Múltiples son las hipótesis que han surgido a raíz del desplome del precio de la hoja de coca en Colombia.

“Campesinos manifestaron desde hace más o menos seis meses que no tienen quién les compre. La situación obedece a factores externos, tal vez no hay compradores o hay más control”, afirmó el secretario de Gobierno del Cauca, Diego Aguilar, a El Tiempo.

Una de las hipótesis es que la muerte de alias Mayimbú, quien fue dado de baja por las autoridades en junio de 2022, afectó gravemente el control y la economía de la zona.

Mientras otra podría ser la problemática que se ha generado debido al interés de la disidencia Carlos Patiño de ser la única estructura criminal a la que se le paguen ‘contribuciones’, ya que hay otros grupos en el conflicto.

Incluso se habla que factores externos, como la guerra entre Rusia y Ucrania, estaría agudizando el problema debido al alza en fertilizantes y otros insumos para el cultivo.

Lea además: Estas son las claves de la Comuna 22 para ser una de las más seguras de Cali

Otra causa podría ser el desplazamiento de la cocaína en mercados como el estadounidense por el consumo de drogas sintéticas.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la devaluación se da debido a la sobre oferta, ya que hay tantos vendedores de coca que no hay factores diferenciadores en esa materia.

“El suministro está en máximos históricos. Las incautaciones están aumentando a nivel global y varios indicadores muestran un incremento de su uso en varias regiones”, dijo la ONU.

Lea también: Hincha del Deportivo Cali está en estado crítico tras ataque armado en la Autopista Sur

A raíz de esta crisis, en diálogo con Blu Radio, el viceministro de justicia, Camilo Umaña, dijo: “Esto implica llevar muchas más políticas sociales a las comunidades para que tengan alternativas de vida realmente coherentes. La política de drogas del Gobierno tiene una especial relevancia en este momento en el cual las comunidades no pueden sacar el producto y están viendo en riesgo su supervivencia básica”.

Umaña agregó que se necesita la “intervención de una política que esté mucho menos centrada en perseguirlos y criminalizarles, por una mucho más centrada en ofrecer oportunidades para la sustitución”.
Para el analista en seguridad Néstor Rosanía, la afectación del precio de la hoja de coca no afecta como tal a la violencia que se vive en el departamento del Cauca, ya que “en términos generales la producción sigue igual y la dinámica del conflicto en la región es exactamente la misma”.

Por su lado, el magíster en seguridad, Juan Miguel Gómez, aseguró que no hay mayores riesgos para la seguridad, sin embargo las poblaciones como El Tambo o Argelia (Cauca) podrían verse afectadas en su economía.

“Son territorios que han sido totalmente capturados por organizaciones criminales y que por lo tanto todas las dinámicas financieras, políticas, culturales y hasta sociales, se mueven alrededor de esta economía ilícita. Más allá de que esto tenga implicaciones en temas de seguridad, en particular, las tendrá para el desarrollo de esa población”, aseguró Gómez.

Para el experto en seguridad Alberto Sánchez, un punto que llama la atención es que no hay una explicación sobre por qué se ha dado esta caída al precio de la hoja de coca. Destacó que la más lógica podría ser una sobre oferta del cultivo ilícito.

“Esta supuesta sobre oferta tiene unas implicaciones para quienes venden la hoja de coca y que están todos los días tratando de ofrecer su producto. Toda su economía depende del movimiento de sus cultivos y si eso cae, sus condiciones de vida se tornan difíciles”, aseguró Sánchez.

Sin embargo, Alberto Sánchez afirmó que uno de los puntos que más se debe tener en cuenta es la capacidad de los cristalizaderos de coca, pues al fin de cuentas “son estos los que convierten la hoja en la droga y son los que determinan el mercado de la cocaína”.

Otra consecuencia de esta crisis de la coca, podría ser el incentivo de que múltiples campesinos se adhieran a la sustitución de cultivos.

Para el magister en seguridad nacional, Juan Miguel Gómez, este panorama sería difícil de darse ya que “para la sustitución de cultivos se deben cumplir unas variables. Lo primero, es que se debe dar una estabilización del territorio, no se puede iniciar un proyecto de sustitución cuando hay actores armados presionando para que se cultive coca. Otro punto es que se debe tener un territorio estable en una economía legal, algo que tampoco se cumple en el Cauca”.