Por ser hija única, sus padres, médicos de profesión, la consintieron mucho. Eso sí, por el hecho de no tener hermanos, no fue una niña rebelde, caprichosa, exigente. Sus papás, aunque separados, siempre estuvieron presentes y la formaron con valores, todo dentro de lo justo.
“Nunca me faltó nada, pero tampoco tuvimos excesos”, comenta desde su residencia, en su natal Medellín.
Esta ingeniera administradora, especialista en mercadeo, madre de Emilio, de 13 años, y de Pedro, de 11, podría llegar a convertirse en la Primera Dama de la Nación, pues, Federico Gutiérrez, su esposo desde hace 20 años, es uno de los candidatos más opcionados para llegar a ocupar la Casa de Nariño.
Sobre este particular y su vida personal y familiar, ‘Margara’, como la suelen llamar ‘Fico’ y sus amigos, habló con El País:
Si llega a ser la Primera Dama de la Nación, ¿qué rutina seguirá para estar pendiente de su familia?
Mi familia siempre es mi elección. ‘Fico’ sabe y valora muchísimo que para mí la prioridad es poder estar con nuestros hijos, que todavía están muy pequeños. Pienso que habrá que renunciar a cosas, no podré estar siempre en todas partes. Yo en la Alcaldía (de Medellín) lo manejé: llevaba a mis hijos a estudiar y llegaba a primera hora a las reuniones, hacía todo y volvía a estar aquí, para cuando ellos llegaran a la casa. Tuve que decir a muchos eventos que no. Y otros días estaba donde tenía que estar, o estaba con ‘Fico’, acompañándolo. Para mí es más importante llegar y recibir a mis hijos del colegio y oír qué les pasó, qué dificultades tuvieron, qué ayuda necesitan, poderlos acostar, leerles un cuento.
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Quizás a la gente que note que no estoy en un evento se le olvida, pero a mis hijos no se les olvida que yo estuve con ellos cuando estaban chiquitos. Y además, eso lo hago también por mí, porque es lo que disfruto, es lo que yo elegí. Entonces, algo haré. No soy una persona que se deje absorber por el trabajo. Yo sí tengo muy claro cuál es mi primer lugar.
¿Qué la enamoró de Federico Gutiérrez?
De ‘Fico’ me enamoró su alegría y su sensibilidad. Desde el primer día fue ‘charro’. Hace reír a la gente, es cansón, le pone apodos a todo el mundo.
Él puede estar con el equipo de trabajo, dándole línea, pero, de repente, dice cualquier pendejada de cualquiera de ellos y todo el mundo suelta la carcajada. Eso me parece lo máximo de ‘Fico’, que tiene una energía muy linda, la capacidad de apretar, pero también de hacer reír. De él me enamoró su sensibilidad, se conecta con las situaciones de las personas.
¿Cómo es eso de que se separaron por seis años luego de ser novios?
(Risas). Los novios terminan, ¿no? (risas). Uno puede terminar con un novio, pues. Creo que yo lo eché a él. Siempre pensamos que siquiera terminamos. Fue un tiempo para poder estar con otras personas, él tuvo otras novias, yo también tuve novios, tuvimos amigos, disfrutamos esa época de universidad que es tan chévere. Yo valoré todas las cualidades de ‘Fico’ y él también me valoró, porque le decía a un amigo que si se casaba, lo haría conmigo y yo también me di cuenta de que, quizá, cosas que en un principio no me gustaban de él, al final terminaron gustándome muchísimo. Que es una persona que confía, que respeta al ser humano, nunca me ha dicho ‘es que tú tienes que hacer esto o aquello’, o impuesto algo. No. Él es ‘sé tú, sé libre, haz lo que quieras hacer’, y se preocupa porque uno esté bien, y es generoso desde todo punto de vista, son cualidades que nos hicieron volver.
Pero, ¿quién pidió ‘cacao’?
