Más de 21 mil personas ingresan a las estaciones y a los buses del MÍO sin pagar su pasaje, cada día, lo que equivale a una pérdida de $ 20 mil millones al año.

Las estaciones del centro, como San Bosco, Torre de Cali y San Pascual, son las que tienen más reportes de colados. Sin embargo, los trabajadores de la Unión Temporal de Recaudo y Tecnología (Utryt), que son los responsables de vigilarlas, sostuvieron que también es un hecho muy común en Chiminangos, Las Américas, Estadio, Popular, Manzana del Saber, Piloto, entre otras.

En la mañana de ayer, el equipo de El País constató esta situación en un recorrido por las estaciones del sistema. Solo entre las 10:00 y 10:15 de la mañana, una decena de personas entraron a Torre de Cali sin pagar. Entre ellas, una señora de 71 años que ingresó por las puertas traseras de la estación. Al preguntarle por el motivo de su conducta, la mujer explicó que se debía a que no tenía dinero para pagar los $ 2700 que vale el pasaje.

“Yo voy hasta Siloé, allá vivo sola. No trabajo, no tengo ningún ingreso, vine hasta acá por una cita médica, pero si quiere me bajo”, expresó. Contrario a esto, un grupo importante de personas manifestaron que simplemente no querían pagar el pasaje y que cada vez menos lo hacían porque el servicio no lo ameritaba.

Ante esta situación, Metrocali contó que continúa ejecutando la estrategia de promotores de convivencia, personas vestidas de chaleco verde, quienes explican a los usuarios que este comportamiento es contrario a la convivencia e intentan persuadirlos para que paguen su viaje.

Estos promotores están ubicados en las estaciones más críticas y, según Metrocali, se están contratando más personas para aumentar la cobertura.

“También se viene adelantando en el proceso de recuperación de las estaciones, la instalación de un módulo fijo y el recorte de las plataformas de abordaje en la parte trasera de los vagones, esto para dificultar el paso por allí, ya que actualmente es un punto de fácil acceso”, sostuvo Óscar Ortiz, presidente de Metrocali.

El funcionario también le pidió tanto a la Policía como a la Utryt realizar un control efectivo en las estaciones y terminales, utilizando los comparendos para generar más impacto en la población.

En esto coincidió el concejal Juan Manuel Chicango, quien agregó que hay que contratar seguridad privada en caso de que no sea suficiente el personal actual.

“También tienen que ponérsela difícil a los colados, hay que instalar barreras más efectivas a los costados de las bahías y no solo pensar en recortarlas, para que las personas no puedan ingresar de esa manera tan sencilla”, propuso el concejal.

Por el contrario, Janeth Mosquera, experta en movilidad, aseveró que en las discusiones del proyecto de salvamento del MÍO debería abordarse la posibilidad de subsidiar por completo el transporte, “por los costos altos que este implica para las familias de Cali; debería ser visto como un servicio social esencial”.

Puertas anti-colados

Personas que ingresan a los sistemas de transporte masivo sin pagar las hay en todas las ciudades del país, por eso, una estrategia novedosa es la que se empezó a desarrollar en Bogotá.

En la capital de la República instalaron puertas automáticas de bloqueo en 24 estaciones del Transmilenio, las cuales se abren cuando llega el bus y se cierran de forma inmediata cuando este abandona la estación. Estas puertas son más resistentes y efectivas que las que se usaron en Cali cuando fueron inauguradas las estaciones.