Dar propina es una costumbre que tienen los caleños cada vez que asisten a un restaurante o a un bar en la ciudad.
Sin embargo, lo que muchos no saben es que este aporte voluntario, puede ser ofrecido de dos maneras: una pagando el valor que se emite en la factura, que ya tiene incluido el 10% del servicio.
La otra, es pagando en efectivo al mesero, o modificando el valor sugerido de la factura.
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Pero ¿qué es lo que dicen las normas sobre esta práctica que es más usual en países como Estados Unidos?
En Colombia dar propina no es obligatorio, pero gracias a este aporte muchos empleados obtienen un ingreso extra que puede ser, en promedio, de $120.000 semanales.
De acuerdo con la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), este debe ser un reconocimiento voluntario que se ofrece a las personas que prestan un buen servicio.
“El establecimiento puede sugerir el valor de la propina, siempre que no supere el 10% del valor del servicio prestado, y se le debe preguntar al consumidor, cuando este solicita la liquidación de su cuenta, si desea incluirla en la factura o si desea pagar una cuantía diferente”, estableció la SIC en septiembre de 2022.
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Por esa razón, en Colombia cada persona es libre de tomar la decisión, de acuerdo con el servicio recibido, de pagar la propina o modificar su valor.
Brany Prado, director ejecutivo de Acodrés, comentó que, aunque en otros países esta es una costumbre que está arraigada en la ciudadanía, cada vez más caleños aceptan hacer este pago.
“Esta cultura arranca desde el buen servicio y la buena atención, enfoque en el cual Cali ha logrado un desarrollo y se va por buen camino”, pero reconoce que se tiene que fortalecer mucho esta cultura.
¿Cómo dividen las propinas?
El Director Ejecutivo de Acodrés explicó que de acuerdo con lo que indica la Ley el destino que se le da a la propina debe ser exclusivamente para el personal del servicio.
“El uso de ese dinero no debe ser utilizado para otro tema que no sea la retribución por el servicio prestado en el trabajo”.
Camilo García, mesero de un bar en una de las zonas rosas de Cali, contó que este dinero extra complementa el salario fijo con el que ya cuenta por ser empleado, ya que “por regular que haya sido una semana podemos recibir $80.000 en propinas cada uno, pues el dinero que entra lo repartimos entre todos los trabajadores del turno”.
En otras palabras, para los trabajadores de este sector, las propinas juegan un papel importante, ya que son un soporte adicional de su salario.
Pese a que según lo explicado por el directivo de Acodrés, la distribución de ese plus económico debería ser para los empleados que prestan el servicio en los establecimientos, se han presentado casos, como el de Margarita López, mesera de un restaurante de la reconocida zona del Peñón, quien aseguró que el total de las propinas no se reparte solamente entre los colaboradores.
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“Nosotros tenemos dos formas de recibir la propina: una, es a través del pago del 10% en las facturas, y la otra, es cuando nos dan el dinero en efectivo. En el primero, recibimos el 70% del total, y lo repartimos entre todos, ya que el 30% excedente es para el dueño del restaurante. Y el segundo, sí lo distribuimos entre todos”.
Por esa razón, consumidores como Alejandro Salazar prefieren no incluir el servicio en la factura, y en lugar de eso ofrecen el dinero directamente a la persona que lo atendió. “Yo doy propina sin ninguna duda en el exterior, pero acá no. Sé que muchas veces lo que recogen lo reparten entre personas que no tuvieron nada que ver con el servicio, o los dueños de los negocios se quedan con parte del dinero. Por eso prefiero dar la propina al mesero”.
Frente a esto, Tommaso Bernardi, chef propietario del restaurante Trattoria Italia, aseguró que el servicio que pagan los clientes es para sus empleados, y que funciona como un método para que ellos reciban más dinero.
“Se trata de un trabajo pesado, de mucha atención al cliente, con ese dinero ellos tienen un sueldo más digno, una recompensa por su excelente trabajo”.
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Además, señaló que el cobro que se hace del 10% del total de lo consumido está bien y que, en muchos casos, los clientes dejan un valor superior a ese porcentaje como propina. También mencionó que no es una obligación dejarla, pero que, si se ha ofrecido un buen servicio, estaría bien recompensar a los empleados.
Frente a esto, la caleña Lorena Calderón, dijo que considera de gran ayuda pagar la propina cada que puede hacerlo. “El porcentaje que cobran en las facturas no es mucho y sé que ese dinero va para todos los empleados que tienen que enfrentarse día a día al servicio al cliente”.