Ninguno pidió ‘cacao’. En ese lapso de seis años nos seguimos viendo, porque seguimos compartiendo amigos, yo seguí siendo muy amiga de los amigos de él. Me acuerdo que un día estaba con los compañeros de la oficina, me encontré con un amigo de él y me dijo: ‘vení, quédate acá’, y ahí llegó ‘Fico’ y otra vez empezamos. Ahí volvimos a salir y muy felices de reencontrarnos. No fue con pedida de ‘cacao’, no fue así (risas).
La primera vez que ‘Fico’ le plantea su deseo de llegar a la Presidencia, ¿cuál fue su reacción?
Uno va viendo venir las cosas. Vi que ‘Fico’ tiene una vocación por el servicio público. Nos damos cuenta del riesgo que hay en el país, de que perdamos la democracia, de que ‘Fico’ es un líder, siente pasión por lo que hace y lo hace muy bien. Entonces, no es una cosa que suceda de un momento a otro, que hoy nos acostemos y mañana me diga ‘quiero ser presidente’, no, es un proceso. Él primero empezó en el CMJ, después se lanzó dos veces al Concejo, se lanzó a la Alcaldía de Medellín, pero a los cuatro años volvió, lo hizo, y ganó. ‘Fico’ terminó con un reconocimiento de su administración muy bueno, la gente valoró mucho su trabajo acá en la ciudad, entonces uno dice: ‘es que este hombre tiene las cualidades, las ganas, cómo no acompañar ese proceso...’. Obviamente, uno dice: ¿qué se nos vendrá?, pero bueno, un día a la vez, sin preocuparnos, sino ocupándonos de lo que vaya llegando.
¿Cómo Primera Dama implementaría a nivel nacional los programas que hizo en la Alcaldía de Medellín, como Tejiendo Hogares y Buen Comienzo?
Sí. Aquí ya hay una experiencia, un trabajo, un modelo, no quiere decir que no se pueda mejorar. Una cosa es Medellín y otra es llegar al sur del país, a la Costa, al Amazonas, al Chocó, donde las realidades son muy diferentes. Pero sí coincido en que las familias de todo el país son el eje transformador de la sociedad, que el maltrato infantil y el abuso sexual son temas comunes y generales por los cuales debemos seguir trabajando, entregándoles a niños, maestros, padres de familia, herramientas para la prevención. Y es común que las mujeres de Colombia necesiten ser capacitadas, formadas en habilidades que les permitan generar autonomía económica. Debemos propiciarles oportunidades de estudio no solo hasta los 30 años sino también a mayores de esa edad.
Buen Comienzo es un modelo muy poderoso, porque es muy bien estructurado y completo para la atención de los niños de los 0 a los 5 años. Qué rico que pudiéramos replicar a nivel nacional un modelo como ese, donde se le da una atención a los niños de Colombia.
¿Piensa hacer su trabajo social a través de un ministerio?
Yo no pienso que haya que crear más ministerios, más burocracia para el trabajo, no. Hay que saber ser eficientes con las herramientas que hay dentro de un Estado, que son muchísimas.
Y es de las que piensa que hay que ser eficientes con el dinero, ¿no?
Yo sí, eso sí lo tengo muy claro. Y lo aprendí en el sector privado, donde uno cree que está todo, pero la platica se cuida. Uno no tiene por qué malgastar. Y menos en un Estado, ¡Dios mío!, donde hay tanta necesidad y los recursos son tan limitados. Y a las necesidades tan grandes, justamente, hay que darles prioridad, hay que saber manejar los recursos, canalizarlos bien y llevarlos donde realmente más se necesitan, en cosas que tengan impacto. A mí me duele gastar el dinero. Y más, porque es la plata de la gente, no es de uno, es de la gente. Es una responsabilidad muy grande manejar esos recursos.
“'Fico' en la mañana puede charlar con una persona que está barriendo la calle
y por la tarde estar con el empresario más importante de Colombia, y los trata igual. Él no tiene un traje para hablar con uno y un traje para hablar con el otro, eso yo lo valoro mucho”.
Ahora, el despacho de la Primera Dama no es ejecutor ni tiene presupuesto, es muy importante tenerlo claro. En el caso de la Alcaldía, las primeras damas trabajábamos a través de las secretarías, a través de ellas canalizábamos los programas. Ese mensaje siempre lo llevé: nosotros no somos Alcaldía de souvenires, ni de cositas, porque eso suma una millonada. No. La plata es muy duro conseguirla. Ese sí es mi mensaje, me duele cada centavo y hay que saberlo utilizar muy bien.
