El trabajo de María Isabel Alvarado al frente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, CCI Suroccidente, no es solo promover el desarrollo regional, a partir de la infraestructura, sino ser pieza fundamental en la unión de voluntades de los gremios y autoridades locales que hoy se observa en la región.

La ejecutiva, que lleva casi dos años y medio al frente de la entidad, que hace parte además del Observatorio de la Infraestructura del Valle, cree que los esfuerzos de los sectores público y privado del departamento deben seguir concentrados en sacar adelante los principales proyectos del departamento.

Y para avanzar de manera segura considera que es necesario que las obras se ejecuten bajo cronogramas y presupuestos establecidos, a partir de estudios y diseños fase III, actualizados a las condiciones de mercado y proveeduría.

En entrevista con El País, Alvarado expresó que la región carece de un banco de proyectos que recoja las necesidades de largo plazo y que permita avanzar en la estructuración y maduración de estos, de manera que los gobernantes tengan una hoja de ruta hacia el futuro.

¿A veces uno siente que los proyectos de infraestructura del Valle no avanzan, esa es una percepción o es una realidad?

Colombia en general ha vivido en los últimos años un proceso de aprendizaje y maduración frente a la forma de desarrollar la infraestructura. Establecer programas ambiciosos como las vías 4G y ahora el programa multimodal de 5G, que contemplan macroproyectos bajo un modelo de concesiones que incluyen aspectos técnicos y de financiación, así como las variables ambientales y sociales, ha sido un importante desafío.

Por supuesto el Valle no ha sido ajeno a las dificultades y retos pero se han logrado destrabar y viabilizar importantes proyectos como la malla vial del Valle, la iniciativa privada que contempla el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón y se tiene el tren de cercanías adelantando su fase de factibilidad. Asimismo, obras que históricamente presentaron dificultades hoy se encuentran en su fase final como lo es la vía Cali – Yumbo y Cali –Candelaria. Es necesario aprender a identificar las causas que han obstaculizado el adecuado desarrollo de los proyectos para no repetirlas.

¿Cuáles son entonces las lecciones aprendidas para que los proyectos se logren ejecutar de forma eficiente?

Para nuestra región y los proyectos estructurados a nivel local, definitivamente es indispensable que la urgencia de sacarlos adelante no sacrifique los tiempos necesarios para realizar los estudios y diseños suficientes, que posibilite contar con una ingeniería de detalle precisa, presupuestos actualizados, análisis de traslado de redes y la gestión predial y social. Esto permite reducir la incertidumbre y, por ende, evitar sobre costos y tiempos de ejecución adicionales.

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Pareciera a veces que no hay cronogramas claros para ejecutar las obras…

Más que cronogramas claros, lo que se necesita es una visión y planificación del territorio que supere los periodos de las administraciones e interés específicos. Para esto, es vital que como ciudadanía nos empoderemos en relación con una hoja de ruta común de priorización de obras.

¿El Valle y Cali sí tienen un banco de proyectos estructurados o eso es una carencia?

No existe un banco de proyectos como tal, que sea una herramienta de planificación en el cual se tenga un inventario de programas y proyectos que cuenten con análisis de viabilidad técnica, ambiental y socioeconómica, al tiempo que resulten susceptibles de financiación. Generalmente, cada plan de desarrollo genera una nueva hoja de ruta.
El objetivo de un real banco de proyectos es aportar información base de diferentes iniciativas que hacen parte de una visión del territorio a largo plazo, 30 y hasta 50 años. Propuestas que se van actualizando en la medida que llega el momento de su necesidad de ejecución. Por supuesto, actualizarlos es más eficiente que estructurarlos desde cero. Así, se planifica la consecución de recursos o modalidad de financiamiento y cada mandatario tendría a su disposición varias alternativas de proyectos con diseños y presupuestos, para su rápida implementación.

¿En qué van los principales proyectos de infraestructura de la región, de acuerdo al seguimiento que les ha hecho la CCI?

Este mes de septiembre se dio inicio a la concesión de la nueva malla vial del Valle del Cauca a cargo del concesionario Rutas del Valle, esta es una de las apuestas más ambiciosas en materia de infraestructura para la región, que incluye los accesos a Cali y a Palmira en cuanto a construcción, rehabilitación y mantenimiento a lo largo de 310 kilómetros de vías en el departamento, con una inversión superior a los $1,22 billones. Como ya se ha dicho, contempla intervenciones para los municipios de Cali, Buga, Candelaria, El Cerrito, Florida, Guacarí, Ginebra, Jamundí, Palmira, Vijes, Yotoco y Yumbo, y generará más de 40.000 empleos en la región.

