“Cada torero llega con su cuadrilla, y era muy previsible que el presidente Gustavo Petro hubiera llegado con Iván Velásquez”, dice el estratega político Miguel Jaramillo Luján, con respecto al reciente nombramiento del exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia como ministro de la Defensa.

Sin embargo, a medida que pasan los días crece la inquietud sobre cuál es el ambiente que se ‘respira’ al interior de las Fuerzas Militares ante el arribo de quien ha sido muy crítico de miembros de la vida castrense.

“Iván Velásquez es un hombre que ha trabajado mucho en el tema de Derechos Humanos, pero no conoce mucho de estrategias, de las acciones que hay dentro del sector militar. Uno de los grandes retos, lo han hablado miembros del Pacto Histórico, es pasar la Policía Nacional del Ministerio de Defensa a un nuevo ministerio; eso no se logra chasqueando dedos, porque primero hay que crear el ministerio, ‘ponerle dientes’, y en medio de eso hay otros retos, como los cinco grandes proyectos de ley que llevará el Gobierno entrante al Congreso”, agrega el analista, aludiendo especialmente a la reforma tributaria.

Al tiempo, el representante a la Cámara de la coalición de Gobierno Alejandro Ocampo plantea que es el momento de cambiar, de dar un mensaje diferente: las Fuerzas Militares desde hoy vamos a pensar en el tema de Derechos Humanos, en unas Fuerzas Militares más cercanas a la población, que no estén apuntando las armas contra su pueblo y unas Fuerzas Militares que puedan decir que hay una empatía entre la sociedad colombiana y ellas, sin impunidad.

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¿Pero qué expectativa tienen los miembros de la Fuerza Pública ante la llegada del ministro Velázquez?

“Las Fuerzas Militares y de Policía en Colombia son muy civilistas, son unas instituciones armadas apegadas a la Constitución y se han convertido, cada día que pasa, en el pie de la balanza democrática del país. En ese orden de ideas, desde Acore consideramos que no hay riesgo de que haya una perturbación, un motín o un ruido en el reconocimiento oficial al presidente electo democráticamente en Colombia, Gustavo Petro”, asegura Jhon Marulanda, presidente de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares de Colombia.

Eso sí, agrega que “en la cúpula militar debe haber mucha preocupación especialmente entre aquellos que estén incursos en delitos de corrupción o de otro tipo que sean fácilmente detectables por el nuevo Ministro, pero el resto de la cúpula está muy tranquila, serena, esperando el destino que le depara el nuevo Gobierno”.

También indica que no resulta problemático el desconocimiento de Velázquez sobre la estructura, los ritos y los procedimientos de los militares. “Eso mismo sucedió con el primer ministro civil que tuvimos, Rafael Pardo, y luego sucedió con todos hasta llegar a Fabio Villegas. De modo que yo esperaría que el nuevo Ministro rápidamente aprenda los rudimentos de todo lo que es táctica, estrategia, defensa, seguridad y continúe haciendo todo lo posible para que las Fuerzas Militares y de Policía cumplan con su deber”.

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Mientras tanto, el exalcalde de Cali Ricardo Cobo, cercano a la vida castrense, anota: “Lo que he conversado con algunos oficiales amigos es que hay mucha expectativa. Obviamente, como en todas las organizaciones, hay unas personas que tienen una prevención bastante marcada respecto a lo que vaya a hacer o deje de hacer el Gobierno entrante, por la historia de algunos de sus miembros. Entonces, sí hay una prevención, eso no se puede. Lo que pasa es que hay otro sector de oficiales que están esperando las definiciones de carácter político y administrativo que se realicen”.

Añade que en todos los gobiernos, “a pesar de no ser deliberantes, los miembros de la Fuerza Pública, a nivel de los diferentes comandos, Fuerzas Militares y Dirección Nacional de la Policía se reúnen con el Presidente de la República y el Ministro de Defensa para plantearle sus inquietudes y posiciones y creo que ellos están esperando qué pasa el próximo 7 de agosto para proceder en esa manera.
Así las cosas, el estratega político Miguel Jaramillo anota que “hay todas las oportunidades” para que se pueda dar una buena relación entre la Fuerza Pública y quien se encargará de la cartera de Defensa durante los próximos cuatro años.

“Recordar que los militares en Colombia no votan y que obviamente hay resistencia, pero también hay respaldo al Pacto Histórico y al presidente Petro dentro de todas las Fuerzas Militares”, puntualiza.