La polémica por el estado actual de la red semafórica de Cali continúa. A las voces que reclaman equipos de última tecnología que regule de manera óptima la circulación vehicular, se suman otras que advierten que el problema no son los dispositivos como tal, sino el manejo del sistema actual.
El ingeniero Gustavo Adolfo Cambindo, exjefe de semáforos y quien además lideraba el grupo de mantenimiento de semaforización de Cali, aseguró que uno de los mayores problemas que tiene la red es el vandalismo, pues el robo del cableado para vender el cobre en el mercado negro pone en riesgo todo el sistema.
Es tal la vulnerabilidad de la red, dijo, que en un año fueron hurtados 15.000 metros de cable estimados en $60 millones. Aunque no es una cifra significativa en términos económicos, sí afecta enormemente el servicio, porque con un solo metro de cable que hurten pueden dejar por fuera toda una intersección.
la red es muy manual, esto hace muy difícil que se pueda llegar a tener cobertura y gestión del tránsito de manera más eficiente que, al final, mejore la seguridad vial.
A esto se suma la falta de presupuesto para mantenimiento, pues la inversión que anualmente se realiza solo permite un mantenimiento correctivo; es decir, las reparaciones que se emiten a diario por siniestros viales u obsolescencia de piezas menores como cables y módulos, elementos de primera mano que hacen toda la parte de iluminación. Pero, recalcó Cambindo, no existe una verdadera planificación para invertir en infraestructura: cambio de postes, ménsulas o equipos controladores.
"Hay equipos que llevan operando más de 40 o 50 años en la ciudad y funcionan en control local, es decir, un solo plan de señales. Esto obviamente no se adapta al tráfico que la ciudad requiere por el crecimiento del parque automotor, nuevas urbanizaciones, longitud de las vías e implementación de cicloinfraestructuras".
Todas estas situaciones, aseguró, exigen un estudio en el que el tráfico vehicular no sea siempre estable, sino que los tiempos de verde de los semáforos varíen dependiendo del flujo vehicular, lo que solo se logra con equipos de última tecnología que puedan ser programados y ajustados dependiendo de la hora pico, pero también de la demanda vehicular por accesos.
Por su parte, el arquitecto James Gómez, experto en movilidad, coincidió con Cambindo en que los problemas de mantenimiento son históricos.
"Usted puede tener la mejor red, la más moderna, pero si no le hace un mantenimiento periódico no va a poder contar con una red que verdaderamente redunde en seguridad vial y en conectividad para mejorar los tiempos de movilidad de los vehículos", dijo.
Otro tema que afecta gravemente el sistema son los problemas de interconexión entre tecnologías.
Según se conoció, para el 2017 había dos protocolos de comunicación en la red, uno de propiedad de Siemens y el otro de la empresa colombiana Solutraffic. Sin embargo, no había comunicación entre uno y otro.
Para solucionarlo se decidió instalar en los corredores viales una sola tecnología y poder así garantizar la sincronización, pero como al final todas las vías llegan a un punto de intersección entre calles y carreras, era allí donde había mayor dificultad y no se podían sincronizar los equipos.
Lea además: Alcaldía relanza el polémico proyecto Cali Inteligente, ¿cuáles son los cambios?
Al respecto, Gómez precisó que hay dispositivos que no se pueden sincronizar de acuerdo a las necesidades de la ciudad, porque hay tecnologías muy viejas y otras más modernas que no 'hablan' el mismo lenguaje, lo cual hace que no se pueda generar una red completa para la interconexión.
"Pienso que los temas más sensibles en cuanto a la red semafórica de Cali son los problemas de interconexión, la falta de mantenimiento y la vulnerabilidad de la misma frente al vandalismo, cambios de clima o manipulación por parte de personas extrañas al sistema, todo esto hace que la red no sea eficiente", subrayó.
