La estrategia Sello Calidoso con la que el Gobierno Distrital pretende ampliar el horario de la rumba hasta la cinco de la mañana, ha generado fuertes reacciones por parte de líderes y ciudadanos, quienes aseguran que la iniciativa agravará la problemática por ruido en la ciudad.
Por ejemplo, Darschan Ocampo, edil de la comuna 2, y una de las opositoras de la medida, dijo que el alcalde Jorge Iván Ospina, “con su sello Calidoso hace el oso porque promueve la rumba mientras Cali se derrumba”.
Según afirmó, estudios demuestran que la extensión de los horarios nocturnos incrementa 16 % la violencia y las riñas, que afectan principalmente a las mujeres.
Agregó que ha recibido muchas quejas por la presencia de bares, gastrobares, licoreras e iglesias, que funcionan en sectores netamente residenciales, de acuerdo con el Plan de Ordenamiento Territorial, POT.
Entre estos casos están la comuna 3 y 17, donde algunos empresarios, para evadir las normas, cambian la razón económica de sus negocios, pero siguen distribuyendo licor.
Le puede interesar: Comer por tallas: Así es el restaurante donde preparan comida gigante en Cali
Los problemas de contaminación auditiva también afectan a otros barrios tradicionales como Champagnat, El Peñón, San Fernando viejo y Bosques de Limonar, donde sus vecinos también se quejan de problemas asociados a la rumba como: microtráfico, riñas, prostitución, invasión del espacio público, mal manejo de basuras y calles convertidas en baño público.
Por esta razón, se tienen previstos plantones en diferentes sectores de la ciudad. El primero de ellos se realizará mañana viernes en el barrio El Peñón; el sábado, en Bosques del Limonar donde se tiene previsto cerrar la Pasoancho; y el 9 de septiembre, la cita es en el Parque del Perro, en San Fernando.
Más quejas
Lea además: Polémica: Alcaldía ha destinado $ 14.000 millones para embellecer separadores viales
Para Amparo de La Hoz, líder cívica, la Alcaldía está del lado de los empresarios y no de la comunidad. Aunque reside en un sector que es de vocación mixto donde hay bares y licoreras, desde el año pasado, con la ubicación de la Carpa de la 66, empeoró la convivencia.
“Desde hace rato nos veníamos quejando, antes de que nos pusieran la carpa nos reunimos con Jimmy Dranguet que nos hizo una cantidad de promesas y esta es la hora que no nos ha dado la cara. Dan permisos en barrios tradicionales, pero no generan mecanismos para evitar los excesos y ya no hay una sola noche sin ruido”, afirmó.
Catherine Dupriez, presidente de la Asociación de Juntas de la comuna 19, dijo, por su parte, que quedó muy sorprendida cuando escuchó la noticia. “En una ciudad donde hay tantos accidentes por alicoramiento, riñas callejeras y violencia intrafamiliar no entiendo cómo permiten esto. Dicen que es para los establecimientos que cumplan con unos requisitos, pero con lo que pasa actualmente, lo veo difícil”.
Afirmó que cuando autorizan este tipo de iniciativas en barrios tradicionales como San Fernando viejo y El Refugio, los más afectados son sus residentes que no pueden dormir, ni tener calidad de vida.
Lea también: Líderes de la región claman por consejo de seguridad ante ola de violencia en el Valle
Aunado al fenómeno de desplazamiento que genera el ruido, está el tema de seguridad de la zona ante la falta de residentes. “Que porque Cali es la capital de la salsa, discúlpenme pero tenemos que cambiar esa mentalidad de que Cali es Cali lo demás es loma. En todas las grandes ciudades hay normas de control para restaurantes, hoteles, bares, pero aquí quién va a manejar esa cantidad de borrachos”, preguntó Dupriez.
Entre tanto, Carlos Andrés Hernández, presidente de la JAC de El Peñón, expresó que mañana viernes, a las 6:00 de la tarde, adelantarán un plantón para protestar por la ampliación del horario nocturno.
Según dijo, hay algunos establecimientos ubicados en zonas del barrio que no están permitidas por el POT.
A diferencia de otros barrios como Granada, San Fernando viejo y El Limonar, en El Peñón hay más de 50 edificios. Sin embargo, dos se encuentran prácticamente desocupados luego de que sus antiguos propietarios se fueran por el ruido y las riñas.
“Aunque hemos realizado el debido proceso ante las autoridades respectivas, puesto tutelas y derecho de petición, no pasa nada”, precisó.
De otro lado, un residente del barrio El Ingenio que prefirió omitir su nombre, expresó que están viviendo una problemática muy grave por cuenta del asentamiento de cantinas y licoreras ilegales frente a sus viviendas.
“En este corredor de la 16 entre 85C y 83 se aglomeran alrededor de las viviendas, pequeñas multitudes de carros y borrachos que generan mucha zozobra. Es algo complejo porque además del ruido hay consumo de estupefacientes, riñas, invasión de los parques, incluso tienen relaciones sexuales dentro de los carros”, aseguró.
Según denunció, durante los controles, los propietarios presentan un uso del suelo para otras actividades comerciales como un minimarket, bajo la complicidad de algunas autoridades. “Si ahora tenemos una problemática con el horario de las 3:00 de la mañana, imagínese hasta las 5:00 a.m. en una zona residencial habitada principalmente por adultos mayores”, enfatizó.
A propósito
El ruido es la segunda causa de problemas de salud en el mundo, no solo perturba la sana convivencia, sino que es una forma de violencia que está provocando el desplazamiento interno en Cali.
La Policía Metropolitana de Cali informó que del 1 de enero de 2020 al 1 de diciembre de 2021 recibió 335.144 llamadas por alteración de la tranquilidad pública relacionadas con el ruido excesivo. A pesar de ser la mayor causa de llamadas al 123, la Policía impuso en el 2021, solo 234 comparendos.
Al mes de agosto del 2022, el Dagma recibió 808 peticiones, quejas y reclamos por temas de ruido y, a esta misma fecha, realizó 663 visitas.