El ecoparque Cerro de las Tres Cruces - Bataclán no solo ha sido afectado por las invasiones, ahora algunos concejales de la ciudad alertaron sobre la venta de lotes de manera fraudulenta en este lugar.

Uno de ellos fue Juan Martín Bravo, quien señaló que una persona que ya ha sido detectada estaría vendiendo lotes por Altos de Normandía, por valor de entre $18 millones y $120 millones.

Según dijo, detrás de este negocio fraudulento “hay unos carteles, gente especializada que se dedica a apoderarse de la tierra para luego venderla, engañando a la gente con documentos falsos. Esto es un negocio que nunca va a acabar hasta que haya en la Alcaldía una entidad dedicada exclusivamente a frenar el loteo”.

En ese mismo sentido se pronunció la concejal Diana Rojas, quien afirmó que “lo que está pasando en el Cerro de las Tres Cruces es una denuncia reiterada en Cali, en lugares como La Viga, Golondrinas, Cristo Rey o Polvorines. Eso lo vimos hace algunos meses, urbanizaciones piratas que lotean terrenos públicos, reservas ambientales, aprovechando el débil control institucional”, dijo.

Por eso le hizo un llamado a la Secretaría de Seguridad y Justicia para que haga mayor control y acompañamiento para evitar procesos de invasiones.

Pero esta problemática no solo se presenta en el cerro tutelar de Cali. En el sector de Navarro y en el oriente de la ciudad se han detectado algunas invasiones tanto en terrenos públicos como privados.

Mauricio Rojas, dueño de una finca dedicada al cultivo de caña en Navarro, denunció que la semana pasada personas inescrupulosas quemaron nueve hectáreas de la propiedad.

Aunque las investigaciones no han concluido, él no descarta que se trate de un intento de invadir el lugar. De hecho, indicó, que ha habido invasiones en lotes de propiedad del municipio, cerca de los humedales.

El problema, aseguró, radica en que Cali no tiene suelo urbano para construir vivienda de interés social.

“No quieren correr el cerco hacia el oriente y esto está provocando un estallido social, en el que hay muchos invasores aprovechando la coyuntura. Hay 1400 hectáreas adosadas al suelo de Cali en Navarro, 600 son aptas para el desarrollo de vivienda, pero no hay voluntad política. La gente buscando suelo está invadiendo, ya se ha visto en el oriente, en Navarro hay algunas y hasta en el Jarillón del Río Cauca”, dijo.

Situación recurrente

La arquitecta Gilma Mosquera, profesora jubilada de Univalle, coincide con Rojas en que el origen de este fenómeno no es otro que la demanda no satisfecha de vivienda en los sectores más desfavorecidos. “Es una forma de resolver el problema del acceso a la tierra residencial para, a partir de un lote, construir una vivienda", manifestó.

Dijo también que siempre se centran en las invasiones, pero lo que más ha ocupado la ciudad, en los cerros y, sobre todo, en la zona plana, son las urbanizaciones piratas, o sea la venta de lotes y servicios a personas de bajos ingresos por particulares.

Otro factor que destaca es la acción de los actores políticos. “Muchas de las ocupaciones de tierras han sido promovidas por políticos en campaña, como sucedió en sectores como Comuneros, en Aguablanca, donde la cuota inicial fueron nueve votos. En períodos prelectorales, como el de ahora, hay una intensificación de estos procesos”, precisó.

La profesional añadió que los tres agentes que han contribuido claramente en la forma como se ha ocupado la ciudad hasta los años 90 son, en primer lugar, el Estado con sus urbanizaciones para sectores populares, seguido de las urbanizaciones piratas, mientras las tomas de tierras han sido mínimas.

Un tema peligroso

César Lemos Posso, subsecretario de Acceso a la Justicia y delegado de la Alcaldía en el Comité de Control de Invasiones, afirma que la toma de tierras y venta fraudulenta de lotes es un tema peligroso, que poca gente quiere abordar seriamente.

Con esto concuerda el edil del corregimiento Golondrinas, Henry Morales, quien advierte que “aquí lo que ha faltado es presencia de autoridad, no puedo decir nada más”.

Sin embargo, confirma que en esta zona el problema no son las invasiones, sino la venta ilegal de lotes.

El concejal Fernando Tamayo dijo que el Acuerdo 130 del 8 de junio 1987 declaró Tres Cruces como zona de utilidad pública, de propiedad del Estado y no puede ser loteado.

Entre tanto, para Lemos Posso, el paro del año pasado tuvo un impacto muy negativo sobre el tema de ocupaciones ilegales. “La ciudad tiene que repensar el problema y ver cómo avanza en el mejoramiento de estos asentamientos precarios, los que son posibles de titularse, y los otros que necesariamente habrá que remover porque están en zona de alto riesgo o en áreas protegidas”.

La directriz de la Alcaldía es una: denunciar. Por eso, todas estas ocupaciones ilegales tienen denuncia correspondiente ante la Fiscalía.

El funcionario precisó que la migración foránea no afecta tanto y que son los colombianos los que están impulsando esta industria ilegal.
“Hay carteles dedicados a la invasión de tierras, las promueven, venden lotes, por eso hay que hacer un trabajo muy fuerte con la Fiscalía, el CTI y la Sijín para desmantelar estas bandas y lograr restituir los predios”.

Una de las explicaciones al fenómeno de la toma de tierras sería el acelerado crecimiento de Cali. Desde el año 31 hasta el 2019, creció 36 veces la ciudad, según estudios de la Universidad del Valle. Este fenómeno se sale del control en la década de los 50, con las primeras invasiones en Siloé, Terrón Colorado, Villanueva, Primitivo Crespo, etc.

“Cali lleva 70 años en un proceso permanente de invasión, esa es la situación de la ciudad. Lo más grave es que esto va a terminar por erosionar las Empresas Municipales de Cali, Emcali, con las acometidas fraudulentas de los servicios”, precisó Lemos Posso.

El funcionario advirtió que es necesario diseñar estrategias que permitan avanzar en la recuperación de estos espacios, de manera permanente. Un trabajo que, sin duda, va a ocupar varias generaciones de caleños.

Prioridad

En Cali, el 44 % de las familias vive en asentamientos precarios y 39 % de ellas en zonas de alto riesgo no mitigables. Además, habría unas 221 invasiones.

El Comité de Invasiones ha priorizado alrededor de 20 puntos claves en toda la ciudad para ser intervenidos.

Entre ellos se encuentran el humedal Ibis y Pacheco, el cinturón ecológico de Navarro, los predios La Dalia, Cauquita y los que hacen parte de la hacienda Aldovea. La semana pasada se intervinieron varios terrenos en este sector.

Otro caso priorizado es la invasión en Mojica, que está afectando la construcción de la estación del MIO en Aguablanca, proyecto de gran importancia para la ciudad.

El comité de invasiones asumió la recuperación de los predios de la laguna del Pondaje.