Dice que no intervendrá en las decisiones de ‘Fico’ si llega a la Presidencia, ¿por qué?
Porque el Presidente es él, porque la gente votó por él. Porque él es el que tiene esa capacidad de tomar las decisiones. Ese fue un acuerdo que hicimos ‘Fico’ y yo. Es que no son dos gobernando: la mujer y el marido, no (risas).
Pero las mujeres les hablamos al oído a nuestros maridos…
Claro, claro que yo le hablo al oído a mi marido, pero de verdad que no soy esa mujer que está ahí metida diciéndole: ‘haga esto’. Como dicen por ahí, el poder detrás del hombre es ella, no, esa no soy yo. Obviamente, aquí en mi casa tomamos decisiones juntos y si tengo que decirle: ‘‘Fico’, yo no estoy de acuerdo con esto’, se lo digo, pero no soy esa persona que le está diciendo qué hacer y para dónde va el país, nooo. Somos muy respetuosos de eso... Eso sí, nos apoyamos. Le doy mi opinión, le consulto cosas: ¿cómo crees que podemos hacer mejor esto? Pero no soy esa que cada ocho días va al consejo de gobierno a estar allí sentada: no. El acuerdo fue: tú haces tus cosas de gobierno y tú lideras tu equipo. Yo nunca llegué a mandar a los secretarios, a darles órdenes. El jefe es él. Ahora, si me dice: ‘quiero que estés acá porque vamos a presentar esto, que es importante para los programas que manejas’, listo, ahí estoy.
¿Cómo es de ama de casa Margarita Gómez? ¿Cómo le va en la cocina? ¿Con qué plato sorprende?
Con huevo, arroz y arepa: ese es el plato que mejor sé hacer y ya. No importa, porque no soy de habilidades culinarias, pero me encanta tener las riendas de la casa. A mí me gusta y lo disfruto. A mí me gusta ir a mercar, ver qué falta, saber que mis niños estén bien, todo lo que implica una casa, que es tan exigente y demandante. La gente no dimensiona la responsabilidad que conlleva estar al frente de una casa. En ese sentido yo sí soy completamente encargada de eso, lo hago con mucho orgullo y felicidad. Y hago lo que todas las mujeres hacemos: recoger el desorden, me gusta que mi casa esté organizadita, que esté limpia. Pero la cocina no, ahí sí perdí el año (risas). Qué pesar, pobre ‘Fiquito’, pero bueno. Yo no lo enamoré por ahí (risas), no lo descresté con eso (risas). Es más, cuando estábamos jóvenes, él era el que cocinaba. Hacía espaguetis con cilantro. Yo le decía: ‘‘Fico’, pero echémosle jamón’ y me respondía: ‘no, solo mantequilla con cilantro’. No le podíamos echar nada más. Eso era los domingos, en casa de él. Y él hace pasticas y asados buenos. Cuando cocinamos juntos, nos repartimos las tareas, pero hacemos cositas sencillas. Eso sí, los fríjoles no faltan cada ocho días. Cuando él viene, siempre hay fríjoles con chicharrón, le encantan. Y la arepa (risas).
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¿Por qué ‘Fico’ debe ser Presidente?
”Porque es un líder que nos une, empático, que entiende la realidad de las personas. Porque es una persona que quiere transformar el país a través del amor, empoderando a las familias... Es una persona que es capaz de liderar y de oír. ‘Fico’ no es radical. Es muy trabajador, noble, entregado a las causas, es muy valiente. Logra lo que se propone. Él no gobierna sentado en un escritorio, él gobierna con la gente, está donde están las dificultades. ‘Fico’ siempre ha dicho que no es justo que la gente no pueda llegar a su casa por un paro. que la gente sienta miedo, que pase hambre. Es auténtico, es siempre el mismo. Además, tiene ganas y convicción. Y está rodeado de un equipo de personas espectaculares, que sienten ese mismo amor y esa pasión por el país”.