Entre tanto, Paola Andrea Cruz Daraviña, profesora de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, indicó que actualmente los semáforos que funcionan son de control unificado, es decir, que se manipulan a través de cajas, semáforo por semáforo, y no están centralizados o, mejor, no están en red.
Aunque los del sistema masivo tienen una tecnología más avanzada no se logra aprovechar, porque están interconectados con los semáforos antiguos; de ahí la necesidad de que la ciudad vaya transformando su red semafórica, que se pueda unificar en un centro de control donde se estén monitoreando los volúmenes de tráfico para ajustar los tiempos de luz en los semáforos.
La obsolescencia de los equipos es otro factor determinante. De los aproximadamente 383 equipos controladores que regulan y electrónicamente dan la movilidad en las vías, solo entre 150 y 200 son de última tecnología, o sea que el 45 % de ellos requiere cambio por tiempo de uso y avance tecnológico.
No obstante, un experto en movilidad que prefirió omitir su nombre sostuvo que el problema no radica tanto en la tecnología existente como en la planeación de la semaforización.
Según explicó, uno de los principales factores en este momento es la programación de la semaforización, porque, según explicó, puede que los equipos estén viejos, pero si hay un adecuado planeamiento de las intersecciones mejora la movilidad. “Creo que es más un tema de capacidad técnica operacional, de un equipo capacitado que vaya a campo, revise cómo está funcionando y haga la planeación", enfatizó.
En ese sentido, se preguntó para qué dar un salto tecnológico cuando ni siquiera se pone a funcionar lo que se tiene.
A esta grave radiografía se suma la falta de personal de mantenimiento, pues según aseguró el ingeniero Cambindo, Cali cuenta con 480 intersecciones semaforizadas y hasta el 2021 tenía 16 técnicos de mantenimiento de semáforos que trabajaban en dos turnos, de ocho horas cada uno, los cuales no daban abasto para reparar todos los daños y necesidades del servicio.
50 personas eran necesarias para todo el mantenimiento, pero solo había 16 empleados en 2021
Le puede interesar: Controversia por fallo que ordena recuperar el espacio público de Puerto Rellena
Las nuevas posturas buscan que las intersecciones semáforicas también tengan una regulación para usuarios vulnerables: peatones y ciclistas.
De otro lado, la concejal Diana Rojas sostuvo que en el Plan de Desarrollo está aprobado el proyecto de modernización de la red en el marco de Cali Inteligente, pero reiteró que en lo que no están de acuerdo es en crear una empresa que maneje dicho proyecto.
Igualmente, el concejal Roberto Ortiz fustigó la falta de pagos a contratistas y cómo hay abandonados postes, semáforos y cables a la altura de la Calle 14 con Carrera 1 cuando hay puntos de Cali sin semaforización.
Para los expertos el tema va más allá: ¿Cómo garantizar una inversión de $50.000 millones en Ciudad Inteligente si no hay control del vandalismo, ni de mantenimiento? ¿Cuánto van a durar estos elementos, cuánto van a funcionar?
El País intentó ponerse en contacto con la Secretaría de Movilidad para conocer su postura al respecto, pero al cierre de esta edición no recibió respuesta.
Puntos críticos
-De acuerdo con expertos en movilidad, hay unos puntos críticos en la ciudad en materia de congestión y de siniestralidad.
-Los sectores alarmantes serían las arterias principales, como la Calle 5, la Autopista Suroriental y la Avenida Ciudad de Cali.
-También se han identificado otras zonas como el centro de la ciudad, donde los tiempos de semáforos no responden a las necesidades de semaforización.
-Asimismo, el sur a la altura de la Carrera 80, Simón Bolívar, la Ciudad de Cali, la Calle 73 y la Transversal 25, donde se ha detectado un problema de cultura ciudadana.
-Igualmente se debe mejorar la red a la altura de Valle del Lili, desde la 85 C con Calle 25 hasta casi la 122 en la Autónoma. Y
la Vía Cali - Jamundí, Pance, Cañasgordas hasta la 100, que es Jardín Plaza.