes para el 2022
Si bien el 76 % de la población caleña ya está vacunada con la primera dosis y el 56 % ya cuenta con el esquema completo, para el epidemiólogo Christian Pallares, coordinador del Comité de Infecciones y Vigilancia Epidemiológica de Imbanaco, todavía hay un largo camino para aumentar el esquema completo.
“El último pico fue bastante doloroso en términos de personas muertas y por el colapso del sistema de salud, puesto que más del 90 % de los hospitalizados por ese entonces no estaban vacunados o no contaban con el esquema completo pese a la posibilidad de acceder al biológico”, recalca el especialista.
El epidemiólogo también recuerda la importancia de la tercera dosis ante la aparición de nuevas variantes, dado “que está demostrado que el refuerzo es muy bueno para hacerles frente, pero dado que en Cali solo cerca de 129 mil personas de 70 años se han puesto la tercera dosis, es algo que nos devuelve bastante en las cifras que debemos conseguir para el próximo año”.
Para Pallares, es igual de esencial recuperar el sentido de autocuidado, pues a pesar de que se tuvieron semanas de bajo ritmo en contagio, no se debe dejar de lado el uso del tapabocas, el distanciamiento social y el lavado de manos, y más ahora que la tendencia al alza parece volver.
Por su parte, Lyda Osorio, epidemióloga de la Universidad del Valle, explicó que el riesgo por un cuarto pico sigue latente. En todo caso, la pregunta clave es: ¿cuándo llegará?
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Desde el mes de noviembre la variante Delta es la más dominante en Colombia, por lo que representa el 79 % de los casos covid, según el Ministerio de Salud.
El jueves pasado, la Secretaria de Salud del Valle, María Cristina Lesmes, afirmó que el cuarto pico estaba iniciando en el departamento, con dos días seguidos de 400 casos diagnosticados y uno con 600, por lo que pidió mantener las medidas de autocuidado. A su vez, la epidemióloga Lyda Osorio explicó que a medida que avanza la vacunación se empiezan a acumular una serie de personas susceptibles al virus que se han abstenido a la inmunización.
“Por eso necesitamos alertas tempranas en los territorios para conocer con tiempo cambios súbitos en el número de contagio y así implementar acciones de salud pública, algunas de ellas restrictivas. Pero para evitarlas debemos vacunarnos y fortalecer la bioseguridad”, afirma.
Y puesto que la pandemia aún no ha acabado, pese a que ya no hay tantas restricciones como el año pasado o inicios de este, la epidemióloga aseveró: “Hay cifras de menor impacto en mortalidad y contagio, pero aún no podemos afirmar que Cali esté menos afectada a largo plazo. No podemos cantar victoria, no nos podemos descuidar. Y eso es porque diciembre es una época difícil por los eventos que aumentan el riesgo de transmisión del virus”.