Los habitantes de varios municipios del departamento de Arauca, entre ellos Tame, Fortul y Saravena han vivido un inicio de año convulsionado, pues desde las primeras horas del domingo dos de enero se han presentado combates entre las disidencias de las Farc y la guerrilla del ELN, disputas que ya dejan 23 personas muertas.
Luego de estos hechos, se conoció que Arauca tendrá más pie de fuerza, dos bases militares nuevas, vigilancia en la frontera con Venezuela por tierra, agua y aire y una búsqueda más intensa de los jefes de los grupos armados ilegales que están asentados en el departamento. Así lo anunció en la noche del tres de enero el ministro de Defensa, Diego Molano, tras presidir un consejo de seguridad en esta zona del oriente del país en donde se han registrado los enfrentamientos.
Según el ministro Molano, “este hecho, que sucede en territorio venezolano por disputas de rentas criminales, otra vez demuestra cómo se cometen actos criminales del otro lado de la frontera para luego afectar la vida y tranquilidad de los colombianos a este lado de la frontera, es decir, en Arauca”.
La hipótesis que manejan las Fuerzas Militares es que los enfrentamientos ocurrieron en el municipio La Victoria, en el estado de Apure, y que el ELN, en complicidad con la Segunda Marquetalia, atacaron a los frentes décimo y 28 de las disidencias de las Farc.
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¿Qué está pasando?
El secretario de Gobierno de Arauca, Édgar Guzmán, señaló que la hipótesis que se trabaja y que desembocó la ola de violencia, fue que disidencias de las Farc asesinaron a alias Mazamorro, un cabecilla del ELN en territorio venezolano.
El funcionario reseñó que los enfrentamientos entre los dos grupos armados ilegales comenzaron semanas atrás, pero que la muerte del cabecilla habría sido el detonante: “Esta situación produjo muertes y luego fueron arrojadas (las víctimas) a territorio colombiano, hasta orillas del río Arauca”.
Ante esta situación la Defensoría del Pueblo expresó su profunda preocupación frente a lo que está sucediendo, pues además de los homicidios reportó “amenazas, retenciones ilegales, desplazamientos masivos y riesgo de desplazamiento forzado en municipios de frontera, específicamente en Tame, Fortul, Saravena y Arauquita”.
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Por esta razón, la entidad instó a las autoridades regionales a activar las instancias pertinentes para atender y proteger a la población civil. Bajo esta misma línea se pronunció la Diócesis de Arauca que pidió que se “deje a la población civil por fuera de las confrontaciones y hostilidades, aplicándose en todo el Derecho Internacional Humanitario”, y solicitó a las autoridades que “verifiquen los hechos y se empeñen por proteger la vida e integridad de la población de los lugares en donde se estarían presentando las confrontaciones”.
¿Cómo entender estos hechos?
De acuerdo con Jorge Mantilla, director de Dinámicas de Conflicto de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), para explicar estos hechos, hay que ponerlos en el marco de un proceso más amplio, analizando la relación que ha tenido el ELN con las Farc, desde hace más de 15 años en la región.
“No ha sido una relación fácil. Ha estado marcada por el conflicto y por la guerra. El contexto entre el 2004- 2006 y aproximadamente 2010, es un periodo de guerra con unos costos humanitarios altísimos.
Posteriormente, hay unos arreglos de paz ordenados desde alias Alfonso Cano y yo creo que estamos llegando al final de ese periodo marcado por el proceso de paz con las Farc y la reagrupación del frente décimo o el frente ‘Martin Villa’”, dice el Director de Dinámicas de conflicto de la FIP.
Además, asegura que también hay que entender que Arauca es un Departamento en donde los grupos ejercen un control social y económico importante, en donde incluso el ELN tiene control político, “basta con ver que hay dos gobernadores judicializados por su presunta relación con este grupo armado”.
Mantilla añade que estos hechos también están marcados por acontecimientos recientes como el conflicto en Apure entre las Farc y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
La Fiscalía conformó un equipo especializado de 16 fiscales e investigadores con el fin de determinar qué pasó realmente con los 23 muertos que dejaron los combates en Arauca.
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A su turno, Camilo González Posso, presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Indepaz, aseguró que las acciones desde el Gobierno parecen insuficientes y no se traducen en una reducción de la violencia, ni aumento de seguridad para la población civil.
“Se declararon la guerra el frente décimo de las Farc y el ELN. Habíamos visto desde la firma del acuerdo que el ELN había ganado terreno y ahora entra esta disidencia con mucha fuerza, que tiene armamento y gran capacidad y las disputas entre ellos y en la zona de la frontera termina golpeando a la población. Hay combates de lado y lado”, dijo.
El experto agregó que “los consejos de seguridad ya no tienen mucha credibilidad porque ordenan objetivos de alto valor, órdenes de capturas y demás, pero los batallones y las operaciones de las Fuerzas Militares especiales han sido completamente insuficientes. La situación recurrentemente se agrava en Arauca”.
Para cerrar, Posso asegura que es importante que cesen las declaratorias de guerra y que haya un cese al fuego y un cumplimiento de los mandatos. “Yo creo que hay que apoyar a la población en ese rechazo a la violencia”.
Ante estos hechos, la Fuerza Aérea anunció que vigilará la línea fronteriza y la Infantería de Marina de la Armada Nacional patrullará los ríos en lanchas de bajo calado para impedir el paso de la frontera por parte de los grupos ilegales.
Identifican cuerpos
El ministro de Defensa, Diego Molano, reveló tras un consejo de seguridad en Arauca que 15 de las 23 víctimas fatales ya fueron identificadas. “Dos de ellas tienen antecedentes por porte ilegal de armas y hay uno como alias El flaco Fredy, cabecilla de las disidencias, que tenía dos órdenes de captura, una por extorsión y secuestro y otra por tráfico de armas. Cuatro de los identificados tienen nacionalidad venezolana”, dijo el Ministro.
De igual manera, se mantiene la versión preliminar de que los 23 asesinatos fueron producto de un enfrentamiento entre el ELN y disidencias, por las disputas territoriales que iniciaron en Venezuela y terminaron en territorio colombiano, en Arauca.