Hasta hace poco en Cali era posible determinar cuál era la hora, el día y los lugares más propensos en los que los caleños podían ser víctimas de hurto. Hoy en día esos puntos calientes están por toda la ciudad.
En cualquier esquina aparecen motociclistas armados que despojan de sus pertenencias a los clientes de restaurantes o cafeterías; a cualquier hora se lanzan contra algún vehículo en vías principales o secundarias y no hay barrio o comuna en el que un ciudadano pueda hacer uso de su celular.
El pasado viernes se hizo viral un video en el que una persona intentaba fotografiar su vehículo en una calle del barrio Gran Limonar, en el sur de la ciudad, y de repente una persona se le acerca por detrás y sin descender de su motocicleta la arrebata el teléfono y acelera sin que la víctima pueda hacer algo por impedirlo.
Imágenes como esa, incluso acompañadas de actos de violencia, se han tomado las redes sociales en este año, en el cual se ha registrado un aumentado elevado de delitos como el hurto a personas, los fleteos y el robo de teléfonos celulares.
De acuerdo con las cifras más recientes del Observatorio de Seguridad y Justicia, entre el 1 de enero de este año y el 30 de septiembre se han interpuesto 15.705 denuncias por hurto a personas en la capital del Valle; lo que representa un 19% más de las que se radicaron en el mismo periodo del 2021, cuando las autoridades recogieron 13.144 quejas.
Este incremento en las cifras sobre denuncias de hurtos, según Adalberto Sánchez, director del Instituto de Investigación y Desarrollo en Prevención de la Violencia y Promoción de la Convivencia Social, Cisalva, de la Universidad del Valle, obedece principalmente a que los indicadores sociales no son los mejores, a que Cali pasa por una situación compleja en cuanto ingreso y poder adquisitivo de las familias y surge la ilegalidad como alternativa.
“Cuando hacemos estos cruces de determinantes de riesgo con las cifras, encontramos siempre el desequilibrio económico y vemos que estos eventos tienen manifestaciones más altas en zonas deprimidas desde la Autopista Simón Bolívar hacia el margen del río Cauca y desde la Avenida Circunvalar hacia la ladera. Y ahí está el determinante socioeconómico como factor principal”, explica Sánchez.
Según datos del observatorio Cali Cómo Vamos, agosto fue el mes que tuvo la mayor variación con 2.045 denuncias, 480 más de las registradas en el 2021. “Se debe resaltar que después de 32 meses Cali volvió a reportar en un mes más de 2.000 denuncias en esta modalidad de hurto, la última vez que esto ocurrió fue en diciembre de 2019”, dice Cali Cómo Vamos en su informe con cierre al mes de agosto.
“A través de las cifras lo que podemos observar es que existe una mayor concentración de las denuncias de hurto en una parte de Cali, específicamente en el corredor norte-sur que va por la Calle 5 y abarca las comunas 19, la comuna 2, la 3 y parte de la Comuna 22 como los sitios donde más se están generando este tipo de denuncias de hurto”, dice Marvin Mendoza, director de Cali Cómo Vamos.
Agrega que: “También es necesario aclarar que estas son las cifras de denuncias, pero si el delito fue cometido y la víctima no denunció, pues esa estadística no se tiene completa y puede presentarse un subregistro en estas cifras ya mencionadas”.
Lea Además: Con emotiva sentencia, Corte resolvió el caso de un niño al que le vulneraban sus derechos
Frente al robo celulares, el aumento en los comparativos de 2021 y 2022 fue del 22%. Las denuncias de este año reportan el hurto de 10.550 equipos de telefonía, mientras en el mismo periodo del año pasado se había reportado el robo de 8.634 teléfonos.
Preocupa también lo que viene ocurriendo con delitos de robo originados en las transacciones financieras que realizan los caleños en las distintas instituciones bancarias luego de realizar retiros de dinero.
Frente a ese tema del fleteo hay un incremento de los casos de un 196% al pasar de 123 denuncias en el 2021, a 364 registros en lo corrido del 2022.
“También se han incrementado los hurtos a las personas en instituciones financieras y esta es una situación que se viene presentando en la ciudad de Cali y al igual que en varias ciudades capitales del país; es decir, lo primero que hay que tener en cuenta que no es un caso típico de la ciudad sino que es un fenómeno generalizado”, explica el Director de Cali Cómo Vamos.
Debilidad en la justicia
Buena parte del incremento en las cifras de algunos delitos, explican algunos analistas resultan ser el coletazo del mal llamado estallido social que se presentó en Cali en el 2021.
Así lo explica Jhonny Rangel, líder de la Mancha Amarilla, que integra a cientos de taxistas en Cali, quien resalta que “pese a los avances que se habían logrado en temas de seguridad antes del 28 de abril del 2021, cuando se presentó el paro, la ciudad retrocedió 20 años en temas de modernización y elementos de seguridad”.
“Muchos delincuentes aprovecharon para camuflarse bajo la cortina de humo del paro para cometer delitos. Luego nuestra ciudad quedó destruida y esos delincuentes quedaron empoderados, dañaron los sistemas de seguridad, las cámaras y aún hoy en día siguen tratando de tomarse la ciudad”, explica Rangel.
A través de la Mancha Amarilla se ha creado un frente de seguridad integrado por taxistas de la ciudad y que cuenta con su sala de crisis para acompañar a las autoridades y a la ciudadanía en la lucha contra la criminalidad en la capital del Valle.
“Ya en Cali no es posible hacer un mapeo del día, la hora y la fecha en la que actúan los ladrones porque hoy en día estos delincuentes se acostumbraron a hacer y deshacer por la flexibilidad de nuestra justicia que les ha permitido todo y la flexibilidad de parte de la sociedad que después del 28 de abril del año pasado les permite todo y entonces ahora ponen a la autoridad como el malo y al delincuente como el abusado y la víctima”, dice Rangel.
Otros casos que se han incrementado son las denuncias en las que el hurto conlleva agresiones o lesiones personales contra las víctimas.
“Antes en el raponeo los individuos aprovechaban la oportunidad, pero sin agredir a la víctima. Ahora tenemos otro fenómeno, el reposicionamiento de los líderes y una nueva dinámica en bandas criminales que no solo van contra la posesión material de los individuos sino que están dispuestos a utilizar la fuerza como elemento para lograr objetivo”, explica Adalberto Sánchez, director de Cisalva.
Otros delitos que han incrementado son el abigeato y las lesiones personales. De otra parte, hay una disminución en los robos a locales comerciales, automotores y entidades bancarias. Advierten los expertos que frente a las cifras históricas, se vienen los meses más complicados que son los últimos del año por eventos como la Feria de Cali y el aumento en las actividades relacionadas con licor y vida nocturna.