San Antonio es considerado como el barrio patrimonial más importante de Cali, sin embargo, sus habitantes creen que las constantes construcciones y remodelaciones en algunas casas del sector han hecho que se pierda esa esencia que los caracteriza.

Precisamente sobre la Carrera 10, vía que colinda con el Parque de San Antonio, se encuentran dos edificaciones comerciales que según algunos líderes de la comunidad no cumplen con el aspecto arquitectónico del barrio y además rebasaron el nivel de altura permitido.

El arquitecto Diego Carrejo, coordinador del Observatorio Ciudadano del Patrimonio de Cali y habitante del sector, explicó que la mayoría de viviendas en San Antonio son categorizadas como nivel 2, es decir, que se debe conservar la tipología arquitectónica.

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“Al hacer las remodelaciones algunos alteran de forma original la arquitectura colonial, acabando con el patrimonio cultural”, dijo Carrejo, quien aclara que sí se puede mejorar las edificaciones, siempre y cuando se mantenga el estilo inicial.

De igual manera, Yeimmy Cárdenas, quien vive en medio de estas dos edificaciones, expresa que al pasar los años su principal preocupación es el atropello que se están dando en el tema de arquitectura patrimonial y conservación tradicional, pues pese a que se ha hablado con las personas involucradas, siguen haciendo modificaciones a su estilo.

“Las personas que vienen al barrio a hacer negocio, que no viven ni siquiera en el lugar y algunos incluso son extranjeros, compran varios terrenos, hacen edificios, sin ningún permiso, sin respetar la cultura y la historia del barrio, alterando no solo el patrimonio de la zona sino también la tranquilidad de los que vivimos aquí”, manifestó Yeimmy.

Sumado a esto, también están siendo altamente afectados con el ruido de estos establecimientos comerciales hasta altas horas de la noche, pues las viviendas del lugar cuentan con unos solares que unen las casas internamente, lo que permite que el ruido se filtre entre las paredes fácilmente.

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“Cuando colocan música muy fuerte podemos escucharla como si estuviera en el interior de nuestra casa. Es agobiante porque los días que uno quiere descansar no se puede, incluso a veces toca llamar a la policía para que nos colabore con el exceso de ruido”, agregó Yeimmy.

Maciej Jaroszewicz, un polaco que lleva 10 años en la ciudad expresó que le sorprende ver como en un barrio cultural y patrimonial algunas personas no cuiden de su arquitectura histórica y colonial.

“No entiendo ni yo, ni muchos otros extranjeros, que vienen y preguntan por qué no se cuida y se conserva una zona tan bonita. San Antonio es un centro histórico y creo que merece que se le dé importancia”, dijo.

La ciudadanía lleva años interponiendo denuncias ante las entidades locales pero no han tenido una verdadera respuesta a sus peticiones, por lo que los propietarios de los establecimientos comerciales han podido manejar y modificar sus negocios a su gusto.

Debido a esto, decidieron acudir al Ministerio de Cultura que realizó en el 2021 una visita técnica por parte de un profesional de la Dirección de Patrimonio y Memoria quien determinó que según lo observado, las edificaciones comerciales “producen un impacto negativo en términos urbanísticos y estéticos y una posible afectación al entorno del patrimonio cultural señalado”.

Igualmente, indicaron que al revisar los archivos de la Dirección de Patrimonio y Memoria del Ministerio de Cultura, “no se registra solicitud ni acto administrativo que refiera autorización de intervención en predio en zona”.

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Desde el Ministerio se remitió el informe a la Secretaría de Seguridad y Justicia, a la Secretaría de Cultura y al Departamento Administrativo de Planeación Municipal de Cali para que realizarán la respectiva acciones control y de restitución en el lugar.

Al respecto, la Subsecretaria de Patrimonio de Cali indicó en su momento por medio de un documento que “A estos predios se les practicó visita, encontrando que poseen licencia de construcción para cada predio individual”.

Sin embargo, el Ministerio de Cultura recordó que es la única entidad competente para autorizar las intervenciones en un Bien de Interés Cultural, BIC, del ámbito Nacional, así como aquellos que se pretendan realizar en áreas de influencia y /o en bienes colindantes con dichos bienes. “En este caso específico, los predios indicados se encuentran en Zona de Influencia del BIC Nacional”.

En este sentido se recuerda que el ente municipal no puede aprobar licencias, sin contar previamente con permiso mediante Resolución o Concepto Técnico del ente que efectuó la declaratoria; en este caso del Ministerio de Cultura.

El País trato de comunicarse con la Subsecretarías de Patrimonio, de Inspección y Vigilancia, además de la Secretaría de Planeación, para que se pronunciaran sin embargo, no se obtuvo respuesta de parte de ellos.