La vía al Kilómetro 18 sigue siendo una zona en la que reina el caos. De los siete accidentes de tránsito que se han presentado en este sector en lo corrido del año, cuatro han sido por los piques ilegales que allí se practican.

De hecho, el más reciente siniestro fue el sucedido el pasado 2 de marzo, cuando un carro particular a alta velocidad colisionó de frente contra un taxi, dejando cinco personas heridas.
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Los habitantes aledaños a la vía sostienen que no se trata solo de los piques, sino que los jóvenes que cada semana suben por este corredor parquean de forma inadecuada, consumen diferentes sustancias y generan altos niveles de ruido y desorden, lo que impacta a los demás ciudadanos.

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Alonso Gómez, presidente de la Junta de Acción Comunal del corregimiento de El Saladito, expresó que la situación ha venido empeorando, a pesar de las reuniones que se han tenido con las autoridades para hablar al respecto.

“Ha habido presencia de las alcaldías de Dagua y de Cali, de la Policía, el Ejército y el Tránsito, pero ellos como autoridades trabajan un mes, por decirlo así, haciendo los retenes y todos los operativos, y ya cuando los quitan vuelven las motos y demás vehículos sobre la vía”, sostuvo Gómez.
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La intervención de las autoridades nacionales y del Gobierno es necesaria en este punto, según el Presidente de la JAC de El Saladito, ya que se ha convertido en un problema nacional que debe ser atacado en todas las ciudades en las que se presenta.

Asimismo, agregó que las actividades irregulares, en principio, se realizaban solo los fines de semana, pero que de a poco se han ido presentando también entre semana, principalmente los jueves. Al respecto, el secretario de Movilidad de Cali, William Vallejo, aseguró que ya están enterados de esa nueva situación.

“Tendremos que revisar el tema con el Secretario de Seguridad y fortalecer la presencia entre semana, así como lo hacemos los fines de semana; operativos en los que estemos acompañados de la Policía ya que, por lo general, se presentan agresiones e intimidaciones hacia quienes están tratando de ejercer el control”, manifestó Vallejo.

El Secretario de Movilidad también explicó que se analizará el despliegue de los controles con la Policía de Carreteras y la Alcaldía de Dagua, pues la jurisdicción en el corredor de la Vía al Mar es compartida.
De igual manera, se dejó claro que el plan principal para combatir las diferentes actividades que se están realizando es continuar con los operativos conjuntos.

“Lo que le podemos decir a la ciudadanía es que estamos trabajando en conjunto con Movilidad para restablecer el orden y generar las inmovilizaciones y las órdenes de comparendo a las que haya lugar, para que la ciudadanía que utilice esta vía de una forma ordenada lo pueda hacer”, manifestó Daniel Gualdrón, comandante de la Policía Metropolitana de Cali.

Sin embargo, algunos académicos lamentaron que estas acciones no estén siendo suficientes.

Por ejemplo, Janeth Mosquera, experta en movilidad y transporte, sostuvo que si ese fuera el caso, estas conductas irregulares no serían más un problema para la ciudad, pero reconoció que no hay tantos agentes de tránsito como para hacer controles permanentes y garantizar el buen comportamiento de todos los caleños.

El Presidente de la JAC de El Saladito pidió que se realizaran controles de forma simultánea en dos puntos de la vía: uno en la entrada al sector de Patio Bonito y otro en el retén Forestal.

Debido a esto, sostuvo que lo que debería hacer la Administración es implementar un plan de castigos robusto.

“Una medida sería quitar o suspender las licencias de conducción, puede ser por dos años, tres años, cinco años. Solo así sentirían temor de que los sancionen, porque incluso las multas hay personas a las que no les importa pagarlas. Estamos hablando de que con esto se está poniendo en riesgo la vida de muchas personas, estas conductas necesitan castigos fuertes”, dijo.

Por su parte, Luis Felipe Barrera, politólogo y consultor en temas de orden público y seguridad ciudadana, enfatizó que a pesar de que este es un fenómeno que se ha vuelto reiterativo y que incluso se presenta en otras fechas y otros lugares, como la avenida Circunvalar, el principio de autoridad no se negocia, por lo que se deben seguir realizando.

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“Son comportamientos riesgosos que terminan afectando la convivencia y, en muchos casos, la seguridad de terceros, también genera grandes traumatismos para quienes desean transitar por el sector, comerciantes y residentes”, comentó.

Adicionalmente, Barrera le recordó a la Administración la idea de habilitar un espacio en la ciudad para piques, el que consideró el problema principal, pues esto ayudaría a desestimular la actividad irregular que se desarrolla en diferentes puntos de Cali.