Falta mucho por hacer todavía. Eso dicen la mayoría de mujeres cuando se les pregunta sobre la equidad de género en Colombia, inclusive lo piensan quienes han logrado escalar altas posiciones.
Se calcula que el 30 % de los cargos directivos en las organizaciones lo ocupan mujeres y, según un estudio del Cesa -Colegio de Estudios Superiores de Administración- ellas tienen una participación del 17 % en juntas directivas en Colombia.
Esto aún después de más de 150 años de lucha por tener salarios más justos y condiciones laborales más humanas.
Actualmente, la Asociación Nacional de Empresarios, Andi, en el Valle del Cauca cuenta con 144 compañías afiliadas y de estas 30 tienen gerentes mujeres.
Asimismo, la Junta Directiva de esta entidad, en la región, está integrada por 16 miembros, de los cuales 3 son mujeres.
Lina Sinisterra, gerente de la Andi en el departamento, considera que aún hay retos enormes en términos de superar las brechas, pero cree que los cambios se están dando, “debemos ser consistentes y persistentes”.
Por ejemplo, destacó que las tres mujeres que pertenecen a la Junta Directiva están en negocios tradicionalmente asociados a hombres como Marcela Mejía, que gerencia la Siderúrgica Sidoc; Liliana Vallecilla, que es presidente del Grupo Carval o Yahaira Díaz Quesada, actual gerente de la Sociedad Portuaria Regional de Buenaventura.
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Agregó que las mujeres deben romper las barreras “porque a veces nosotras mismas nos autocensuramos, hay que tomar riesgos”.
“Espero que el día que mi hija esté en edad de ver qué hará de su vida, el hecho de ser mujer no sea una limitación para que ella logre lo que quiere”, comentó la señora Sinisterra.
En el caso de las micros, pequeñas y medianas compañías la participación de la mujer ha crecido.
Según datos de Acopi, en el 53% de estas organizaciones hay mujeres gerentes, fundadoras o en cargos directivos. El año pasado este porcentaje era del 47%, de acuerdo con los cálculos del gremio.
Yitcy Becerra, directora de Acopi Valle, considera que “las mujeres debemos unirnos, ser capaces de reconocernos como iguales y no como competencia, a veces al punto de rivalidad. Necesitamos más congresistas, más ministras, más gerentes”.
Añadió que aún se cree que las responsabilidades del hogar es una barrera en el ascenso de las mujeres. “El que una mujer sea soltera, tenga un hijo y quiera mandar un cohete a Júpiter, y tenga las capacidades, no debería ser un impedimento, deberían existir las posibilidades de educación y de servicios para que lo logre”.
Hace pocos días el Diario La República escogió a los empresarios del año 2020 en las diferentes regiones del país y, “lastimosamente”, comentó Yitcy Becerra, no se nominó a ninguna mujer del Valle del Cauca, cuando este departamento, por segunda ocasión, tiene gobernadora y cuenta con amplio liderazgo gremial en cabeza del género femenino.
Por ejemplo, organizaciones como Propacífico, Acopi, Andi, Fondo Regional de Garantías, Procolombia, Cámara de Comercio de Buenaventura, Comité Intergremial, Adicomex, entre muchas otras son lideradas por mujeres.
Aumentar la participación
En el mundo existe una iniciativa que nació en Reino Unido y se denomina Club 30. El propósito es trabajar para alcanzar un mínimo del 30 % de representación femenina en las juntas directivas.
En Colombia una de las fundadoras del grupo es María Victoria Riaño, quien es miembro de las juntas directivas de Seguros Bolívar, Capitalizadora Bolívar, PEI Asset Management y la Fundación Juan Felipe Gómez.
Aunque ella reconoce que se ha evolucionado, este avance es muy lento, se estima del 1 % anual. “La brecha es grande, del 100 % de la muestra que tenemos el 17 % de empresas tiene mujeres en la juntas directivas y solo el 9 % tiene más de una”.
Destacó que el mundo está hecho para verlo desde todas las perspectivas y que está demostrado que las compañías alcanzan un mayor rendimiento sobre sus activos, sobre sus resultados financieros teniendo mujeres en las junta directivas. “No solo es un tema de número, hay que dar ejemplo de inclusión de no discriminación, la sociedad necesita que empresarios y líderes sean más inclusivos”, dijo.
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Según el estudio del Cesa, si ellas participan al menos con el 30 % en juntas directivas, las empresas alcanzan entre 8 % y 13 % de incremento en el rendimiento sobre los activos; con 25 %, en posiciones de liderazgo se genera en promedio un incremento del 4 % sobre los retornos de los flujos de caja y del 8 % de crecimiento en ventas. Estos resultados pueden hasta duplicarse si el balance es del 50 %.
Por eso María Victoria Riaño considera que hay que salirse de la comodidad, tomar decisiones políticas de vincular más mujeres en puestos de decisión en las empresas y, por parte de ellas, tomar mayores riesgos.
En cifras
Según la Organización Mundial del Trabajo, el impacto del covid-19 en las mujeres del país fue equivalente a perder los empleos creados en los últimos 11 años.
La tasa de desempleo de las mujeres en Cali al mes de enero fue de 23,2 % y de las más jóvenes, 31,9 %.
La brecha salarial es del 12,1 %, lo que significa que las mujeres ganan el 87,9 % de lo que ganan los hombres.
Según estudio del Cesa, la participación activa y considerable de mujeres en las juntas directivas tiene un impacto en la transparencia corporativa y el valor de la empresa.