Eliana Patricia López, de 22 años, fue víctima de reclutamiento forzado durante seis años por parte de la ya desmovilizada guerrilla de las Farc. “Yo tenía 11 años y vivía en el Darién, municipio del Valle del Cauca, ellos llegaron a decirme que allá tenía oportunidades para salir adelante, como mi padre había fallecido pensé que era la mejor decisión, me llevaron con engaños haciéndome creer que podría cumplir mi sueño de estudiar”, expresó.

Entre las labores que desempeñaba esta mujer era cargar leña, cocinaba y hacía guardia cuando se lo pedían, “allá no tienen consideración alguna ni por su edad, ni por su estatura, ni si es hombre o mujer, las cosas se hacen como ellos digan y no se puede decir que no, si no las haces te mueres”, puntualizó.

“Mi proceso de reintegración a la vida civil fue realizado por un ente mayor que yo, porque tenía problemas dentro de la organización y lo iban a matar, él me conocía desde muy pequeña entonces decidió entregarme a la Armada Nacional, allí estuve tres días y luego me enviaron a Cali al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) en el que estuve durante 2 años hasta cumplir la mayoría de edad”, indicó la joven que actualmente reside en Antioquia.

La labor de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización fue fundamental para la vida de esta víctima de reclutamiento infantil, el acompañamiento psicológico y social que le ha brindado esta entidad le permitió graduarse como bachiller académica en junio de este año. “Para mí volver a la vida civil es lo mejor que me ha pasado en la vida, uno se acostumbra tanto a los malos tratos en ese grupo armado que cuando sale de ese lugar todo es nuevo”.

En la actualidad, Eliana es madre de una niña de 2 años y entre sus sueños más cercanos está realizar las pruebas Icfes para lograr el puntaje que le permita ingresar a la Universidad de Antioquia, “me gustaría ser psicóloga para ayudar a las personas que han pasado por lo mismo que yo pasé, y decirles que no están solos”.

De acuerdo al estudio Infancia Reclutada, este caso y el de muchas otras niñas, niños y adolescentes reclutados, no hacen parte de una práctica individual, si no de una práctica sistemática e intencional que surge de una política existente al interior de la organización guerrillera Farc, cuyo propósito era hacerla crecer en integrantes, con el fin de tener mayor injerencia en el territorio colombiano y cumplir sus objetivos.

El estudio Infancia reclutada, dirigido por Alejandro Eder, destacó que el 67,4% de las víctimas infantiles fueron reclutadas cuando tenían menos de 15 años de edad.

Este informe, revelado hace pocos días, dio a conocer que el 67,4 % de las víctimas infantiles fueron objeto de reclutamiento cuando tenían menos de 15 años de edad, de los cuales el 34.36% eran niños y el 33.04% eran niñas.

“Los menores de edad son percibidos como un recurso de bajo costo, además de un alto valor táctico ya que su inocencia y cortas edades son atributos que aprovechan los grupos armados para no generar sospechas ante la presencia de la Fuerza Pública o simplemente, son un instrumento abundante en regiones donde los niveles de vulnerabilidad son muy altos”, expresó Carlos Augusto Chacón, director académico del Instituto de Ciencias Políticas.

Además, se identificó que la desmovilizada guerrilla de las Farc sería el grupo armado con mayor responsabilidad en este delito, pues carga con los porcentajes más altos de captación de menores de edad durante los más de 50 años que estuvieron en guerra con el Estado. El informe también revela que de los 32 departamentos de Colombia, 28 sufrieron esta práctica en el marco del conflicto armado, además se conoció que de las 6958 víctimas menores de edad registradas por el Icbf, 3878 habrían sido reclutadas por las Farc cuando estaba activa.

Esta conclusión se dio en el estudio tras realizar más de 700 entrevistas en 19 de los 32 departamentos del país a víctimas de reclutamiento. “Según las entrevistas las menores de edad eran utilizadas de manera táctica aprovechando su belleza, a estas jóvenes se les suministraba de uniformes nuevos, maquillaje y botas de cuero con el objetivo de que realizaran actividades de enamoramiento y propaganda en las regiones y demostrar que a ellas les iba muy bien en la organización armada. En cuanto a los jóvenes varones se encontró que estos eran utilizados por su corta edad y su facilidad de relacionamiento antes otros NNA (Niños, niñas y adolescentes) ya que no levantaban sospechas de portar armas”, explicó Chacón.

El reclutamiento durante la pandemia ha tenido recrudecimiento en departamentos como: Norte de Santander, Valle del Cauca, Antioquia, Chocó, Putumayo, Caquetá, Bolívar y Tolima, debido a la presencia de Grupos Armados sin identificación que han reconfigurado las prácticas de reclutamiento, que implican, por ejemplo, no sustraer del medio familiar y escolar al menor para no alertar a las autoridades y las familias.

Tan solo el año pasado, más de 60 menores de edad habrían sido reclutados en Cali por grupos armados. De hecho, aunque los índices de la Unidad para las Víctimas evidencian que el Valle no está entre los territorios con mayor incidencia de este fenómeno, el histórico del Registro Único de Víctimas, RUV, registra que en el departamento más de 260 niños, niñas y adolescentes han sido víctimas de reclutamiento infantil ilícito.

El informe además explica tres de las categorías que utilizó la exguerrilla para reclutar a los menores de edad. Las cuales son: “Uso de violencia como elemento central en la vinculación de las víctimas y forma de asegurar su permanencia en la organización armada, vinculación bajo engaño, persuasión, convencimiento o falsas expectativas de bienestar, económicas y de ascenso social, y aprovechamiento de circunstancias de vulnerabilidad de las comunidades étnicas”

“Este es un proceso muy difícil que nos deja marcados a todos los que hemos pasado por el reclutamiento, el proceso psicológico es bastante fuerte, yo cada vez que lo recuerdo me lleno de nostalgia porque estuve muchos años alejada de lo que realmente quería y lo que mi papá quería para mí, que era estudiar. Ahora tengo muchos más sueños y una hermosa hija de 2 años por la cual luchar para salir adelante”, comentó López.

Los resultados del estudio fueron presentados a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, como un aporte de la sociedad civil a los objetivos misionales de la entidad, que contribuyen al proceso de recolección de elementos veraces para la construcción de una verdad incluyente y de consciencia colectiva.

Dinámicas

Estas son algunas de las prácticas utilizadas para el reclutamiento de menores:

  • Con amenazas para atentar contra sus familiares eran llevados los niños, niñas y adolescentes a la fuerza.

  • Se aprovechaban de las dificultades económicas y les hacían falsas promesas de dinero.

  • Realizaban labores de adoctrinamiento y repartían cartillas en centros educativos.

  • Obligaban a los menores reclutados a seducir a otros.

  • Exigían a las familias de la comunidad a que entregaran un hijo.

  • Los guerrilleros convencían a sus familiares para establecer un legado.