Uno de cada tres caleños no logra comer tres veces al día. Asimismo, el 36,3 % de la población de la ciudad es pobre (827.000 personas), es decir, que viven con menos de $330.000 al mes, de acuerdo con datos del Dane.

Estas no son solo cifras. Detrás de ellas hay cientos de personas que no tienen garantías de una alimentación diaria.

En la reciente encuesta de Cali Cómo Vamos, que se hizo en noviembre del 2021, se le preguntó los caleños si ellos o algún miembro de su hogar tuvo que comer menos de tres veces al día, específicamente por falta de alimentos; el 32,1 % dijo que sí, un resultado que es casi el doble si se compara con la medición que se hizo a mediados del 2020, en donde el 15,7 % de las personas manifestaron afirmativamente.

Marvin Mendoza, director del programa Cali Cómo Vamos, considera que son cifras de preocupación porque quieren decir que una tercera parte de la ciudad no tiene seguridad alimentaria, siendo un hecho que estaría muy relacionado con la percepción de pobreza de los ciudadanos, debido a que, según la encuesta, el 36 % de las personas se considera pobre.

De hecho, los barrios del oriente de Cali son los más afectados por esta pobreza y, por ende, la inseguridad alimentaria, pues, según los resultados de la medición, el 38,1 % de los habitantes del Distrito de Aguablanca manifestaron que no comían tres veces al día.
Es el caso de Enith Castaño, una mujer que día a día recorre las calles de Cali vendiendo dulces a $500 la unidad, con la esperanza de hacer algo de dinero para subsistir junto a su hijo de 16 años.

“Así como hay días que a uno le va bien vendiendo en la calle, hay otros en los que ni siquiera se hace para poder almorzar, porque tienes que escoger entre eso o guardar para comer en la noche y ver si te puede sobrar algo para el desayuno del siguiente día”, expresó la mujer.

Ella se gana alrededor de $20.000 diarios, o sea que al mes podría estar recibiendo alrededor de $620.000, pero solamente si trabaja todos los días de la semana y cuenta con la suerte de vender la totalidad de su producto (hecho que no pasa comúnmente).

“Para mí es muy difícil conseguir trabajo, porque no terminé mis estudios, entonces en cada parte que voy a pedir empleo me dicen que como mínimo debo tener el bachillerato terminado, y por eso es que me toca rebuscarme así: trabajando en la calle al sol y agua”, dijo Castaño.
En ese mismo sentido, la mujer afirmó que incluso su hijo le ha manifestado que desea trabajar para poder colaborarle con los gastos, pero ella se niega debido a su corta edad y a que prefiere que se quede estudiando para que en un futuro, tal como lo dice ella, “no sufra lo mismo que yo”.

¿Hay crisis alimentaria?

Ante este panorama, el experto en economía y docente Luis Fernando Agüado explicó que hay muchos factores que actualmente hacen que los caleños no tengan ingresos suficientes y por ende no puedan tener una seguridad alimentaria.

“El crecimiento económico de la ciudad no es suficiente en materia de empleo para generar el ingreso que le permita a muchos atender sus necesidades básicas. Además, si a ello se agrega el desempleo en jóvenes y mujeres cabeza de familia, la población en tercera edad sin pensión y la inflación de alimentos durante el año pasado, la situación para estos segmentos de la población en Cali es dramática”, expresó el experto.

El economista agregó que se debe tener en cuenta que la pandemia ahondó estas problemáticas, de las que a la capital del Valle del Cauca le ha costado reponerse.

“Los factores están a la vista y hay que enfrentarlos decididamente: alta informalidad laboral, calidad y baja cobertura en bachillerato y universidad, los rezagos en competitividad territorial que muestran los índices disponibles, todo esto hace a la ciudad ineficiente y además la situación después del Paro Nacional fue peor para la ciudad en términos económicos, sociales y de polarización política, hechos que todavía no se resuelven”, puntualizó Agüado.

