El señor Álvaro Gutiérrez*, un soldado profesional que ha recorrido las más cruentas selvas del país, nunca pensó que a plena luz del día se encontraría, en la copa de un árbol, un artefacto explosivo que lo dejaría ciego de por vida. Sin embargo, esa tarde del sábado 20 de septiembre de 2020, cuando se movilizaba con su equipo a adelantar labores de erradicación, sucedió lo inesperado.
El miembro del Ejército que, como era costumbre, se movía como pez en el agua en la espesa llanura del Guaviare, pisó lo que, a su juicio, no eran más que ramas, palos y maleza, pero estaba lejos de imaginar que sería la trampa mortal para sus ojos, pues sin querer activó una de las famosas “minas antipersonal”, que ha dejado mutilados a cientos de colombianos y que a él le arrebató la vista.
Esta vez bajo una nueva modalidad fomentada por las ‘Disidencias de las Farc’, del frente ‘Jorge Briceño’, comandado por Miguel Santillana, alias Gentil Duarte, quienes colocan estos artefactos en los árboles para que sean más letales contra quienes caen en ellos.
Julián Eduardo Ruiz, enfermero de combate y quien socorrió a Gutiérrez, no puede olvidar ese trágico día de septiembre, pues eran amigos. “Yo lo conocía hace dos años, él era una persona que nunca decía que no y al ser más antiguo que yo, a toda hora vivía diciéndome que hiciera las cosas, me daba ejemplo”, relata.
Ambos pertenecían a la compañía Bélgica de la Fuerza de Tarea Omega, que estaba agregada en San José del Guaviare para labores de erradicación y ese sábado salieron a desarrollar su trabajo en la vereda Nueva Colombia, a 48 minutos en carro de la capital del departamento.
Los ojos, los más afectados
De acuerdo con el capitán Germán Alejandro Gaitán Valdés, comandante del Grupo Marte de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega, esta nueva estrategia de colocar minas antipersonal en los árboles se está presentando principalmente en áreas de erradicación, rutas estratégicas de movilidad y transporte de droga de alias ‘Gentil Duarte’.
Estas minas buscan esencialmente que al ser activadas exploten a altura del tronco, donde se encuentran los órganos vitales, o la cabeza, para generar el mayor daño en la persona, como sucedió en el caso del soldado Álvaro Gutiérrez y su construcción es muy similar a otro tipo de minas.
“Los explosivos son construidos a base de nitrato de amonio, a los últimos les echan aluminio para que tengan más fuerza al detonar, pintura para solidificarlos, lleva Acpm y otros químicos para volverlos más sensibles o consistentes. Encima llevan la brea con puntillas, clavos de hasta tres pulgadas, latas, alambres, que oxidados generan gangrena”, explica el Capitán.
Estas minas son activadas, de acuerdo con el comandante del Grupo Marte, por tensión con un hilo de cirugía que es extremadamente delgado, “este no brilla y lo ubican a una altura muy bajita para que la bota se lo lleve o muy alta para que se enganche en el equipo y explote”.
Sin embargo, el capitán Gaitán aclara que estas minas no son un invento de las Disidencias, pues son copiadas de la llamada guerra de guerrillas, que tuvo un capítulo especial en la guerra de Vietnam (1955-1975).
En esa zona, los hombres del grupo Marte han ubicado, en el último año, 30 minas instaladas en árboles; las cuales han desactivado de manera controlada, y 20 más en depósitos ilegales de explosivos de las disidencias.
Las minas antipersonal colocadas en árboles son copiadas de la llamada guerra de guerrillas, que tuvo un capítulo especial en la guerra de Vietnam (1955-1975).
Recrudecimiento
Según el capitán Germán Alejandro Gaitán, aunque colocar minas antipersonal en los árboles es muy preocupante, también se debe analizar que en todo el país se está presentando un aumento en el uso de estos artefactos explosivos no convencionales por parte de los grupos armados, “ellos no se enfrentan en un combate cuerpo a cuerpo, sino que simplemente utilizan explosivos a distancia”.
De acuerdo con cifras del Ejército, en lo corrido del año 130 militares han resultado heridos y 24 fallecidos por ataques con artefactos explosivos en el país, a comparación de los 121 lesionados y 16 muertos en contraste con el año pasado. Por su parte, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), 155 personas han sido afectadas por este fenómeno durante el primer trimestre de 2021.
Pero la preocupación no solo se encuentra en las cifras sino en la forma como estos grupos construyen los artefactos para generar más daño en la población. Este año la Fuerza de Tarea Omega ha hallado pipetas de oxígeno repletas de 15 kilogramos de explosivos, en un depósito ilegal en el sector de la Uribe (Meta).
Al igual que botellas de gaseosa, llenas de explosivos: “Que son envueltas en cadenas, para que estas generen las proyecciones y los cortes a quien la active”, explica el comandante del Grupo Marte, quien agrega que se siguen presentando casos con las llamadas cable mando, que son usadas contra la Fuerza Pública.
*Nombre cambiado por solicitud de la fuente.
Características
Estas minas son activadas por tensión con un hilo de cirugía que es extremadamente delgado, este no brilla y lo ubican a una altura muy baja para que la bota del soldado se lo lleve o muy alta para que se enganche en el equipo y explote. Su finalidad es que al ser activada la mina explote a la altura del tronco, donde se encuentran los órganos vitales o la cabeza, para generar el mayor daño en la persona, como sucedió en el caso del soldado profesional que la activó con su cara. Estos explosivos son construidos a base de nitrato de amonio, aluminio para que tengan más fuerza al detonar, pintura para solidificarlos, lleva acpm, brea con puntillas, clavos de hasta tres pulgadas y alambres para volverlos más sensibles o consistentes.