Como era de esperarse la economía del Valle del Cauca no tuvo un buen comportamiento en el primer semestre del año. Mientras el PIB nacional repuntó 8,8%, en ese periodo, el del departamento decreció 1%, según las estimaciones realizadas por el Banco de la República y la Universidad Javeriana Cali.

Esto se dio porque el segundo trimestre del 2021 fue muy malo en la región a consecuencia de los bloqueos de vías que paralizaron el sector productivo durante el mes de mayo, pero cuyo impacto se sintió también en junio. El resultado fue que la economía regional decreció 3,8% entre abril y junio de 2021, de acuerdo con el Indicador Mensual de Actividad Económica, IMAE. En igual periodo Colombia se recuperó 17%.

¿Qué puede cambiar este resultado? El profesor de economía de la Universidad Javeriana Cali, Pavel Vidal, considera que el efecto de los bloqueos, a diferencia de las cuarentenas, estuvo bastante concentrado en un solo mes: mayo. “Ya en junio se aprecia una recuperación muy marcada. En el resto del año, con el avance de la vacunación, el aumento de las ventas externas y una reanimación aunque sea incompleta del empleo, favorecerán el consumo y las exportaciones”, aseguró.

Hay varias señales e indicadores que muestran un camino alentador, que podría significar que al fin del 2021 la economía del Valle crecería, así sea a un menor ritmo que el promedio nacional que se estima sería superior al 7,0%.

“La construcción y el comercio estuvieron relativamente bien en el segundo trimestre, a pesar del complejo escenario. Estos dos sectores deben seguir apuntalando la economía regional. El tejido empresarial también ha tenido ya más tiempo para ajustarse al nuevo escenario”, destacó Vidal.

Efectivamente este año ha sido bueno en materia de ventas de vivienda. En julio se vendieron 2.244 unidades, 2% más que en junio y en lo corrido del año se han comercializado 16.677 unidades en el Valle para un crecimiento de 42% frente a igual periodo del 2020, de acuerdo con datos de Camacol. Además, una de las señales más destacadas es el repunte en iniciaciones de proyectos de vivienda con 16.656 unidades con un crecimiento de más de 300%, lo que implica ejecución de obras y demanda de insumos y empleo para los próximos meses.

“Si continúa la demanda por vivienda y las constructoras siguen solicitando nuevos proyectos para aprobar por parte de curadurías, y las alcaldías ayudan agilizando trámites en sus oficinas de planeación para este año iniciar obras, seguramente se logre recuperar la pérdida de empleos generada por los pasados bloqueos durante el paro nacional”, explicó Julio Escobar Potes, economista del Banco de la República.

Otro indicador que da muestras de recuperación para Cali y su área metropolitana es la tasa de desempleo. En julio esta fue de 16,3%, lo que representó una disminución de 3,8 puntos porcentuales frente a junio, mientras el número total de personas ocupadas aumentó 18,9% entre mayo y julio 2021 frente al mismo periodo de 2020.

“El mercado laboral también nos da buenas señales, pero aún es un desafío en especial para los jóvenes y las mujeres. El tejido empresarial del Valle del Cauca mostró que tiene grandes fortalezas para resistir crisis como la que se generó el año pasado por las fuertes restricciones que obligó la pandemia. Una de esas fortalezas, es la sofisticación y diversificación de su canasta exportadora, pilar que lidera en el país según el índice Departamental de Competitividad”, aseguró Lina Sinisterra, gerente de la Asociación Nacional de Empresarios, Andi, en el Valle.

Para esta ejecutiva otra señal de reactivación tiene que ver con la recuperación de la confianza tanto de los consumidores como de la industria. “Según Fedesarrollo, el Índice de Confianza del Consumidor mejoró en Cali en julio 4,4 puntos porcentuales con relación a junio y el Índice de Confianza Industrial tuvo un balance positivo (20,4 en el Valle)”.

Medido por la caída de la producción mensual, el impacto del paro en el Valle fue 3,5 veces mayor que el ocurrido cuando se entró en cuarentena, según el IMAE.

Otras señales

“No podemos negar que ha habido reactivación, creemos que durante estos meses vienen cosas buenas para el comercio, las fechas especiales, los días sin IVA, todo esto ayudará a seguir moviendo el sector”, comentó Nelson Aristizabal, quién está en el negocio de confecciones y entretenimiento.

Según el empresario, a esta fecha ya recuperaron los empleos perdidos y hoy cuentan con 1.500 personas vinculadas, en las diferentes compañías del grupo.

Y es que el repunte del comercio ha sido evidente. En mayo, por los bloqueos de vías las ventas bajaron 1,9% en Cali, pero en junio crecieron 17,3% y se espera que julio y los meses siguientes sigan con cifras positivas.

Esto apalancado en la recuperación de los ingresos de las familias, ya sea por que han encontrado trabajo o por apoyo de sus familias en el exterior, con las remesas.

En el primer semestre del 2021 el Valle del Cauca recibió US$507 millones en giros del exterior. “Las remesas son un paliativo frente al desempleo que compensa la caída de los ingresos y permite continuar moviendo la demanda local, y esperemos que las empresas sigan produciendo y despachando pedidos para abastecer y cubrir inventarios en el resto del país”, comentó el economista Julio Escobar.

Por el lado de la industria también hay buenas señales, luego del retroceso de mayo, en junio la producción y las ventas aumentaron (4,7% y 13,4%, respectivamente), según el Dane, pero al cierre del primer semestre la producción varió -2,1%.

“Se puede afirmar que la región ha superado la difícil situación económica de abril y mayo, se está avanzando en la reactivación tan necesaria para recuperar empleo”, afirmó Lina Sinisterra.

Asimismo, la demanda diaria de energía en junio y julio crecieron por encima de los niveles previos al paro. Para los expertos, esta es una variable que usualmente se correlaciona con la trayectoria de la industria manufacturera y con la actividad económica general.

Unido a esto la industria recuperó su ritmo en materia de exportaciones, que había caído en mayo y junio. En julio las ventas externas volvieron a crecer y se registró, según datos del Dane, un repunte de 13% en este indicador, que unidos a los otros señalados generan esperanza para la región.

Resultado

  • En el segundo trimestre del año ocho de las doce variables que mide IMAE (Indicador Mensual de Actividad Económica) decrecieron. La resistencia de la construcción, el comercio y las mejoras relativas de las dinámicas productivas en junio evitaron una mayor contracción en el trimestre, según el IMAE. La estimación es que la economía del Valle decreció 3,8% entre abril y junio del 2021.

  • Los cuatro indicadores con señales positivas: despachos de cemento, que repuntaron 8%; ventas minoristas, con un alza de 18%, en el trimestre; la venta de vehículos nuevos y las importaciones que crecieron 13%.

  • Sin embargo, las exportaciones decrecieron, en el periodo analizado, 34%.