La concejala de Cali Alexandra Hernández añadió que a todas las problemáticas anteriormente mencionadas se le debe agregar que actualmente los precios de los alimentos en la ciudad están por las nubes, incluso llegando a que algunos productos registren aumentos de hasta 100 %.

“En Cali hay 220.000 personas que están en pobreza extrema, lo que quiere decir que tienen alrededor de 4000 pesos para subsistir en el día, y también hay 900.000 personas que están en la informalidad y que hace evidente que Cali está mal en todos los niveles, desde el estrato 1 hasta el 6”, aseveró Hernández.

De acuerdo con cifras del Dane, en Colombia hay cerca de 21 millones de personas que viven en condición de pobreza y 7,4 millones de personas que viven en pobreza extrema.

Aunque la cabildante reconoce que desde la Administración Municipal se ha querido impulsar la reactivación económica con varias estrategias, considera que aún hacen falta mayores esfuerzos para contribuir al bienestar diario de los caleños.

“El fondo para los emprendimientos aún no ha dado resultado, ya vamos a completar el año de haber aprobado ese proyecto y no ha dado el resultado que se esperaba. Además, vamos a hacer un control político para ver cómo se están regulando los precios de la canasta básica familiar en Cali. Hay que decirle a la Secretaría de Seguridad y Justicia que empiece a dar resultados para proteger a los caleños”, recalcó Hernández.

Según el Dane, la pobreza monetaria es cuando una persona gana menos de $330 mil al mes, y pobreza extrema cuando se gana menos de $124 mil.

Panorama nacional

Esta semana la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación) presentó un informe señalando a Colombia como uno de los países a nivel mundial con mayor riesgo de seguridad alimentaria, el cual fue cuestionado por el Gobierno y llevó a una rectificación de algunos puntos por parte de la organización. Sin embargo, hay una realidad que nadie puede negar.

“La situación del hambre en Colombia es crítica y la principal causa de esto es la pobreza. En Colombia tenemos 21 millones de personas que viven por debajo de la línea de la pobreza, con $331.000 mensuales que no les alcanza para comprar una canasta básica de alimentos, y de esos hay 7,4 millones de personas que viven en pobreza extrema, con $124.000 mensuales en promedio”, dijo Juan Carlos Buitrago, director de la Red Nacional de Bancos de Alimentos (Abaco).

La entidad calcula que antes de la pandemia el 80,9 % de los colombianos comía tres veces al día, pero que con corte a diciembre del 2021 estos indicadores disminuyeron al 69 %.

“Esto significa que alrededor de 14 millones de colombianos comieron dos veces al día, 1.445.000 lograron comer apenas una vez al día y 154.000 personas comieron menos de una vez al día”, precisó Buitrago.

Teniendo en cuenta esto, el directivo de Abaco explicó que paradójicamente mientras muchas personas en el país padecen de hambre, otras desperdician sin sentido grandes cantidades de alimento al año.

“Aunque no hay datos exactos para Cali, en Colombia estamos botando al año 9,7 millones de toneladas de alimentos. Con esto podríamos darle de comer a toda la población de Panamá, más la de Uruguay y la población de Luxemburgo juntas durante todo un año; en otras palabras, con esos alimentos podríamos darles las tres comidas al día a los 7,4 millones colombianos que viven en pobreza extrema y nos sobraría”, dijo el directivo, invitando a reflexionar sobre el tema.

Ayudas alimentarias

La Secretaría de Bienestar Social de Cali puso en funcionamiento el año pasado 762 comedores comunitarios, en los que se les brinda comida a bajo costo o gratis a las personas que lo necesitan. Se espera que este año pueda operar este mismo número de comedores, para lo cual se están buscando recursos.

Estos establecimientos están ubicados en comunas vulnerables, como por ejemplo la 13, 15, 18 y la 20, entre otras.

Por ejemplo, Martha García, gestora de uno de los comedores comunitarios más grandes de Charco Azul, trabaja para llevar alimentos a 150 niños de este sector. El año pasado más de 85.000 personas recibieron una comida al día.