“Nosotros no repetimos mentalidades de colonia, nosotros pensamos”. “¿Saben cuál es el mayor problema de una encuesta de salud? Que quienes murieron pudiendo ser atendidos y sobrevivir, no pueden ser encuestados”. “Este es el tipo de ceguera mental de nuestros críticos”. “¿Qué tendrá nuestra prensa que busca, a cómo dé lugar, sabotear la reforma a la salud que propone el Gobierno?”. Estas son algunas de las frases que el presidente Gustavo Petro ha escrito desde su cuenta de Twitter durante esta semana, lo que, según varios analistas, evidencian un ánimo de confrontación de parte del mandatario hacia distintos sectores de la sociedad. “Esa actitud del presidente Petro es muy propia de los líderes populistas”, dice el consultor político Álvaro Benedetti, quien agrega que “este tipo de mensajes lo que buscan es animar a las bases en torno al respaldo popular de las iniciativas del Ejecutivo, y facilitar eso que llamamos el estado de opinión, que es desconocer la institucionalidad y los procesos al interior de la toma de decisiones del Estado y enarbolar ese discurso de Gobierno en torno a lo que es la voluntad popular”. Le puede interesar: Reforma a la salud: así será el ‘espinoso’ trámite que le espera en el Congreso En su opinión, el Mandatario colombiano, “tal vez muy inspirado en lo que ha sido el régimen venezolano, está incluso superando el nivel de mediatización vía redes sociales que en su momento intentó el expresidente Álvaro Uribe también bajo la figura del estado de opinión”. “Da la sensación de que ese ánimo de agitar a las bases no tiene techo todavía y eso, en aras de la institucionalidad, puede resultar muy peligroso”, sostiene Bendetti. Por su parte, Nury Astrid Gómez, consultora en comunicación política, sostiene que “el Pacto Histórico y Gustavo Petro se prepararon para ganar elecciones, pero no para gobernar. El estilo de comunicación actual -tuitercracia- responde a este fenómeno: órdenes a través de redes sociales, ataque y defensa a contradictores y ministros, poco reconocimiento de equivocaciones y una exageración de impacto emocional con cada crítica”. En su concepto, “este Gobierno no ha podido crear un estilo ni de gobierno ni de comunicación. Se gobierna y se comunica al único estilo: Petro”. E insiste en que el Mandatario colombiano es un gobernante “sin capacidad de aceptar contradictores o críticas -reales o creadas - adolece de la capacidad de aprender, de diseñar estrategias y tácticas diversas para alcanzar las metas. Dicen que el poder es para poder. Pero, cuando la soberbia, la ceguera y la sordera se apoderan del gobernante de turno, falta poco para pretender un estilo totalitario y antidemocrático”. Le puede interesar: Ratifican condena de 17 años contra Andrés Felipe Arias por caso de Agro Ingreso Seguro Ante ello, plantea la politóloga que los medios de comunicación “deben hacer lo que siempre han hecho: ser contención, hacer vigilancia y comunicar todo lo político. Y en este Gobierno no se ha entendido que toda comunicación es política”. Entre tanto, el también politólogo Yann Basset escribió en la misma red social que “no solo se trata de ser tolerante, sino de no desgastar la palabra presidencial. La tarea de defender el programa del Gobierno en el día a día es de los congresistas oficialistas”. Esto en referencia a un trino del Jefe de Estado en el que respondió a un reclamo público que le hizo la Fundación para la Libertad de Prensa, Flip, después de que él publicara varios trinos cuestionando publicaciones a varios medios de comunicación del país. De hecho, la organización periodística indicó que en el último mes el presidente Gustavo Petro “ha publicado en su cuenta de Twitter por lo menos 34 trinos dirigidos a nueve medios de comunicación. Sus mensajes impactan en el debate público y en la libertad de expresión”. Sin embargo, el politólogo Mauricio Jaramillo no considera que lo escrito por el Mandatario se trate de respuestas intimidatorias contra la prensa. “Uno podría pensar eso cuando los presidentes tienen posturas intimidantes o amenazan de alguna forma. Por ejemplo, cuando anuncian con demandar por calumnia, como en su momento le pasó a Rafael Correa con El Universo de Ecuador: los demandó, ganó y multaron al medio con un millón de dólares, si no estoy mal”, dice. Pero, afirma, “en este caso pensaría que lo que está haciendo Petro es, sin defender a Petro, rebatiendo, refutándolos, diciendo: ‘mire, esto no es así’, con argumentos. El problema está cuando se asumen posturas oficiales, por ejemplo cuando reaccionó frente al plebiscito chileno diciendo que Pinochet revivió, porque se confunde su opinión con la posición de Estado”. Le puede interesar: Demandas, investigaciones y citaciones: lo que rodea a las ministras de Salud y Minas Así, a Jaramillo, que el Jefe de Estado controvierta con personas en Twitter no es “necesariamente negativo. Creo que se está creando una pedagogía del diálogo y de la dialéctica. No he visto a Petro, por ejemplo, descalificar”.
Convoca a sus seguidores
“Acompáñame este 14 de febrero. Que la salud sea para todo el pueblo colombiano, que la salud sea para Colombia”, escribió en la mañana de ayer el presidente Gustavo Petro en su cuenta de Twitter. Agregó que “desde la Plaza de Bolívar de Bogotá hablaré a Colombia reunida en todas las plazas públicas del país. Llegó el cambio y sus reformas”. Su trino estuvo acompañado en un video publicitario en el que se indica que “el cambio que Colombia eligió se hace realidad. Elegimos ser una potencia de la vida, y para ello debemos hacer las reformas que garantizan los derechos a la ciudadanía y así saldar la deuda histórica del Estado con la sociedad colombiana. La salud es un derecho, no un negocio. Reformarla es asunto de todos”. Además, el Mandatario colombiano les pidió a seguidores en la red social difundir esa convocatoria para el martes 14. “Les solicito el favor de hacerle un RT a este mensaje. Nos toca irradiar la información progresista lo más que podamos para cambiar a Colombia. Que, desde hoy, cada constructor o constructora del cambio, sea un comunicador o una comunicadora social”, escribió, añadiendo que “el corazón del sistema es la fuerza de trabajo de la salud y los y las pacientes”.