Al corredor de Buga-Buenaventura le falta la construcción de 31,1 km de doble calzada y la rehabilitación de 126,5 km de la calzada existente. Actualmente el proyecto se encuentra finalizando los respectivos trámites ante el Ministerio de Hacienda y Planeación Nacional. Esperamos que se inicie el proceso licitatorio para su adjudicación antes de finalizar el año 2021.

"La consolidación de los proyectos estratégicos debe ser un compromiso de todos para mejorar la competitividad e impulsar el turismo y la agricultura".

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Un proyecto que no arranca es Mulaló-Loboguerrero, pese a que ya tiene licencia ambiental…

Esta es una vía totalmente nueva que permite disminuir en 52 km el recorrido a Buenaventura y ahorra una hora frente a la ruta Cali – Mediacanoa – Loboguerrero, lo que impacta positivamente los costos de transporte y brinda un gran desarrollo a su área de influencia.
El inicio y viabilidad de la fase constructiva del proyecto ha tenido un retraso considerable dado que corresponde a los proyectos de 4G adjudicado desde 2014. Tan solo en el mes de agosto pasado, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales – ANLA le otorgó viabilidad ambiental con una serie de requerimientos adicionales y previos para el inicio de obra. Dicha viabilidad quedaría en firme una vez se resuelvan los derechos de reposición de los terceros intervinientes (comunidad) y el concesionario, para lo cual, dicha entidad cuenta con un plazo de 60 días.

Pero no hay claridad de que el concesionario de esta obra la ejecute, ¿cómo sacar adelante los proyectos pendientes como este y el dragado de la bahía de Buenaventura?

El Valle está siendo ejemplo de trabajo articulado alrededor de sus necesidades en materia de infraestructura, el sector publico liderado por la Gobernación del Valle, el Bloque Parlamentario y el sector privado, hoy tienen claros los proyectos y sus necesidades. Continuar trabajando de esta manera facilita avanzar en los compromisos del Gobierno Nacional para que se concluyan las gestiones necesarias para volver una realidad los proyectos. Evidenciar la importancia que estos proyectos representan no para la región sino para la competitividad y desarrollo socioeconómico del país es un eje muy relevante.

Sobre Mulaló lo que se ha hecho, desde el Observatorio de Infraestructura del Valle y los gremios es un llamado al Gobierno Nacional, a la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI y al Concesionario Nueva Vía al Mar, a encontrar soluciones que permitan su ejecución.

La CCI identificó que hay 37 proyectos de infraestructura contratados por el Invías por valor total de $1,1 billones que se están desarrollando en el Suroccidente del país.

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​La región no solo requiere de estas grandes obras sino mejorar su movilidad por las vías secundarias, ¿Qué ha pasado en este campo?

Debemos reiterar la necesidad de atención que requieren las vías secundarias y terciarias de la región como ejes articuladores del aparato productivo. La inclusión del mejoramiento y rehabilitación de la vía Mediacanoa – Ansermanuevo, en el proyecto Vías del Samán del INVIAS es un importante hito para este corredor que debe concretarse próximamente.

La culminación finalmente de las obras a cargo de la Gobernación del Valle en la vía Cali – Yumbo y que ya cuentan con un avance superior al 90%, junto al puente de Juanchito que debería finalizar obras en noviembre de 2021, completan el desarrollo vial del departamento, tendiendo en cuenta además las intervenciones en la vía Cali-Candelaria.

¿Y a Cali cómo la ve en el desarrollo de sus proyectos?

Para el caso de la capital del departamento es indispensable la ejecución de iniciativas represadas, por ejemplo, la recuperación del río Cauca, la infraestructura de servicios públicos y las megaobras.

Entre las megaobras pendientes que podrían avanzar en su pronta ejecución se encuentra: el puente de Chipichape con calle 36 y el parque Alameda- Avenida Roosevelt- Calle 34. Además, es imprescindible la asignación de recursos para los estudios y diseños de la ampliación de la vía al mar o de su alternativa de conectividad hacia el km 18 desde Chipichape y la Leonera.

También es necesario la terminación de los 1,7 km de la vía Pance y la prolongación de la Avenida Circunvalar entre la carrera 83 y 122, así como la determinación de la solución para la carrera 80 y la conexión oeste – centro de la ciudad.

Hay muchos pendientes…

En este momento, encontramos que las necesidades de intervención y la oportunidad de generación de proyectos claves para la ciudad están plenamente identificados, se requiere entonces un compromiso en la adecuada planificación y estructuración de los mismos para que veamos proyectos viables que permitan a la ciudadanía identificar una real inversión de los recursos públicos en bienes tangibles y oportunos.
Creo que la actual administración debe hacer realidad los proyectos que componen la renovación urbana de la ciudad y apoyar la apuesta adelantada por los empresarios de la región en torno a la misma, es un importante reto.