Este lunes 26 de septiembre, a las 10:00 a.m., se abrirá de nuevo la frontera entre Colombia y Venezuela en Norte de Santander y el Estado Táchira, en una decisión que, aunque se prevé que generará importantes réditos económicos para el país, no deja de generar polémica.
Como lo advierte el economista y profesor de la Universidad del Rosario Alejandro Useche, retomar los negocios con Venezuela representa en alguna proporción estar de acuerdo con las decisiones que ese Gobierno tome con su sistema social, político y económico –no son pocas las economías que han tomado la decisión de no hacer negocios con Caracas y con países que tienen una orientación política similar–, “pero también es claro que hoy, a raíz de las crisis que se están dando, por ejemplo la energética, Venezuela vuelve a ser mirado como un país atractivo”.
Pero más allá de los matices políticos, la expectativa entre los empresarios del Valle ante el restablecimiento de las relaciones entre ambos gobiernos es alta, sobre todo por un antecedente histórico reciente: el departamento, en 2014, llegó a ser el principal exportador de Colombia hacia Venezuela.
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En ese año, según lo indica un reciente informe de la Cámara de Comercio de Cali, el valor exportado por las empresas del Valle al vecino país fue de 461 millones de dólares, “ubicándose en la primera posición entre los principales destinos comerciales del departamento”.
De hecho, el 23,2 % de las exportaciones de Colombia hacia Venezuela en 2014 salieron del Valle. La segunda región con más exportaciones en ese entonces fue Cundinamarca, con el 19,3 %.
El informe de la Cámara de Comercio detalla que entre los diez principales productos de exportación del Valle a Venezuela estaban artículos de confitería sin cacao (USD 211 millones), productos de panadería, (USD 60 millones) y chocolate y preparaciones alimenticias que contengan cacao (USD 42 millones).
También figuraban el jabón, los acumuladores eléctricos, el maíz, papel y cartón, preparaciones para higiene bucal y medicamentos.
"La apertura de las relaciones con Venezuela le va a permitir a las empresas de capital extranjero del Valle acercarse al mercado venezolano": Alejandro Ossa,
Invest Pacific.
Casi una década después el panorama es muy distinto: no solo las exportaciones entre ambos países cayeron a pique debido al rompimiento definitivo de relaciones en 2019, sino que el Valle dejó de ser el gran socio comercial de Caracas. En los primeros 7 meses de 2022, el departamento apenas aportó el 10,8 % del total y de lo poco exportado por Colombia hacia ese país.
De ahí que diferentes analistas consideran que la reapertura de la frontera y el restablecimiento pleno de relaciones representa una gran oportunidad para la economía de la región.
“La estructura productiva del Valle y del norte del Cauca serían unas de las grandes beneficiadas con la regularización de las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela, aunque no en las proporciones de 2014. Si bien la población venezolana continúa demandando el tipo de productos que el Valle sigue produciendo, es una población que, primero, se ha reducido por cuenta de la migración y, además, tiene menos capacidad adquisitiva. En ese contexto, el tipo de productos, tanto de aseo personal como del hogar, así como alimentos procesados y frescos que se podrían exportar desde el Valle y Cauca a Venezuela, podrían ser grandes volúmenes, pero de productos de menor valor, al menos en una primera fase”, explica el consultor empresarial Carlos Andrés Pérez.
Según los cálculos del Ministerio de Comercio de Colombia, en los próximos cuatro años el comercio binacional con Venezuela llegaría a los 4000 millones de dólares, la mitad de lo que se tenía en 2014, pero muy por encima de los 1200 millones de dólares que se exportan hoy en día. Y en esa recuperación la buena noticia es que los productos que siguen siendo demandados por Venezuela son los que produce el Valle: materiales eléctricos, alimentos, papel y cartón, medicamentos, productos de aseo.
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El gran temor, sin embargo, es que se repita lo ya ocurrido en el pasado: el incumplimiento en los pagos por parte de Venezuela, que llevó a decenas de empresas colombianas a la quiebra.
“Es fundamental que las empresas colombianas que estén interesadas en explorar el aprovechamiento del mercado venezolano ante este nuevo escenario lo hagan con precaución, tomando las medidas necesarias para no sobre exponer su aparato productivo o su modelo de negocio a las fluctuaciones que podrían llegar a tener las relaciones de Colombia con ese país. Debido a la alta volatilidad política y comercial, posiblemente a mediano plazo algunas restricciones de índole comercial podrían llegar a Venezuela por cuenta de otros países u organismos multilaterales. La recomendación para las empresas del Valle es que deben ser cautelosas en no concentrar sus ventas en ese mercado”, agrega el consultor empresarial.
"La normalización de las relaciones permite formalizar negocios que se venían realizando en la informalidad, a veces en la ilegalidad": Alejandro Useche, economista
Ronal Rodríguez es investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario. Sobre ese temor de los empresarios colombianos asegura que en esta ocasión hay un escenario distinto, que de alguna manera ofrece más garantías para exportar con más tranquilidad.
Lo que hizo compleja la relación comercial entre Colombia y Venezuela en el pasado reciente, explica Ronal, es que en ese entonces el “régimen venezolano” se hacía cargo de los productos colombianos. Es decir: era una relación entre privados y actores estatales. En el restablecimiento de relaciones que se está consolidando, en cambio, las reglas son distintas, o por lo menos es lo que se busca: que la relación comercial sea entre privados colombianos y venezolanos.
“Así las cosas, es importante que los gremios colombianos entiendan que el mercado venezolano siempre va a tener un nivel de riesgo importante, sobre todo por los riesgos cambiarios, que hay que poner sobre la mesa. Venezuela hoy no tiene una moneda estable ni tiene acceso de forma legal a las divisas del dólar. Recordemos que está sancionada y su política de dolarización no ha sido resultado de una estrategia en materia monetaria sino de una medida de contingencia a lo que venía sucediendo. En ese contexto, siempre va a existir un riesgo”, comenta el investigador.
La ventaja para las empresas de Colombia y del Valle en el nuevo escenario, de otro lado, es que hay una hay gran demanda en Caracas de lo que se produce en el país y en la región, y por otro, el Ejecutivo nacional cuenta con Germán Umaña como ministro de Comercio, que conoce la dinámica de hacer negocios con Venezuela, pues era el director de la Cámara Colombo Venezolana.
“Esa es una dinámica de garantía que no se tenía con Venezuela en el pasado. Pero, insisto, hay que tener cuidado: en el momento en que los actores estatales pretendan generar dinámicas proteccionistas del lado venezolano, debe verse como una señal de alerta”, dice Ronal.